La Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura informó que la intensificación de la vigilancia llevada a cabo por los Servicios Veterinarios Oficiales (SVO) a raíz de la notificación el pasado 22 de septiembre de la presencia de virus de Viruela Ovina y Caprina (VOC) en una explotación de ovino en el municipio de Benamaurel (Granada), permitió la confirmación de un total de nueve focos de la enfermedad: tres en provincia de Granada y seis en la provincia de Cuenca (ver mapa 1 en archivo adjunto).
El censo afectado en estos nueve focos confirmados en las poblaciones de Benamaurel y Cúllar, en la provincia de Granada, y de Villaescusa de Haro, en la provincia de Cuenca, es de 17.138 ovinos y 43 caprinos, en explotaciones ganaderas destinadas a la producción de carne y de leche (9.069 ovinos y 43 caprinos) en estas localidades, así como centro de concentración (5.965 ovinos) y cebadero (2.104 ovinos) en este caso solo en Villaescusa de Haro.
El censo afectado en estos nueve focos confirmados en las poblaciones de Benamaurel y Cúllar, en la provincia de Granada, y de Villaescusa de Haro, en la provincia de Cuenca, es de 17.138 ovinos y 43 caprinos, en explotaciones ganaderas destinadas a la producción de carne y de leche (9.069 ovinos y 43 caprinos) en estas localidades, así como centro de concentración (5.965 ovinos) y cebadero (2.104 ovinos) en este caso solo en Villaescusa de Haro.
Las autoridades de Andalucía y Castilla – La Mancha están adoptando las medidas de control contempladas en el Reglamento Delegado (UE) 2020/687 de la Comisión, por el que se completa el Reglamento (UE) 2016/429 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo referente a las normas relativas a la prevención y el control de determinadas enfermedades de la lista, y que incluye el sacrificio de los animales, eliminación de los cadáveres en planta de trasformación, limpieza y desinfección oficial de la explotación, establecimiento de una zona de protección de 3 km y una de vigilancia de 10 km, con refuerzo de medidas de bioseguridad y vigilancia en las explotaciones, así como la aplicación de medidas de restricción de movimiento de animales y productos y la investigación epidemiológica para tratar de identificar el origen del virus, aún bajo estudio, así como los posibles contactos de riesgo que se hayan podido dar, entre otras.
El MAPA recuerda que se trata de una enfermedad no zoonósica que afecta exclusivamente a las especies ovina y caprina, sin que en ningún caso pueda transmitirse al ser humano, ni por contacto directo con los animales, ni a través de productos de los mismos.
Asimismo, el MAPA resalta, por un lado, la importancia de aplicar en todo el territorio nacional unas adecuadas medidas de bioseguridad en las explotaciones de ovino y caprino y durante en el transporte animal, así como, por otro, la gran importancia de garantizar el buen funcionamiento de los sistemas de vigilancia pasiva para detectar tempranamente la eventual entrada de la enfermedad en otras explotaciones, para lo cual es vital que se comunique a los SVO cualquier indicio de la enfermedad que pudiera aparecer en las explotaciones de ovino y caprino del país.
Toda la información relacionada con la enfermedad, incluidos los signos característicos, se puede encontrar en el siguiente enlace:
Informe RASVE/MAPA: nota-actualizacionsituacionvocenespana2992022_