Ministerio de Agricultura y sector agrario (organizaciones agrarias y cooperativas) ven con distinto cristal la propuesta financiera de la Comisión Europea sobre el presupuesto de la Política Agraria Común (PAC) para el próximo septenio 2021-2027.
MAPA y sector agrario discrepan sobre la cuantía de los fondos de la CE para la PAC 2021-2027
Mientras que el conjunto de los representantes del sector consideran que el presupuesto previsto se reduce en términos reales o constantes (precios de 2018) e incluso calculan ya cuantiosas pérdidas de fondos para el agro español, el ministro de Agricultura, Luis Planas, señala que se “dota de una cantidad adicional” que supone un “incremento global de 26.434 millones de euros para la PAC.
Estas diferencias, a tenor de la propuesta financiera comunicada por la CE, se deben no solo a que unos consideran precios corrientes o nominales (sin actualizar) y otros precios constantes o reales (cuya base es el año 2018) a la hora de valorar la misma (según sus intereses), sino también a que unos comparan las cifras con la última propuesta (muy lesiva, sobre todo para Desarrollo Rural) que hizo la Comisión del Marco Financiero Plurianual (MFP) en febrero o mayo de 2018 para la UE-27, y otros con los fondos de la actual PAC 2014-2020, en la que aún figura Reino Unido.
Desde estos puntos de vista tan distintos de partida, el ministro de Agricultura, Luis Planas, valoró la nueva propuesta de presupuesto para la UE en el período 2021–2027, en la que se incrementa la dotación financiera inicialmente prevista para la PAC, a través de una cantidad adicional incluida en el Instrumento Europeo de Recuperación “Next Generation UE”, y que supone un incremento global de 26.434 millones de euros para la PAC.
Para el ministro, supone una buena base para la negociación en el Consejo Europeo y reconocimiento al papel que juega la PAC en la sociedad europea, que ha quedado manifiesto con la crisis del Covid-19, en la que el sector agroalimentario ha garantizado el abastecimiento de alimentos a la población durante el período de confinamiento. Y en este contexto, la PAC debe ser el principal apoyo que permita al sector agroalimentario español afrontar el reto de la transición justa hacia un modelo más sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental.
“La profunda transformación de nuestro sistema agroalimentario”, añadió el ministro, “precisa de los apoyos suficientes, sobre todo, para nuestros agricultores y ganaderos”, que tienen que contar con explotaciones más rentables para hacer frente a los nuevos desafíos. “Los productores “serán los principales protagonistas del cambio”, al aplicar prácticas y modelos de producción que mitiguen el cambio climático y preserven la biodiversidad y el paisaje.
Las OPAS ven recortes
Con algunos matices, el conjunto de las organizaciones agrarias no ven la propuesta financiera de la CE para la próxima PAC con los mismos ojos que el ministro de Agricultura y discrepan que vayan a existir más fondos que los dispuestos en el actual periodo 2014-2014, principalmente si la comparación se realiza en términos de precios constantes o reales (de 2018).
Además, consideran que son insuficientes no solo para afrontar los retos de producción agraria y abastecimiento de alimentos en cantidad y calidad que necesita la UE, con el fin de reducir su dependencia de las importaciones de países terceros, sino que tampoco servirán para afrontar con relativo éxito los desafíos medioambientales y climáticos que se plantea la Unión Europea
ASAJA
Así, desde la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA), muestra su total oposición a cualquier recorte financiero en la futura PAC, que vendrá marcada por nuevas exigencias en materia medioambiental y climática como consecuencia de la puesta en marcha de las estrategias adoptadas por la CE sobre Biodiversidad y “Del campo a la mesa”.
En contra del planteamiento comunitario, sostiene que estas exigencias deben necesariamente ir acompañadas de compensaciones por las limitaciones que imponen a la producción y sobre todo, con medidas atractivas y que respondan a los tres ejes de la sostenibilidad, medioambiental, social y también económico.
Para esta organización agraria la propuesta de la CE del presupuesto PAC 2021-27, sumados los 15.000 M€ que se destinan a Desarrollo Rural dentro del Fondo de Recuperación, asciende a 348.000 M€ (a precios constantes 2018), frente a los 383.500 millones de la PAC 2014-2020, es decir, un recorte de aproximadamente un 9% y de casi 35.000 millones respecto al actual Marco Financiero 2014-20.
Dicho recorte se concentra en el Primer pilar de la PAC, con casi un 10%, y en un 6 % en Desarrollo Rural, si bien es cierto que la aportación de los 15.000 M€ dentro del Presupuesto de “Nueva Generación UE”, hace que la disminución sea menor que la que inicialmente proponía la CE en febrero de 2018.
Según los cálculos de ASAJA, este recorte se ceba especialmente con España, que puede perder 4.300 millones de euros en este periodo.
