Oposición agraria a la supresión gradual de los biocombustibles convencionales en la UE
El COPA-Cogeca, organización que defiende los intereses de los agricultores de la UE y de sus cooperativas, se oponen rotundamente a los planes de supresión gradual de los biocombustibles convencionales para después de 2020, recalcando que incrementarán el uso de combustibles fósiles y de las emisiones de carbono, y reducirán sumamente el aprovisionamiento de piensos.
Esta declaración se inscribe en el marco de los planes de reforma de la directiva relativa a la energía renovable, prevista para el 30 de noviembre.
Desde Bruselas, el secretario general del COPA-Cogeca, Pekka Pesonen, declaró que «La Comisión Europea está pensando en reducir sustancialmente la proporción de biocombustibles convencionales en los combustibles del transporte para 2030.
También está planeando en incrementar a partir de 2021 el objetivo para los biocombustibles avanzados. Pero esta medida no es realista, puesto que los biocombustibles siguen estando en los albores de su desarrollo y aún no son comercialmente viables, añadió.
Para Pesonen, «reducir el objetivo de producción también pondría en peligro los abastecimientos de piensos de calidad, que contribuyen a la reducción del déficit de proteínas de la UE, ya que parte de la colza, el trigo, el maíz y la remolacha se utilizan para producir biodiesel o bioetanol y el resto se usa para la elaboración de piensos.
Objetivos sobre el clima
Además, añadió el COPA-Cogeca, se reduciría la capacidad de la UE de cumplir sus objetivos sobre el clima y la descarbonización del sector de los transportes. El mercado de los biocombustibles proporciona a los productores una forma de diversificar sus cultivos, así como una fuente de ingresos alternativa a la producción de alimentos de calidad para abastecer una población cada vez mayor.
Esto es fundamental debido a su bajo nivel de renta, particularmente ahora, cuando los precios de los cereales están a muy bajo nivel y con excedentes en el mercado. El precio de mercado de los cereales ha bajado un 40% durante los últimos tres años, lo cual demuestra que no hay correlación con la política de biocombustibles de primera generación, señaló Pesonen
Poner fin a las ayudas de la UE a los biocombustibles convencionales reduciría la producción de colza debido a la escasez de aceite de colza en el mercado. Los biocombustibles convencionales ayudan asimismo a reducir la volatilidad en los mercados de las materias primas agrícolas así como el uso de los combustibles fósiles, menos respetuosos del medio ambiente que los convencionales», añadió el secretario general de esta organización.
Por consiguiente, el COPA-Cogeca insiste en que los biocombustibles convencionales deben mantener su cuota del 7% hasta 2030, para que podamos alcanzar nuestros objetivos referente al cambio climático y seguir por la vía del crecimiento y la creación de empleo en las zonas rurales de la Unión Europea.