Servicios técnicos de COAG
La Política Agraria Común (PAC) es una herramienta concebida para facilitar la seguridad alimentaria, tanto en términos de abastecimiento como de sanidad, a los consumidores europeos y para facilitar, asimismo, una renta digna a los agricultores y ganaderos que producen esos alimentos. Ahora, también, para reconducir las producciones agrarias hacia escenarios más compatibles con la sostenibilidad medioambiental.
La Política Agraria Común (PAC) es una herramienta concebida para facilitar la seguridad alimentaria, tanto en términos de abastecimiento como de sanidad, a los consumidores europeos y para facilitar, asimismo, una renta digna a los agricultores y ganaderos que producen esos alimentos. Ahora, también, para reconducir las producciones agrarias hacia escenarios más compatibles con la sostenibilidad medioambiental.
El resultado de esta política no siempre es el mejor posible y, por otra parte, el equilibrio entre los condicionantes alimentarios, productivos y medioambientales no es fácil, por lo que la PAC se ha reformado en varias ocasiones. La última de estas reformas, que entró en vigor en 2023 y durará hasta 2027, provocó probablemente la mayor contestación conocida en el sector agrario europeo y la respuesta política no se hizo esperar: llegó lo que ya se conoce de forma generalizada como ‘flexibilización’. Todos los años la PAC tiene algunas modificaciones, en 2024 y 2025, como consecuencia de la flexibilización, estas han sido más importantes. Hemos pedido a verdaderos expertos, en este caso de los de los servicios técnicos de COAG, que indiquen, con claridad, cuáles son las novedades que los agricultores y ganaderos van a encontrar a la hora de hacer su solicitud de ayudas de este año para que sirva de orientación a todos ellos y a cuantos puedan estar interesados.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Unión Europea han introducido una serie de flexibilizaciones y simplificaciones en la Política Agrícola Común (PAC) que beneficiarán a agricultores y ganaderos a partir de la campaña 2025. Estas modificaciones buscan facilitar la gestión de las ayudas y adaptar los requisitos a las necesidades reales del sector.
Se han simplificado y flexibilizado las Buenas Prácticas Agrarias y Medioambientales (BCAM) que los agricultores deben cumplir para recibir las ayudas directas de la PAC.
BCAM 5 (Erosión): Se flexibiliza la gestión de la labranza, permitiendo labrar a favor de pendiente en parcelas pequeñas (≤ 1 ha) o irregulares en cultivos leñosos, así como en parcelas con sistemas de riego o marcos de plantación que impidan la labranza transversal.
BCAM 6 (Suelo): Se amplían las opciones para mantener una cubierta mínima del suelo, permitiendo labores poco profundas en cultivos herbáceos de invierno entre la recolección y el 1 de septiembre, el abonado en verde antes de la recolección (siempre que se mantenga una cobertura mínima), el uso de cubiertas inertes en cultivos leñosos con pendiente superior al 10 % y tratamientos agrícolas en barbechos entre abril y junio.
BCAM 7 (Suelo): Se ofrece al agricultor la opción de elegir entre una rotación anual de un tercio de la explotación o una diversificación anual de cultivos para preservar el potencial del suelo.
BCAM 8 (Biodiversidad): Se mantiene la protección de elementos del paisaje y la prohibición de podar setos y árboles en época de cría de aves, pero se elimina la obligación de destinar un porcentaje de la superficie a elementos no productivos.
Pastos: En el pastoreo extensivo, la autoridad competente podrá reducir la carga ganadera mínima necesaria, de forma permanente o temporal, en función de condiciones estructurales o coyunturales.
Siega sostenible e islas de biodiversidad: Se simplifican los requisitos técnicos, ampliando el periodo para limitar la siega, reduciendo el número de cortes y disminuyendo el porcentaje de superficie destinada a islas de biodiversidad.
Espacios de biodiversidad: Se permite establecer franjas de biodiversidad entre líneas de cultivo con un coeficiente de ponderación de 2, similar a los márgenes e islas de biodiversidad. También se permite establecer zonas de no cosechado de leguminosas.
Cubiertas en cultivos leñosos: Se permite al agricultor elegir el método de mantenimiento de la cubierta vegetal (mecánico o mediante ganado), incluyendo la inversión de flora como excepción para el uso de fitosanitarios, o la combinación de prácticas. En secanos, se permite establecer cubiertas vegetales o inertes en calles alternas, eliminando el requisito de que la cubierta vegetal deba permanecer viva en un periodo determinado y permitiendo labores superficiales de mantenimiento entre abril y septiembre. En secanos áridos, se permite cumplir con la práctica de cubierta vegetal o inerte estableciendo ésta en el 50 % de la superficie declarada.
Cuaderno de explotación: El agricultor podrá realizar las anotaciones requeridas para ciertas ayudas en formato papel o digital, a su elección.
Fotos georreferenciadas: El uso de fotos georreferenciadas será voluntario, pudiendo ser utilizadas para evitar controles sobre el terreno o como prueba en caso de desacuerdo con los resultados de los controles por satélite.
Pequeñas explotaciones: Las explotaciones de hasta 10 hectáreas no estarán sometidas a controles ni penalizaciones en relación con las normas de condicionalidad medioambiental o reforzada.