La polémica por las críticas del ministro de Consumo, Alberto Garzón a las “macrogranjas” llevó al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, a tachar sus declaraciones de “bastante desafortunadas", reprochándole que no le llamara cuando la alimentación no es un asunto de su competencia.
Planas: las declaraciones de Garzón sobre el sector ganadero-cárnico fueron “bastante desafortunadas”
Finalmente, los dos responsables ministeriales conversaron este martes 11 de enero, tras la reunión del Consejo de Ministros y tras varios días en que se ha suscitado la controversia en los medios.
No obstante, desde Unidas Podemos cerraron filas con el ministro de Consumo y consideraron que Planas se hacía eco también de lo que consideran un “bulo”, como le reprochó Javier Sánchez, diputado morado y secretario tercero de la Mesa del Congreso, quien aseguró que Garzón «en ningún caso» habló de la ganadería española, sino que se refería a una práctica que hasta la UE quiere limitar.
Al respecto, criticó que el PSOE no haya frenado en la Mesa unas preguntas del PP, Cs y Vox dirigidas a Garzón para ser planteadas en la Comisión correspondiente.
También en la misma línea se pronunció el portavoz nacional de Podemos, Pablo Fernández, que calificó de «preocupante» y «grave» que cargos del PSOE, incluido el ministro de Agricultura, den «pábulo a los bulos de la derecha y la ultraderecha sobre Garzón.”
El ministro, por su parte, guardó silencio y no quiso entrar en esta nueva polémica en la que se ve inmerso, ni tampoco lo hizo a través de las redes sociales, aunque sí “retuiteó” cuestiones que tenían que ver con las “macrogranjas”.
A pesar de los ataques directos de UP al PSOE, el portavoz de este partido político en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, quiso quitar hierro a este nuevo encontronazo en el seno de la coalición de Gobierno, descartando por completo una eventual ruptura y circunscribir este choque a la proximidad de las elecciones autonómicas en Castilla y León.
En el Congreso, donde se reunió la Mesa por primera vez tras las vacaciones navideñas, PP, Vox y Cs solicitaron la comparecencia del ministro Garzón, la reprobación y su cese, todo a la vez, y censuraron al presidente del Gobierno porque no lo haya cesado, pese a que consideran que ha atacado al sector ganadero, dejando «a la altura del barro» la imagen exterior de España.
Los populares y el partido de Santiago Abascal se sumaron a la iniciativa de Ciudadanos, un día después de que Sánchez desautorizase a Garzón, tras señalar que lamentaba “muchísimo” la polémica suscitada respecto a las declaraciones del ministro de Consumo contra las “macrogranjas” por contaminar el agua y el aire, y exportar carne «de peor calidad».
Para la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, Sánchez debería haber cesado a Garzón «desde el minuto uno», pero «no quiere o ha decidido que no puede» para no discutir con la parte morada del Gobierno, aunque confía en que los ministros socialistas «se mojen» a la hora de reprobar a Garzón.
Ciudadanos insistió en sus críticas y exigió el cese del ministro de Consumo, porque no es tolerable que un miembro del Ejecutivo vaya por ahí «echando piedras sobre el tejado de España», afirmó el portavoz parlamentario, Edmundo Bal.
El partido “naranja” pidió, además, eliminar el Ministerio de Consumo, al considera que no sirve para nada y dedicar su presupuesto a realizar una campaña internacional para promocionar la industria agroalimentaria.
A estas críticas, se añadieron también otras iniciativas para promover mociones en los Ayuntamientos en defensa, por un lado, de la ganadería tradicional y el rechazo a la intensiva, como es el caso de Unidas Podemos, en el País Vasco, o en contra de Garzón, como prevé hacer Vox en la Región de Murcia, según la agencia EFE.
Calidad y seguridad agroalimentaria
Unas horas antes, por la mañana, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, lamentó en declaraciones a la emisora de radio Onda Cero, que se ponga en duda la calidad y la seguridad de los productos agroalimentarios españoles, tras la polémica desatada por las macro-granjas.
Planas calificó como “de bastante desafortunadas» las palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, que en una entrevista al diario británico «The Guardian» criticaba ese tipo de explotaciones por contaminar y exportar carne «de peor calidad».
El titular de Agricultura señaló, además, que no hubo una comunicación previa en un tema que es de su competencia y lamentó que se ponga en tela de juicio «la actividad de gente muy honrada» para los que el Gobierno está trabajando, en alusión a los ganaderos.
Planas destacó la calidad de los productos agroalimentarios españoles, cuyas exportaciones han sumado 58.200 millones de euros en los últimos doce meses, de los que el 21 % corresponden a productos cárnicos.