ASAJA manifiesta su rotundo desacuerdo con los recortes financieros al sector agrario, calificados de rechazables e intolerables en la actual situación, con muchos sectores y explotaciones que han quedado seriamente afectadas por la crisis del Covid-19 y sus efectos en determinados mercados.
Confía, no obstante aún en que tanto en el seno del Consejo Europeo, como por parte nuestros eurodiputados luchen para mejorar las propuestas y lograr un presupuesto para la PAC acorde con las nuevas ambiciones y retos, y en cualquier caso superior al del actual periodo presupuestario.
COAG
Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), se cifra en 585 M€ la pérdida anual del poder adquisitivo para el sector agrario español, en base a la propuesta sobre el marco financiero 2021-2027, que supone un descenso del gasto agrario en términos reales (-9,1%), más drástico en el pilar de ayudas directas de la PAC (-9,7%), que en el capítulo de Desarrollo Rural (-6,3%), en el que se incluyen 15.000 M€ del fondo Next Generation para afrontar la transición verde de Europa.
El análisis comparativo, COAG cuantifica este “hachazo” en 35.000 M€, repartidos en 7 años para los fondos globales de la PAC en toda la UE, respecto al MFP 2014-2020. La pérdida anual ascendería a 5.000 millones, de los que cerca de 600 millones corresponderían a España, dado que la participación de nuestro país en los fondos agrarios es del 12%.
Todo esto, añade esta organización agraria, en un escenario de grave crisis de rentabilidad de las explotaciones agrarias y mayores exigencias medioambientales, de lucha contra el cambio climático, y de bienestar animal dentro del Paquete Verde Europeo, y por tanto, mayores costes para los agricultores y ganaderos europeos.
En este contexto, COAG pide al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que establezca alianzas con otros países comunitarios para reorientar la propuesta de recorte de Bruselas y reforzar el presupuesto de la PAC en el MFP 2021-2027, más cuando nuestro país ha empezado a ser contribuyente neto al mismo.
“Sería realmente injusto y alarmante que la UE quisiera financiar la transición ecológica de la UE rebajando el apoyo a los hombres y mujeres del campo. Ante retos ambiciosos necesitamos presupuestos ambiciosos, Sánchez debe mantenerse firme ante una propuesta que evidencia la grave incoherencia e hipocresía de la UE en sus políticas. Menos apoyo a nuestros productores, al tiempo que se firman acuerdos de libre comercio con terceros países, puerta de entrada de importaciones que no cumplen con los estándares de calidad, seguridad alimentaria, respeto medio ambiente y bienestar animal de la UE, y caldo de cultivo para la competencia desleal y la presión a la baja de los precios en el campo”, argumentó Miguel Blanco, secretario general de esta organización agraria.
UPA
Desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), se rechaza también el recorte de alrededor del 9% de la PAC, que propone la CE, porque “con cada vez más exigencias y menos presupuestos, las cuentas no les salen a los agricultores y ganaderos españoles.
La CE centró la presentación en el Plan de recuperación económica y en el presupuesto financiero global de la UE 2021-2027, mientras que los fondos previstos para la próxima PAC pasaron más desapercibidos que el resto del Marco Financiero 2021-2027.
Según esta organización agraria, en un primer vistazo inicial a las partidas destinadas al sistema agroalimentario europeo, se demuestra que la PAC sufrirá recortes, lo que es “incongruente e ilógico”, con las cada vez mayores exigencias a las que deben ajustarse los agricultores y ganaderos.
Estos recortes no encajan con la ambición de las instituciones europeas de apuntalar un sistema agroalimentario fuerte y sostenible, que esté en el centro de políticas estrella de la UE como el Pacto Verde Europeo, añade esta organización.
Según UPA, los pequeños agricultores creen que esta primera propuesta deberá ser trabajada y modificada. “Europa se merece una PAC más fuerte, más justa y más social, que apoye a los modelos que más beneficios aportan a la sociedad y que garantice a los 500 millones de europeos la soberanía alimentaria que merecen y demandan.”
Unión de Uniones
Para la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos (UdU), la nueva propuesta de la CE para la PAC 21/27 es insuficiente para que el sector agrario europeo aborde sus objetivos de seguridad alimentaria y de sostenibilidad, acrecentados con la Estrategia “De la granja a la mesa”, sin poner en riesgo la rentabilidad de las explotaciones. La PAC no se beneficia del aumento global del marco financiero para los próximos años, sino que sufre un recorte del 9%.
Esta organización agraria señala que el presupuesto UE (a precios constantes de 2018) sería de 1,1 billones de euro para todo el septenio, al que se sumarían otros 750.000 M€ del instrumento Next Generation EU). Incluso sin esos fondos, el presupuesto global de la UE se incrementaría un 2,77% respecto del período anterior 2014-2020.
