Las protestas cumplen un mes con cortes de tráfico en Tarragona, Burgos y Soria
Este miércoles se ha cumplido un mes desde que arrancaran las protestas de agricultores y ganaderos españoles reivindicando cambios en distintos niveles para el sector primario. Aunque el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ya trabaja con miembros de las principales organizaciones profesionales agrarias (OPAs) en planes concretos, quedan aún agricultores descontentos que continúan sacando su queja por algunas ciudades de España. Hoy, por ejemplo, en Tarragona, Burgos, Soria y Madrid.
Sin ir más lejos, este mismo miércoles, los agricultores han bloqueado la AP-7 en ambos sentidos, a la altura de L’Ampolla (Tarragona), en una tractorada convocada por distintas organizaciones agrarias.
Según ha informado el Servei Català del Tránsit, los agricultores han empezado una marcha lenta en la N-340, cerca de la localidad de L’Aldea, en dirección a la AP-7, hasta converger en la autovía y bloquear la que es una de las arterias viarias más importantes de Cataluña.
Por otro lado, alrededor de medio centenar de agricultores ha vuelto a cortar la AP-1, en esta ocasión a la altura de Briviesca (Burgos), lo que ha provocando retenciones en ambos sentidos, y que se une a otro corte al tráfico que se ha registrado en la N-627, en Basconcillos del Tozo, según informó la Dirección General de Tráfico (DGT).
También hay cortes en varias carreteras de Soria, entre ellos en la A-2 a la altura de Arcos de Jalón.
Mientras tanto, varios cientos de agricultores de olivar tradicional de montaña, asociados en Asolite, han llevado su particular protesta a Madrid capital.
Con sus burros se han plantado en el centro de la capital, posando incluso a escasos metros del Congreso de los Diputados, para reivindicar por los intereses del campo.
Y habrá más porque también este miércoles la organización agraria Unión de Uniones ha convocado una nueva tractorada para el próximo 17 de marzo en Madrid -será la tercera en la capital- ya que su intención es continuar las movilizaciones y «no parar hasta que no se den soluciones concretas».