La directora general de Producciones y Mercados Agrarios, Esperanza Orellana, presidió este martes 26 de julio por videoconferencia, la reunión de la Mesa Sectorial del Vino, en la que se analizó con las organizaciones representativas del sector el cierre de la campaña 2021/2022, que concluye este 31 de julio, y las perspectivas de la próxima temporada.
Ambas partes evitaron avanzar volúmenes, ni siquiera estimativos o en una horquilla, de la vendimia en ciernes de la nueva campaña de comercialización 2022/23, aduciendo la incertidumbre que supone la falta de precipitaciones y, sobre todo, la ola de calor que se viene padeciendo en el conjunto del país y en las principales zonas productoras.
Prácticamente cerrada la campaña 2021/22, en este encuentro virtual sí se puso de manifiesto el aumento de las salidas de vino al mercado, tras el descenso que supuso para la comercialización la crisis derivada de la COVID-19 en el año anterior.
Así, se comentó que las existencias de vino y mosto, con datos todavía de finales del mes de mayo, eran de unos 43,14 millones de hectolitros, un 6 % por debajo de la campaña anterior en la misma fecha.
De igual manera, el MAPA resaltó la importante revalorización de los vinos, experimentada desde noviembre del año 2021, al situarse su precio unitario en mayo pasado un 17 % por encima de la media del mismo mes del año anterior, alcanzando los 1,36 euros por litro.
Respecto a la nueva cosecha, los representantes del sector vitivinícola se limitaron a poner sobre la mesa, sin ofrecer cifras estimativas concretas, la incertidumbre que actualmente existe por los efectos de la ola de calor, que azota las zonas productoras y que hace difícil sacar conclusiones respecto a la producción futura.
En el transcurso de la reunión, Esperanza Orellana informó también del estado de tramitación de la normativa en desarrollo relacionada con la vitivinicultura. En este sentido, recordó que el Ministerio está inmerso en la tramitación del paquete normativo para la aplicación del Plan Estratégico de la PAC (PEPAC) para España, tras haber obtenido de la Comisión Europea el visto bueno para su presentación.
La nueva PAC atañe, añadió la directora general, tanto al régimen de autorizaciones de viñedo como a la intervención sectorial específica, conocida hasta ahora como Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola (PASVE) y que pasa a identificarse como Intervención Sectorial del Sector (ISV).
Igualmente son importantes para los viticultores las intervenciones desacopladas relacionadas con los ecorregímenes o la ayuda básica a la renta de sostenibilidad (ABRS), cuyo desarrollo normativo inició el procedimiento de consulta pública el pasado 21 de julio.
Por último, la directora general informó al sector vitivinícola del estado de desarrollo del proyecto REDES TECO-Viña, que impulsa el MAPA, con el fin de obtener una herramienta de análisis técnico y económico de las explotaciones, enmarcada en la reconocida y ya experimentada técnica de agronegocios, consistente en la definición de explotaciones típicas (metodología agribenchmarking), y en cuyo desarrollo resulta imprescindible la participación activa del sector.
Esta herramienta permite obtener y comparar parámetros económicos de las explotaciones del sector vitivinícola, tales como los costes de producción o los ingresos.
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