Sin embargo, añade Unión de Uniones, pese a que la propuesta de la CE mejora la de mayo de 2018, los gastos del FEAGA y del FEADER se reducen hasta 258.251 millones y 90.013 millones de euros, respectivamente, con recortes en cada caso del 9,75% y del 6,93%. Estas cantidades incluirían los 15.000 M€, que serían gestionados por el FEADER del nuevo instrumento Next Generation EU (NGEU), que habrá que esperar a ver cómo se incorporan en los planes estratégicos de la PAC de los Estados miembros. Esa aportación adicional, que es sólo el 2% del NGEU, es la única que recibe la PAC de dichos fondos.
Por el contrario, la partida financiera Medio ambiente y Clima -fuera de la PAC- se multiplica por 14, gracias a la incorporación de un paquete de 40.000 M€ del Fondo de Transición Justa. Según Unión de Uniones, “una parte significativa de esos fondos debería ir a los eco-esquemas, las medidas agroambientales y a la Estrategia “de la granja a la mesa” en el marco de la PAC para no recortar los recursos destinados al equilibrio de mercados y sostenimiento de renta de los agricultores y ganaderos”.
Con todo, esta organización agraria considera el presupuesto insuficiente para lograr los objetivos fijados en el Pacto Verde europeo y los planteados en el Plan de Energía y Clima a nivel estatal. “Los requisitos no paran de aumentar y el presupuesto no para de disminuir”, añade esta organización.
“Claro que estamos a favor de reducir emisiones, de aumentar superficie ecológica, de adaptarnos al cambio climático” subrayan, pero aclarando que deben fijarse unos objetivos realistas que el modelo productivo pueda asumir con los fondos disponibles “o nos cargaremos esas mismas explotaciones agrarias que decimos que son esenciales para el abastecimiento en tiempos de crisis”.
La UdU insiste en que el incremento de los requisitos medioambientales para los productores europeos podría traer consecuencias catastróficas para el sector agrario, derivadas de las asimetrías generadas por los elevados estándares europeos de producción en comparación con terceros países. Esto podría ser la puntilla para que la agricultura europea deje de ser rentable, sin beneficios ambientales globales.
“Al final, concluye esta organización agraria, la demanda de alimentos no disminuye, sino que crece, y lo que dejemos de producir aquí, lo vamos a tener que importar de países que contaminan más, incrementando la huella de carbono con el transporte.”
Cooperativas Agro-alimentarias
Por su parte, Cooperativas Agro-alimentarias de España valora que Bruselas incluya a la agricultura en el Plan de Recuperación Económica de la UE, (Next Generation EU, que implica una inyección de fondos entre ayudas y préstamos que alcanzarían los 750.000 M€, y dota de 30.000 M€ del Fondo de Transición Justa, destinado a los sectores que deberán adaptarse a la transición medioambiental; de otros 10.000 M€ para aplicar a las Estrategias de Biodiversidad y “De la granja a la mesa” a través del Plan InvestEU, y también aumenta la dotación de 15.000 M€ para el segundo pilar de la PAC (Desarrollo Rura).
Sin embargo, Cooperativas lamenta que la propuesta de presupuesto de la PAC 2021-2017 siga presentando una financiación inferior al del actual Marco Financiero, de los que 28.000 M€ menos corresponderían al Primer pilar y 6.000 millones de recortes a Desarrollo Rural.
Esta organización recuerda a la CE el carácter estratégico de este sector, que ha garantizado el abastecimiento de alimentos a la población europea. Por ello, la futura PAC debería tener al menos la misma dotación presupuestaria que el actual periodo, algo que ya han solicitado el Parlamento Europeo y la mayoría de los Estados miembros, y que sería fundamental para afrontar los importantes objetivos que la transición ecológica exige al sector productor.
Cooperativas señala que estudiará con detalles los recursos destinados a la gestión de mercados, fundamentales para afrontar una crisis como la actual y que la UE debe analizar, al considerar que “la limitación del actual presupuesto en esta partida ha impedido acudir a mecanismos comunes de gestión de mercados suficientes, se han limitado a unos insuficientes 88,5 M€ para todos los sectores en la UE, y han sido los Estados miembros, que disponían de recursos propios, los que han salido en ayuda de sus sectores, poniendo en peligro la integridad del Mercado Único comunitario.
La PAC actual y su presupuesto, añade esta organización, “no están preparados para enfrentarse a graves crisis de mercado, una cuestión que la Comisión debería abordar con seriedad en el debate que se abre en estos momentos.”
Por último, Cooperativas pide que se faciliten de manera real y concreta posibilidades de inversión a estas entidades asociativas, a través de los nuevos programas como InvestEU y del Fondo de Transición Justa, pues estas empresas son cruciales en las zonas rurales, al generar empleo y crecimiento económico y ser claves para aplicar el Pacto Verde Europeo.