El ministro en funciones, Luis Planas, envío una carta a los consejeros de Agricultura de las distintas CC.AA., en la que apela a su responsabilidad para aplicar las flexibilidades en las solicitudes de la PAC del próximo 2024, señalando que éstas no deben llevar a un desvío del cumplimiento de los objetivos medioambientales, como es el caso de la aplicación de los ecorregímenes (EE.RR.) o de la condicionalidad reforzada.
Estas peticiones son un «aviso a navegantes» para aquellas CC.AA. que se han embarcado ya en su intención de aplicar similares flexibilizaciones que las aprobadas en el primer año de la nueva PAC 2023-27, caso de Andalucía y Extremadura, por el momento, debido a las adversidades meteorológicas (sequía), y a las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania, y que también se justificaron por lo novedoso del nuevo régimen de ayudas. Sin embargo, en la nueva campaña, la Comisión Europea no ha propuesto por ahora prorrogar tales cambios en la PAC de 2024.
Estas peticiones son un «aviso a navegantes» para aquellas CC.AA. que se han embarcado ya en su intención de aplicar similares flexibilizaciones que las aprobadas en el primer año de la nueva PAC 2023-27, caso de Andalucía y Extremadura, por el momento, debido a las adversidades meteorológicas (sequía), y a las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania, y que también se justificaron por lo novedoso del nuevo régimen de ayudas. Sin embargo, en la nueva campaña, la Comisión Europea no ha propuesto por ahora prorrogar tales cambios en la PAC de 2024.
En concreto, en la misiva enviada este lunes 6 de noviembre, Planas solicita a los consejeros autonómicos que basen las flexibilidades de determinados requisitos de la PAC en un análisis detallado de las condiciones climáticas de su territorio, para evitar posteriores correcciones financieras («multas») de la Comisión Europea (CE) que afecten a sus agricultores y ganaderos.
El ministro recuerda también que el Plan estratégico de la PAC (PEPAC) 2023-27 es fruto de “la gran diversidad” del territorio español y del clima, que conforman la agricultura y la ganadería de España “con diversos modelos de producción y una extraordinaria riqueza de cultivos y producciones ganaderas”.
Precisamente por ello, añade, “con el objetivo de tener en cuenta esta diversidad, el Plan Estratégico recoge ocho prácticas posibles para optar a las ayudas de los ecorregímenes (EE.RR.), adaptadas a los distintos usos del suelo”.
Además, señala que «la normativa de desarrollo del Plan, “prevé diferentes flexibilidades para tener en cuenta las situaciones que puedan darse en las distintas zonas de España», citando como ejemplos que los requisitos de los EE.RR. pueden variar en función de si un pasto es húmedo o mediterráneo; o de si una tierra de cultivo es de secano o regadío, estableciéndose la posibilidad de que las CC.AA., en función de las condiciones climáticas, puedan ajustar diferentes parámetros, como son los casos de la carga ganadera o el porcentaje máximo de barbecho, entre otros.
Luis Planas subraya también en la misiva que “esta potestad de las CC.AA. es necesaria, a la vista de las grandes diferencias de condiciones climáticas en nuestro país, que dificultan la toma de decisiones a nivel nacional que satisfagan las necesidades de todo el territorio”.
Al respecto, el ministro apela al “conocimiento cercano y profundo de la realidad sectorial y del territorio de los máximos responsables de las CC.AA. para que la decisión de aplicar una o varias de las flexibilidades previstas en la normativa se haga con responsabilidad, y así evitar que la decisión que adopten pueda conllevar correcciones financieras para la Comunidad Autónoma.»
Planas insiste en que, «a la hora de adoptar una decisión es importante que se haga en base a un análisis detallado de las condiciones climáticas de la Comunidad Autónoma, con información detallada sobre si la situación es uniforme en todo el territorio o afecta del mismo modo a todas las producciones.»
El objetivo, señala el ministro, es “delimitar, de forma clara, las zonas en las que es necesario aplicar estas flexibilidades, sin que supongan un desvío en el cumplimiento de los objetivos medioambientales y climáticos, recogidos en el Plan estratégico, que serán fiscalizados por la Comisión Europea.»
Por todo ello, el ministro recomienda en su carta a los consejeros de Agricultura de las CC.AA. «que empleen indicadores objetivos en los informes en los que amparen sus decisiones, los cuales deben quedar a disposición de los procedimientos de fiscalización del gasto, particularmente importantes por tratarse de fondos comunitarios”.
A este respecto, recordó igualmente que «las consecuencias financieras que pudieran derivarse del recurso indebido a las flexibilidades deberán ser asumidas por la Comunidad Autónoma.»
Según Planas, “los agricultores y ganaderos deben contar con la estabilidad necesaria a la hora de tomar decisiones”, puesto que las flexibilidades son “ajustes puntuales a lo largo del periodo de aplicación de la PAC y deben adoptarse con responsabilidad.”
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