El Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) ha emitido una resolución para el inicio del procedimiento para la gestión de la transformación en zumo con pago en especie para sufragar los costes de transformación de naranjas, clementinas, mandarinas y satsumas retiradas con destino a distribución gratuita en la actual campaña 2018/19.
El FEGA inicia el procedimiento de retirada de 50.000 t de cítricos frescos para zumo
En volumen, se trata de 30.000 toneladas de naranja y 20.000 t de pequeños cítricos, a cuya retirada se podrán acoger las organizaciones de productores (OPs) a través de su programa operativo a partir del martes 8 de enero y hasta el 31 de marzo. Periodo en el cual las OP podrán presentar sus notificaciones para la retirada a la comunidad autónoma competente.
El inicio físico de las retiradas podrá realizarse tras la validación de las notificaciones por la C.A. correspondiente, tras la comunicación del FEGA de la disponibilidad de cupo.
Los detalles del procedimiento se incluyen en el anexo adjunto:
Anexo_Resolucion_FEGA_pago_en_especie_2019
Campaña pésima en Córdoba
Por otra parte, la organización agraria ASAJA-Córdoba informó que la campaña de la naranja se encuentra actualmente al 20-25% de la recolección en la provincia de Córdoba, la principal productora en Andalucía.
La campaña, según esta organización está resultando “pésima en cuanto a precios y está muy retrasada en la recolección, comparada con la del año pasado donde por estas fechas nos encontrábamos en torno al 35% del total previsto.”
Los precios en origen de las naranjas se han hundido después de un par de años en los que se habían recuperado ligeramente, debido a varios factores, entre los que destaca el solape con producciones de terceros países, especialmente por el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Sudáfrica.
Un kilo de naranjas se paga en el campo entre 0,10-0,14 € en el caso de la Navelina y entre 0,14-0,20 € en el caso de la Salustiana, según la Lonja de la Cámara de Comercio, unos precios muy inferiores a los cotizados en la misma época del año anterior a pesar de que se espera una producción similar o incluso inferior a la de la campaña pasada.
Sin embargo, en los lineales de algunos supermercados pueden alcanzar los 2 €/Kg en algunos casos, lo que está provocando fuertes pérdidas económicas a los productores que en muchos casos están vendiendo por debajo de los costes de producción, establecidos en 0,15 €/Kg en los estudios de la Cadena de Valor del Ministerio y de la Junta de Andalucía.
Acuerdo con Sudáfrica
En esta crisis de precios, según ASAJA-Córdoba, ha tenido mucha culpa la aplicación del acuerdo comercial de la Unión Europea con Sudáfrica, que entró en vigor en 2016 y que permite que la importación de cítricos de este país llegue hasta el 30 de noviembre, con unos aranceles que en 2018 han sido del 11,6% e irán reduciéndose hasta desaparecer en 2026.
A juicio de esta organización agraria, las variedades tardías de naranjas sudafricanas se solapan con las primeras de la temporada española, como la Navelina o la Salustiana habiendo incluso todavía en los lineales naranjas de países del Cono Sur como Uruguay.
A pesar de lo anterior y de las quejas y protestas de todas las organizaciones agrarias, incluida ASAJA, el Gobierno de España considera que no se dan las circunstancias para activar la cláusulas de salvaguardia contempladas en el Acuerdo Comercial de la U.E con Sudáfrica, y solo han contemplado a través del Ministerio de Agricultura retirar del mercado 50.000 toneladas de naranjas y mandarinas, con destino a entidades caritativas y a la producción de zumo, que será distribuido gratuitamente a través de los bancos de alimentos.
Desgraciadamente, las noticias que llegan de otros países como Turquía, Egipto y Marruecos, donde se espera una cosecha record, “hacen que aumente la preocupación, ya que las producciones de estos países van a competir con nuestras variedades tardías, una competencia a todas luces desleal ya que no competimos en igualdad de cotes laborales y exigencias fitosanitarias con estos países”, añade esta organización.
Por último, ASAJA recomienda a todos los agricultores que no vendan sus producciones a resultas y establezcan contratos en las condiciones que establece la Ley de la cadena Alimentaria, especialmente en un año como éste en el que la producción es similar o inferior al año pasado y en el que los precios en origen deberían estar en el entorno de los del año pasado, “pero que factores externos y ajenos han hecho que volvamos a los años en los que los precios en origen se encuentran por debajo de los costes de producción”.