MAPA y CC.AA. deberán reorientar 51,7 M€ de la ISV para financiar la cosecha en verde y la destilación de crisis del vino
El Ministerio de Agricultura tendrá que adaptar las partidas presupuestarias indicativas de las medidas de la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV) para poder destinar recursos económicos a financiar las medidas extraordinarias de cosecha en verde y destilación de crisis, solicitadas por algunas CC.AA. y que no cuentan con fondos asignados en principio en dicha intervención.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, afirmó en el pleno del Senado del pasado 4 de junio, respondiendo a la pregunta de senadora del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Estefanía Beltrán de Heredia Arroniz, que “vamos a dedicar 21,4 millones de euros (…a la cosecha en verde) y la han solicitado Comunidades como País Vasco, Navarra, Rioja, Murcia, Madrid, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.”
Además, Planas señaló que “una segunda medida es la destilación prevista en la Organización Común de Mercados Agrarios (OCMA), una destilación obligatoria o voluntaria (no dijo de crisis) a la cual vamos a dedicar 30,3 millones de euros, y ha sido solicitada -la hemos tramitado ante la Comisión Europea- por País Vasco, Navarra, La Rioja y Galicia, así como medidas en materia de flexibilidad de la replantación.”
El ministro indicó que no existe una crisis generalizada del sector vitivinícola español, aunque reconoció que hay “territorios y denominaciones de origen donde, efectivamente, existe un problema. Y bodegas determinadas (…), y hemos adoptado una serie de medidas para reajustar esa oferta y demanda”, en referencia a la aplicación de la cosecha en verde y la destilación de crisis.
En suma y en principio, esto supone destinar un montante financiero conjunto de 51,7 millones de euros que, al igual que en la campaña anterior, saldrán con el permiso de la Comisión Europea y casi con total seguridad de los fondos comunitarios ya previstos en la intervención actual. Puede descartarse de plano que la CE vaya a disponer de fondos adicionales a los ya previstos para financiar estas dos medidas extraordinarias.
En otros términos, y salvo que MAPA y CC.AA. acuerden disponer de partidas de ayuda de Estado o “de minimis”, deberán restarse de las asignaciones indicativas de fondos previstos en la ISV del ejercicio financiero de la UE 2024 (que concluye el próximo 15 de octubre) o del próximo ejercicio 2025 (que se inicia el 16 de octubre). Y esto será lo más probable.
Este montante representa nada menos que un 25,6% de la asignación financiera indicativa de la ISV, de unos 202,147 millones de euros y, aunque habrá que ver cómo se lleva a cabo el recorte, en ejercicios anteriores han salido de restar fondos (sobrantes o no) principalmente de las medidas de reestructuración y reconversión del viñedo y de promoción en terceros países.
La financiación casi con seguridad saldrá de las partidas asignadas de la Intervención Sectorial Vitivinícola
Quedan aún algunas incógnitas por despejar, la principal es si se tratará solo de restar fondos comunitarios de las otras medidas tradicionales de la ISV para financiar las dos medidas extraordinarias previstas. Si serán del ISV del actual ejercicio 2024 y/o del de 2025 o, si al menos en parte, se contará con fondos en concepto de ayuda de Estado “de minimis” del Ministerio de Agricultura (esto parece que será difícil, por no decir imposible) o de las Comunidades Autónomas
Al margen de estas consideraciones coyunturales del ministro en el Senado, Luis Planas concluyó señalando que, «sinceramente, hay dos grandes retos de futuro para el sector vitivinícola. El primero se llama cambio climático. El cambio climático, aunque una parte de esta Cámara no quiera hablar de ese tema, existe, y este sector afortunadamente está haciendo frente a esos retos, que son el mayor riesgo. Y el segundo es el cambio del comportamiento de los consumidores, y usted misma lo ha mencionado, porque este año la cotización del blanco es superior, en términos generales, a la cotización del tinto.”
Por todo ello, añadió, “tenemos que ajustarnos a la situación, pero soy optimista de cara al futuro. Tenemos un sector que es maduro, que es competitivo, que es la vanguardia de nuestro sector vitivinícola, que cuenta con todo el apoyo del Gobierno de España, y por eso estamos trabajando con las CC.AA. para resolver esos problemas puntuales a los que usted ha hecho referencia y que, sin duda, reconozco que existen y que tenemos que superar.”