La Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada, AEFA prevé, por ahora, que la producción de esta materia prima a lo largo de la vigente campaña 2022/23 disminuya un 25% en comparación con la pasada campaña.
Según indica esta Asociación, “la cosecha de alfalfa de esta temporada podría situarse cerca de 1.150.000 toneladas, unas 300.000 t menos respecto a los datos de la pasada campaña 2021-22., debido a la sequía y a la falta de agua para riego, principalmente.
Más en concreto, esta Asociación estima que la superficie destinada a la deshidratación ha sufrido una fuerte bajada en el global de España, de cerca de un 20% en relación a la pasada campaña.
A esta situación, se le ha sumado por un lado la sequía, que está afectando a la mayoría de CC.AA. donde se producen forrajes, y por otro, a la aparición de plagas de gusano en el cuarto corte de la alfalfa, añade AEFA.
Desde esta Asociación recalcan que “la campaña ya la comenzábamos con la idea de una bajada de producción, debido a la disminución de superficie cultivada. Desgraciadamente, este año todos los factores que pueden influir negativamente en el cultivo se están dando, como son la dificultad para regar los últimos cortes en algunas zonas productoras, la sequía en los forrajes de secano, así como también la aparición de plaga de gusano en el cuarto corte”.
Del total de los forrajes procesados en nuestro país en lo que va de campaña, el 80 % correspondería a alfalfa deshidratada (tanto en formato bala como en granulado); otro 13 % a otros forrajes (festuca, ray Grass y vezas) y el 6,4% a la avena forrajera.