El sector agroalimentario español, incluyendo la distribución, aportó cerca de 100.000 millones de euros en 2020 a la economía, el 9,7 % del Valor Añadido Bruto (VAB), y aportó un total de 2.270.000 empleos, el 11,7 % del total nacional.
Un sector agroalimentario resiliente alcanzó un 9,7% del PIB en la economía española en 2020
A su vez, las exportaciones lograron un crecimiento del 2,3 % en 2020, a pesar de las trabas logísticas de los meses más álgidos de la Covid-19, y la productividad del sector se aupó en un 38 % por encima de la media europea, gracias principalmente al sector primario y, en menor medida, a la industria agroalimentaria y a la distribución.
Además, el precio de los alimentos aumentó un 1,1 % (idéntico porcentaje que la media europea) y, en relación a la media de la UE-27, fueron un 5,6 % más baratos.
El peso de los alimentos y bebidas en la cesta de la compra en España representa el 24 % del gasto total, unos 3,7 puntos más que en el conjunto de Europa, y también 4,3 puntos más que en 2019 en el contexto de la Covid-19, donde la población elevó el consumo en los hogares.
El somero informe 2020 del “Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo” fue presentado este jueves 8 de julio por el presidente de Cajamar Caja Rural, Eduardo Baamonde, en un acto clausurado por el ministro de Agricultura, Luis Planas y, en el mismo, se analiza como en informes de anteriores, la aportación del sector primario, la industria transformadora y la distribución de alimentos y bebidas a la economía española.
Su elaboración ha contado con colaboración del Instituto Valenciano de Investigación Económica (IVIE)/Universitat de Valencia, bajo la dirección de Joaquín Maudos y la coautoría de la economista Jimena Salamanca y de otras colaboradoras.
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El informe de 2020 constata un importante crecimiento del 5,3 % en el valor añadido del sector primario (agricultura, ganadería y pesca) en el año de la pandemia de Covid-19, un dato positivo, según Maudos, que aunque no ha permitido compensar el retroceso de la industria y la distribución, mucho más afectados por los efectos de la crisis sanitaria, sí ha limitado y frenado la contracción del sector en su conjunto a solo un -2,5 %, frente a la caída del -10,8 % del PIB nacional.
Mayor productividad
Según el catedrático de Análisis Económico de la UdV, el sector agroalimentario en su conjunto destacó el pasado año por su productividad, un 38 % superior a la media de la UE-27, y por el avance de las exportaciones, que volvieron a registrar un máximo histórico de ventas, con 54.840 M€, un 2,3 % más que en 2019.
Maudos recalcó que el sector agroalimentario es mucho más competitivo que el europeo, porque sus Costes Laborales por Unidad de producto (CLU) son un 32 % más reducidos.
En comparación con la media de Europa, destaca sobre todo la elevada competitividad del sector primario (sus CLU son un 71 % más reducidos), siendo también más competitiva la industria de la transformación (con un CLU un 18 % inferior a la UE-27). En cambio, el sector de la distribución de alimentos y bebidas en España es un 5 % menos competitivo que la media europea.
Exportaciones
En cuanto a las exportaciones, durante 2020 y a pesar de la pandemia, volvieron a registrar un máximo histórico al alcanzar los 54.840 M€, tras crecer un 2,3 %, casi cuatro veces más que la media europea.
Por productos, destaca el aumento del 23,5 % de las ventas al exterior del sector porcino, gracias a la mayor demanda de China, que vio mermada la producción interna a causa de la peste porcina africana (PPA).
El sector agroalimentario aportó durante el pasado año el 20,4 % del total de las exportaciones de bienes de España, que se consolidó como la cuarta economía exportadora de la UE-27 con el 10,3 % de las ventas agroalimentarias comunitarias.
España encadena así, constató Maudos, dos décadas ininterrumpidas de superávit comercial del sector agroalimentario, pero el crecimiento registrado en 2020 fue muy importante, ya que se elevó un 25,4 %, hasta situarse en un máximo histórico de 18.429 millones de euros, el segundo superávit más alto de la UE-27, solo por detrás de Países Bajos.
La UE-27 fue, como es lógico, el primer destino de los productos agroalimentarios españoles y concentró el 63,4 % de las exportaciones, con Francia (15,6 %), Alemania (11,9 %), Italia (8,9 %) y Portugal (8,4 %) como los principales mercados.
Tras el Brexit, Reino Unido se convirtió en el país tercero con la mayor cuota de exportaciones españolas (7,9 %) de fuera de la UE, seguido de China (6,8 %) y Estados Unidos (3,7 %), que perdió peso como destino de las ventas al exterior del agroalimentario español.
En 2020, las frutas y frutos comestibles fueron los principales productos agroalimentarios que ha exportado España, concentrando el 18 % del total de las exportaciones.
Por otro lado, el informe destacó también el crecimiento del 1,1 % en el número de empresas exportadoras del sector, con 18.077 compañías, un rasgo a remarcar por segundo año y más en el contexto de la crisis de la Covid-19.
También en este aspecto, señaló el profesor del IVIE, la resiliencia del sector agroalimentario contrastó con la destrucción del tejido productivo exportador en el país durante 2020, con la desaparición del 6,3 % de compañías exportadoras en el conjunto de sectores productivos.
Al respecto, Roberto García Torrente, director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar y también participante en el acto de presentación, valoró la progresiva diversificación del destino de nuestras exportaciones. “Si en el año 2008 los 27 países que conforman la actual UE representaban el 72,6 % de nuestras ventas al exterior, actualmente suponen el 62,8 % del total, debido al incremento de las ventas en otros mercados”, precisó.
