La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) alertó este jueves 4 de mayo de que la demolición de presas y azudes, prevista en la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, sería letal para la agricultura, en general, y para el regadío, en particular.
Se trata, según este colectivo, de una advertencia que realiza tras la orden de derribo de la presa de Valdecaballeros, dictada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd), que cuenta con una capacidad de embalse de agua de 71 hm3 y que en la actualidad proporciona este bien básico para el abastecimiento de varias localidades cercanas, así como para usos recreativos y medioambientales de importante valor ecológico.
Se trata, según este colectivo, de una advertencia que realiza tras la orden de derribo de la presa de Valdecaballeros, dictada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd), que cuenta con una capacidad de embalse de agua de 71 hm3 y que en la actualidad proporciona este bien básico para el abastecimiento de varias localidades cercanas, así como para usos recreativos y medioambientales de importante valor ecológico.
Por ello, Fenacore pide al Ministerio que dirige Teresa Ribera “muchísima prudencia a la hora de valorar la necesidad de derribar infraestructuras, que pueden ser aprovechadas y que ya cuentan con un ecosistema propio”.
En este sentido, los regantes puntualizan que, para analizar los derribos, es necesario pedir que se lleve a cabo una información pública de seis meses de cada uno de ellos, tal y como se hace ante la construcción de una presa, además de abrir otro plazo de tres meses de vista y audiencia a los interesados y de realizar una evaluación del impacto ambiental.
Esta Federación recuerda que desde 2005 está aprobada la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos (ENRR) con varias líneas de actuación, entre las que se encuentra la eliminación de barreras en los ríos y cursos fluviales, con el objetivo de que el agua pueda fluir sin obstáculos. Una Estrategia que, según los regantes, informa que desde 2005 hasta 2021 se han eliminado 634 presas y azudes, catalogados como obsoletos.
Fenacore recuerda que ya el año pasado se procedió a la revisión y actualización de la ENRR, que cuenta con una inversión prevista de 2.500 millones de euros por la Administración General del Estado (AGE) entre las diferentes líneas de actuación para el periodo 2022-2030.
Por otro lado, los regantes sostienen que a nivel europeo existe un proyecto llamado “Dam Removal” tiene el mismo objetivo: la eliminación de presas y azudes por diferentes países de Europa. En este proyecto se destaca que, en el resumen de 2021, España figura como el país que lidera este movimiento, con un mayor número de infraestructuras demolidas (133).
Fenacore admite que muchas de estas infraestructuras hidráulicas son pequeñas (menos de 2 metros de altura) y que están en desuso o en mal estado. Sin embargo, avisan de que estos derribos agravarían la “dramática situación” que sufren los agricultores como consecuencia de la sequía y traer como derivada un encarecimiento aún mayor del precio de los alimentos.
En el actual escenario de sequía, esta Federación lamenta que algunos cultivos van a tener e la campaña un 0% de dotación de agua para riego, lo que podría llevar a la ruina económica de muchos agricultores. De ahí, el reclamo reciente de Fenacore de un Pacto de Estado por el Agua, como una de las medidas estructurales necesarias para luchar contra esta adversidad.