Ministerio de Agricultura, Junta de Andalucía y sector oleícola explorarán la activación de medidas de autorregulación de la oferta de aceite de oliva si continúa el bajo nivel de precios en origen, que ha perforado a la baja ya los 2€/litro en la categoría lampante.
MAPA, Andalucía y sector oleícola explorarán medidas de autorregulación
En la reunión del Consejo Andaluz del Olivar, la Consejería de Agricultura y las organizaciones representativas del sector analizaron ya esas posibles medidas de autorregulación de la oferta y el almacenamiento privado, y ahora trasladarán sus conclusiones a los responsables del Ministerio de Agricultura.
No se esperan, no obstante, soluciones a corto plazo, sino solo sentar las bases de trabajo futuro para un sector que se está viendo en dificultades a pesar de contar con una muy buena cosecha de aceite, superior a los 1,7 millones de toneladas, así como una situación supuestamente favorable de mercado, sobre todo en el exterior, donde la producción baja en la mayor parte de los principales países productores, sobre todo Italia, que podría obtener menos de 180.000 toneladas en la actual campaña 2017/18.
Entre las medidas, Andalucía consultará al MAPA sobre la de almacenamiento privado de aceite de oliva, que la Comisión Europea debería activar, según la reglamentación actual (reglamentación de hace 20 años), cuando los precios de referencia del AOVE y del virgen estén por debajo de los 1.779 €/t y de los 1.710 €/t, respectivamente, y el lampante aún más abajo, a 1.524 €/t. Unos niveles que se consideran totalmente desfasados, al no tener en cuenta la evolución el incremento de los costes de producción, y que están bastante lejos aún de lo que cotizan en la actualidad las diferentes categorías de aceite de oliva en el mercado.
El Consejo Andaluz del Olivar estimó que el MAPA debería llevar a Bruselas la petición de una actualización considerable de estos precios de referencia para que la medida sea operativa y eficaz. Se trataría de un nuevo intento que la CE ha abortado en otras ocasiones y que no parece que esta vez vaya a prosperar.
La situación más desfavorables está en la categoría de aceite de oliva lampante , que en la última semana cotizó un 30% por debajo del mismo periodo de la campaña anterior, perforando los 2€/kg para situarse entre 1,94 y 1,98 €/kg en el sistema Poolred, de la Fundación del Olivar, sobre 1,9 €/kg, según Olestepa y sobre 1,85-1,90 €/kg en la Lonja de Extremadura, mientras que el oliva virgen está entre 2,1-2,2 €/kg y el oliva virgen extra se mueve en niveles de entre 2,4 y 2,7 €/tonelada.
Posibles causas
Las causas de estos bajos precios, a pesar de la situación internacional favorable, son varias. Por un lado, está una demanda baja, que espera aún a que los precios desciendan todavía más, frente a una oferta que también está remisa a vender a las cotizaciones actual, viendo que puede esperar a hacerlo a precios más altos cuando venga, como se espera, el tirón de la demanda exterior.
Por otro, destaca también el aumento de la oferta de aceite de oliva en la actual campaña de producción oleícola 2018/19. Frente a unas estimaciones que bajaban en noviembre-diciembre a los 1,45-1,55 millones de toneladas, la realidad es que la producción se ha disparado en diciembre, enero y febrero, superando prácticamente ya los 1,7 millones de toneladas y, por consiguiente, los stocks también han aumentado.
Otra causa de estos bajos precios es que el aceite de oliva que se pretende colocar en el mercado viene «obligado» por una necesidad perentoria de liquidez para afrontar los costes de producción, teniendo en cuenta también el aumento de la oferta de aceite de este último trimestre.
Frente a esta situación, MAPA, Junta de Andalucía y sector apuestan también por aplicar la normativa comunitaria que permite la autorregulación de la oferta productiva. Algo que no se ha puesto nunca en marcha y que debería ser una labor de consenso, a llevar a cabo por la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva de España o a través de unas organizaciones de productores (OPs) que no existen en este sector, al no ser capaces de desarrollarse.
Su aplicación, por tanto, es ahora mismo más que una incógnita, dada la falta de experiencia en este sentido, salvo que se permita a las cooperativas oleícolas realizar esa función de autorregulación, contando con que la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC) no va a intervenir para impedirlo, como ha sucedido en el pasado.
La impresión que se tiene de puertas adentro es que, como ha sucedido en anteriores ocasiones, sea el propio mercado el que ponga, más tarde o más pronto, las cosas en su sitio. Es decir, que oferta y demanda, tanto a nivel interno, como exterior, se vayan ajustando y que eso se traslade a una mejora de las actuales cotizaciones. Es decir, tiempo al tiempo, aunque los nervios estén ahora muy tensados.