El ministro de Agricultura, Luis Planas, analizó junto a las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA) las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania en los mercados agroalimentarios, como primer punto del orden del día de la reunión de este jueves 3 de marzo del Comité Asesor Agrario.
Planas: «la guerra en Ucrania nos obliga a garantizar la seguridad alimentaria en Europa»
Todos los interlocutores mostraron su solidaridad con el pueblo ucraniano y el ministro aseguró que “estamos ante una situación excepcional, que requiere de medidas excepcionales, en las que es necesario actuar con celeridad para asegurar la producción y abastecimiento alimentario en Europa.”
“El orden de prioridades cambia”, afirmó Planas, y la Comisión Europea tiene que flexibilizar medidas para afianzar la disponibilidad de materias primas, como le manifestaron los Estados miembros, entre ellos España, en la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE.
Como era de esperar, el ministro y las OPAs mostraron la preocupación de que pueda producirse un encarecimiento de los precios por las tensiones en el abastecimiento de algunos productos, puesto que Ucrania y Rusia son dos grandes productores de cereales y oleaginosas en el mundo.
En el caso de España, el ministro recordó que Ucrania es el segundo suministrador de maíz de nuestro país, por detrás de Brasil, con un volumen medio por temporada de 2,7 Mt, el 22 % de las compras de este producto en el exterior, y también son importantes las importaciones de torta de girasol, con 233.00 t, el 68 % del suministro total que recibe España.
Estos productos, añadió Planas, tienen un gran uso en la fabricación de piensos para alimentación animal, aunque, por el momento, el puerto de Tarragona, principal granero de maíz ucraniano, tiene provisiones para 45 días y de ahí la necesidad de ampliar la recepción desde otros países y de ampliar cosechas.
En este sentido, indicó que, debido al conflicto en Ucrania, la actividad comercial desde los puertos de este país del Este está totalmente paralizada, existiendo muchas dudas de que, además, existan posibilidades de siembra y producción para la próxima campaña de comercialización 2022/23.
El ministro recalcó que se trata de un problema que afecta al conjunto de Europa, por lo que solicitó que la Comisión Europea active todos los mecanismos que sean necesarios para facilitar la disponibilidad de materias primas en el mercado único y que se flexibilicen las medidas de la PAC para que se pueda incrementar la producción.
En este sentido, apuntó la necesidad de que se flexibilicen algunos requerimientos técnicos aplicables a las importaciones, siempre con el aval de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés).
En concreto, demandó a la CE que flexibilice los requisitos de importación de maíz y otros cereales así como de oleaginosas para facilitar su llegada a la UE desde todos los orígenes, dada la imposibilidad de traerlo de Ucrania por la situación de guerra y porque es necesario, principalmente, para asegurar la producción de alimentación para animales.
Asimismo, se ha pedido suavizar «temporal y excepcionalmente», y siempre que fuese necesario, los requisitos que impone la UE sobre uso de fitosanitarios o de Organismos Modificados Genéticamente (OGM). Planas puso como ejemplo la compra de maíz en Argentina, salvando las restricciones en límites máximos de residuos fitosanitarios o la llegada de maíz y soja OGM de EE.UU., pero todo ello siempre bajo el control de la EFSA».
También, considera conveniente adaptar las ayudas directas de la Política Agraria Común (PAC) al “nuevo escenario”, de manera que sea posible aumentar la disponibilidad de superficies destinadas a la producción de maíz y otros cereales.
En coincidencia con la CE, Planas abogó, igualmente, por movilizar al grupo de expertos del Mecanismo de Respuesta ante las Crisis de Seguridad Alimentaria, así como a instancias internacionales como la FAO o el G20 para asegurar que no se interrumpan los flujos comerciales internacionales.
Planas señaló que el conflicto bélico ha desencadenado ya un incremento de precios de las materias primas, que afecta muy en especial al sector productor ganadero, y que se suma a la situación de sequía que padece gran parte de nuestro país. Y, aunque mencionó que no se prevén problemas de desabastecimiento a muy corto plazo, sí hay que adoptar medidas en el seno comunitario para asegurar la producción y evitar que se rompan las cadenas de suministro.
No obstante, el ministro quiso lanzar un mensaje de «tranquilidad» a la sociedad porque «no existe riesgo a corto plazo» de desabastecimiento alimentario y a los productores les ha indicado que todos los actores están trabajando juntos para que sus intereses sean preservados.
Las medidas que quiere poner en marcha la UE, añadió Planas, “eso sí, tienen que implementarse en el plazo más breve posible, a pesar de ese margen con el que se cuenta. La guerra en Ucrania, prolongará el escenario de «elevados precios» para los inputs agrarios y tenemos que estar preparados ante este escenario».
Planas recordó también que España y Portugal ya habían pedido a la Comisión Europea que arbitre medidas que ayuden a paliar otro de las principales amenazas que se proyectan en este momento sobre el sector, la sequía.
Reacciones
Tras esta reunión, el presidente de ASAJA, Pedro Barato, declaró que «ya no caben restricciones para garantizar el abastecimiento a la ganadería, añadiendo que la agresión de Rusia a Ucrania «agudiza una situación que ya se venía produciendo de carestía de la producción, escasez de materias primas y volatilidad de los mercados».
En ese contexto, afirmó Barato, cabría replantearse determinadas normativas europeas, y que es el «momento de darle una pensada a determinados planteamientos que Europa ha venido desarrollando por un rodillo de ONG y grupos políticos radicales».
Por su parte, el secretario general de COAG, Miguel Padilla, indicó que existe una gran preocupación por los agricultores y ganaderos, en lo que respecta al abastecimiento de materias primas y que «hay que tomar medidas excepcionales, empezando por una «flexibilización» para poder proveer a los ganaderos de materias primas, evitando un problema de especulación, “ya que aprovechando que hay poco producto se está aumentando su precio y comienza a ser inasumible».
A su vez, el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, demandó “celeridad a la UE para que se adopten las medidas propuestas, porque lo más importante ahora asegurar la producción de alimentos, lo que obliga a tener que reflexionar profundamente sobre el funcionamiento de la PAC, que se fundó para garantizar la alimentación en la UE ante acontecimientos como una guerra o la pandemia de Covid.”
PE-PAC
Por último, en relación con los nuevos pasos a seguir para la aprobación del Plan Estratégico de la PAC (PE-PAC), se espera que la Comisión Europea emita a finales de marzo sus observaciones al plan español, aunque el MAPA viene trabajando ya en la aprobación del paquete normativo necesario para la entrada en vigor de esta reforma a partir del 1 de enero de 2023.
Luis Planas informó también que el Ministerio está ya en la última fase de tramitación para aprobar el real decreto de ordenación del sector bovino que, a su entender, lo dotará de un marco legislativo actualizado y favorecerá el desarrollo de un sector sostenible, económicamente viable y con capacidad exportadora, con el foco puesto en la rentabilidad de las explotaciones familiares y profesionales.