El ministro de Agricultura mostró también su preocupación por la confusión generada alrededor de la ganadería intensiva y la extensiva, cuando «no hay un conflicto, sino diversidad» de modelos, y por la identificación de la ganadería intensiva con las “macrogranjas”, que son de dimensiones «muy diferentes».
En su opinión, la polémica obedece a la campaña electoral en Castilla y León, donde el PP ha tomado el asunto como bandera.
El ministro instó a solucionar los problemas de la gente y no crearlos y, en ese sentido, mencionó las acciones llevadas a cabo por su departamento, como el incremento de las ayudas acopladas de la Política Agraria Común (PAC) para apoyar la ganadería extensiva o las campañas de promoción de «Alimentos de España».
Además, recordó que se está llevando a cabo una reordenación del sector ganadero, concretamente el porcino con un decreto de 2020, el avícola con otro decreto de 2021 y ahora con la exposición pública de otra norma referente al vacuno, donde se ha establecido un límite de 850 unidades de ganado mayor (UGM), que corresponden a 725 vacas de leche o 1.400 terneros por explotación de carne.
Planas destacó que la agricultura y ganadería familiar y profesional son el eje del sector, «la inmensa clase media que merece reconocimiento, respeto y apoyo» para ser mínimamente rentables, señalando que las explotaciones ganaderas deben someterse a un proceso de autorización y a las reglas nacionales, autonómicas y locales.
«Tenemos explotaciones agrícolas y ganaderas que funcionan de acuerdo a lo establecido en la normativa vigente nacional y europea» y todas las carnes producidas en intensivo, aunque sean de diferente calidad, son productos saludables y están por encima de los estándares nacionales y europeos, concluyó el ministro.
Malestar y rechazo de la industria cárnica
Por su parte, la industria cárnica española, representada por las patronales empresariales, ANICE y FECIC, mostraron su total rechazo a las polémicas declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, en el rotativo británico “The Guardian”; unas críticas que, según advirtieron, pueden ser aprovechadas por otros países exportadores de estos alimentos.
Así, Miguel Huerta, secretario general de la Asociación Nacional de Industrias de la carne de España (ANICE) aseguró que las declaraciones, «sin fundamento», de Garzón no se atienen «en absoluto a la realidad del sector y pueden causar un grave perjuicio al mismo, al haberlas hecho en un medio de ámbito y repercusión internacional.”
A su juicio, son «críticas injustas que serán aprovechadas por los competidores y que pueden afectar a la trayectoria de internacionalización del sector cárnico».
Huerta recordó los datos de récord de una industria que en 2020 exportó carne y productos cárnicos por valor de 8.680 M€, prácticamente un 15 % más que el año anterior, subrayando que «no se llega a ser el segundo exportador de carne del mundo haciendo las cosas como cree el ministro».
Al contrario, Huerta hizo referencia a la «buenísima imagen y reputación del sector en los mercados exteriores, por la calidad las exportaciones, el rigor y la seriedad», lo que ha permitido adelantar a países, como Estados Unidos, en mercados estratégicos como el chino.
Igualmente, el secretario general de la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (FECIC), Josep Collado, coincidió en que la gravedad de las declaraciones de Garzón está en el contexto de las mismas, pues es «inaudito que un ministro vaya a un medio internacional a cuestionar públicamente la calidad y la seguridad de los productos exportados por las empresas de su país».
Para Collado, con sus manifestaciones “Garzón perjudicó, a sabiendas, la imagen y el prestigio de la carne y los elaborados cárnicos que España exporta en todo el mundo y, por extensión, los intereses económicos de las empresas exportadoras».
FECIC defendió igualmente la apuesta por la innovación de la industria cárnica, gracias a proyectos propios para aprovechar de manera inteligente, en el medio y largo plazo, los fondos Next Generation para trabajar a favor de la biodiversidad y la seguridad, abogando por responder apuntando las medidas concretas que desarrolla el sector en la línea de las demandas que se requieren.
Entre ellas, citó la innovación en la alimentación animal para evitar el uso de productos provenientes de la deforestación; el desarrollo tecnológico en favor de la economía circular para convertir los purines en energía a través del biogás, y el uso de aguas regeneradas en determinadas aplicaciones en la producción ganadera y la producción cárnica.
Para Collado, estos elementos, junto con los compromisos ya adoptados por el sector, como la reducción del uso de antibióticos o la reformulación de los elaborados cárnicos reduciendo sus contenidos de grasa y sal, son una «buena hoja de ruta».