La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, presidió en la sede del Ministerio la entrega de la XXIX edición de los Premios Alimentos de España, donde subrayó que “la alimentación debe convertirse en motor cultural, económico y de desarrollo social”.
El Mapama prepara una nueva estrategia de “Alimentos de España” y un Plan para la Excelencia de la Calidad Alimentaria
La ministra aprovechó al evento para recordar la puesta en marcha de las leyes de la cadena alimentaria, de Denominaciones de Origen de ámbito supraautonómico y Defensa de la Calidad Alimentaria, además de la actualización de numerosas normas de calidad comercial de nuestros alimentos.
Y señaló también que trabaja en una nueva Estrategia de Alimentos de España, que tenga en cuenta la relación que existe entre la alimentación y otros muchos sectores. Se trata de canalizar las sinergias con sectores como la gastronomía, el turismo, la cultura, el deporte, la educación, el medio ambiente y la salud.
Asimismo, García Tejerina indicó que está desarrollando un Programa para la Excelencia de la Calidad Alimentaria, dirigido a incrementar el compromiso de los operadores con la calidad, la mejora de su garantía y el prestigio de nuestros alimentos en los distintos mercados.
En su intervención, la ministra subrayó la alta calidad de los alimentos españoles, que ya eran demandados desde la antigüedad en cantidades importantes y que hoy se siguen solicitando en todo el mundo, con cifras de exportación que baten récords cada mes. Así, en el año móvil finalizado en julio de este año, el valor de nuestras exportaciones agroalimentarias ascendió a 49.159 millones de euros, casi un 59% más que en 2011.
De esta forma, España es el 4º país exportador de la UE y el 8º mundial, y es líder absoluto en aceite de oliva, aceitunas y vino. Además, nuestro país se sitúa en los primeros lugares de frutas y hortalizas y carne de porcino.
En este contexto, García Tejerina ha puesto en valor el incremento del número de productos con calidad diferenciada en España, que ha pasado de contar con 43 Denominaciones de Origen en 1987 a las actuales 345 las Denominaciones e Indicaciones Geográficas Protegidas y Especialidades Tradicionales Garantizadas.
Según señaló, esta calidad se traslada a la forma de elaborar los alimentos, que ha hecho de nuestra gastronomía una referencia en todo el mundo. Además, cerca de nueve millones y medio de turistas, de los 75,3 millones que llegaron a España en 2016, lo hicieron por motivos gastronómicos.
Trabajo conjunto
En su opinión, el éxito de los productos agroalimentarios españoles en todo el mundo es el resultado de un gran trabajo de agricultores, ganaderos, pescadores, elaboradores, distribuidores y restauradores. Todo ello, añadió, con el apoyo del Mapama, que en los últimos cinco años ha impulsado un gran número de iniciativas “que aseguren la excelencia en la calidad de los alimentos”.
Por último, la ministra felicitó a todos los premiados y expresó su agradecimiento por su “excelente trabajo”, precisando que la calidad es el denominador común de los productos premiados. Una calidad que, junto con el respeto a la tradición, la innovación y la internacionalización, son características clave de las empresas españolas que los producen y elaboran.
Ramón Artime
El Premio Extraordinario “Alimentos de España” en su 29ª edición recayó en Ramón Artime, empresario ganadero de Gozón (Asturias) que fue presidente de la Organización Interprofesional Láctea (INLAC) entre 2014 y 2016, periodo muy difícil en el que contribuyó a su desarrollo y que coincidió con el final de las cuotas de producción (abril de 2015), con una situación de mercado excedentaria, debido al fomento de la oferta, que se había impulsado desde las empresas y desde las diferentes instituciones, así como con el veto comercial ruso por motivos políticos y geoestratégicos a los lácteos comunitarios. Además, fue principal partícipe para consensuar la firma del Acuerdo de Seguimiento del Mercado de la Leche, firmado por sector, industrias lácteas y distribución en septiembre de 2015, que ha venido contribuyendo a aliviar temporalmente las caídas de precios.
El también presidente de ASAJA-Asturias y vicepresidente de INLAC agradeció dicho reconocimiento personal, compartiéndolo con todo el sector lácteo español, “por el que continuará trabajando hasta que tenga fuerzas.” Artime señaló que “nací en una explotación ganadera y siento que la ganadería va ligada a mi vida.”
Tuvo palabras para un colectivo, como el ganadero, que ha pasado momentos muy difíciles y que ha invertido mucho dinero en la mejora y modernización de sus explotaciones desde el punto de vista de su gestión, de la genética del ganado, de alimentación, de sanidad animal, de formación profesional y desde el punto de vista medioambiental, que en muchos casos no ha sido reconocido.
Por último, indicó que, en su caso, sí hay relevo generacional en su nieto de ocho años, Rubén Artime, del que dijo que va a estudiar como su padre para luego ser ganadero
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