Esfuerzo inversor en I+D
En relación a la inversión empresarial en I+D del sector agroalimentario, el Observatorio la cifró en 354 M€ en 2018 (último dato disponible), con un aumento del 11,7 % respecto al ejercicio anterior.
Este incremento, según Maudos, casi duplica al registrado por el sector en la UE-27 (6,5 %) y ayuda a disminuir la brecha que todavía existe con Europa, puesto que el esfuerzo inversor del sector agroalimentario español sigue estando por debajo de la media europea desde hace más de diez años (0,61 % de su VAB frente al 0,75 % de media de la UE en 2018).
Para el presidente de Cajamar Eduardo Baamonde, “estos datos ponen de manifiesto que en 2020, tras declararse la pandemia, el sector agroalimentario reforzó su importancia como sector estratégico, al garantizar el abastecimiento de alimentos tanto a la población confinada, como con las ventas al exterior, garantizando en muchos casos la continuidad del empleo y de la actividad económica”.
España fue durante el pasado año uno de los países más afectados por la crisis sanitaria y económica de la covid-19, con una caída del PIB y el empleo del -10,8 % y el -5,2 %, respectivamente.
Aunque el sector agroalimentario (incluida la distribución) también sufrió las consecuencias de la crisis, el limitado descenso registrado en valor añadido y empleo (estimado en el -2,5 % y -4,6 %, respectivamente) reflejan un mejor comportamiento que la economía en su conjunto.
En especial, destacó la evolución de la actividad primaria (agricultura, pesca y ganadería), que demostró su indudable carácter estratégico con un crecimiento de su valor añadido de nada menos que del 5,3 % en un año tan adverso para la economía en general.
Sin embargo, los buenos resultados del sector primario no fueron suficientes para compensar los efectos de la pandemia en los siguientes eslabones de la cadena de valor, la industria agroalimentaria y la distribución, sobre todo de ésta última que se vio perjudicada por las restricciones al canal Horeca (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías), en parte amortiguadas gracias al aumento del consumo de alimentos en los hogares.
A pesar del descenso del 2,5 % registrado en el valor añadido, el sector agroalimentario en su conjunto (sector primario, industria y también distribución) aumentó ligeramente su peso en el PIB nacional hasta suponer el 9,7 % del total, 0,8 puntos más que en 2019 y 3,2 puntos por encima de la media europea (6,5 %), lo que demuestra, según Maudos, la mayor especialización de la economía española en este sector.
En total, el valor añadido del agroalimentario en España ascendió a 99.355 M€ el pasado año, lo que situó a nuestro país como la cuarta economía de la UE en este ámbito de actividad, con el 12,7 % del VAB comunitario del sector.
España, por ejemplo, fue el principal productor de ganado porcino, de aceite de oliva y de cítricos de la UE-27, con una cuota de mercado del 21,7 %, 40,5 % y 61,1 %, respectivamente.
Caída del empleo
La crisis causada por la pandemia ha tenido también consecuencias negativas sobre el empleo. Según revela este informe, la mayor caída se dio en el sector primario (-7,7 %), seguida de la industria de la transformación (-6,2 %) y el comercio (-2,1 %). En total, el sector agroalimentario en su conjunto sufrió también un descenso de ocupados del -4,6 %, pero aún así el empleo del sector representó el pasado año el 11,7 % del total de ocupados en España, con 2,27 millones de trabajadores y trabajadoras.
En este sentido, el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, manifestó que el informe del “Observatorio” aporta una información clave para conocer la evolución del sector agroalimentario español, especialmente este año para adoptar decisiones sobre inversiones futuras, a realizar con los fondos comunitarios y, en concreto, con los fondos Next Generation.
Medioambiente y sostenibilidad
La edición de este año, referido a 2020, contiene además un estudio sobre la sostenibilidad del sector y sus avances en la transformación hacia un modelo de negocio que contribuya a la protección del medioambiente. Retos que están muy presentes en los fondos europeos destinados a hacer frente a la crisis de la Covid-19.
En este sentido, por ejemplo, el estudio destaca que España es ya el segundo productor de carne ecológica de la UE-27, al aportar el 18,7 % del total, solo por detrás de Francia.
En 2019, el 8,2 % de la superficie agrícola española se convirtió a cultivo ecológico, lo que la sitúa en una posición intermedia en la UE.
En cuanto a la contaminación derivada del sector, el informe afirma que concentró el 21,6 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la economía española en 2019 (último dato disponible), con total de 55 Mt de CO2 eq de gases de este tipo, un 1,6 % menos que en el año anterior.
En relación a este apartado, Roberto García remarcó la introducción de esta novedad en el informe de este año por “el interés de seguir profundizando en la medición del impacto que tiene la actividad agroalimentaria sobre la sostenibilidad y el medio ambiente, y la importancia de poner en valor también su capacidad para ser fijador de CO2 y, por tanto, mitigador del cambio climático”.
En suma, Joaquín Maudos destacó, asimismo, “el carácter estratégico y resiliencia del sector agroalimentario que se ha puesto de manifiesto durante la pandemia. De cara al futuro, el sector deberá enfrentarse a los retos derivados de la reducida dimensión de sus empresas y del déficit de inversión en I+D+i. Para hacer frente a los mismos, añadió “debe aprovechar al máximo la oportunidad que brindan los fondos europeos de recuperación, encaminados a incrementar la digitalización y de paso mejorar su sostenibilidad contribuyendo a la protección del medioambiente”.
Resumen del informe 2020: Sector Agroalimentario España UE-27_2021