El ministro de Agricultura, Luis Planas, apuntó este viernes 24 de septiembre que España entregará a tiempo su Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PE-PAC) a la Comisión Europea, es decir, antes del 31 de diciembre, que lo tendría que tener aprobado en el primer cuatrimestre del próximo año 2022.
Planas confía en entregar a tiempo el Plan Estratégico nacional de la PAC a la Comisión Europea
Lo señaló durante su participación por videoconferencia en la Cumbre sobre el Futuro de la Alimentación y la Agricultura 2021, organizada por el medio de comunicación “Político”, bajo el lema “Plantando las semillas de la recuperación y resiliencia de Europa.”
Planas volvió a confirmar un día después de que dijera a los medios con su presencia en la Feria Internacional de Ganadería (FIGAN) en Zaragoza que defiende un documento “inclusivo” y que habrá PE-PAC antes del final de este año, “incluso aunque no tenga consenso”, lo que es como decir a la vez una cosa y la contraria.
No obstante, en esta cita reconoció también, según recogieron los medios, que existen aún posturas enfrentadas entre CC.AA. y malestar en una gran parte del sector agrario por el desarrollo del PE-PAC, e incluso se mostró consciente de que podría ser complicado alcanzar un gran pacto de consenso, como desearía, para la aprobación del documento a enviar a Bruselas. Aún así, dejó claro que “habrá Plan sí o sí antes del 31 de diciembre, porque ni el Estado, ni este Gobierno va a dejar sin cobrar a los agricultores y ganaderos en 2023, como consecuencia de debates técnicos que pueda haber entre unos y otros.”
A pesar de reconocer como “legítima” la posición de Aragón que, entre otros aspectos, defiende la desaparición de los derechos históricos y la preferencia de apoyo en las ayudas a la renta o en pago redistributivo para las explotaciones profesionales familiares, así como la de las otras CC.AA., Planas recordó que es a él “a quien le toca el honor y la responsabilidad de remitir un plan, no 17 distintos, a la Comisión Europea” y que “hay que llegar a una síntesis entre todas las posturas, porque si no, no hay plan, y sin plan no hay cobro de la PAC.”
En este encuentro, Planas incidió en el incremento del 15% de los fondos para ayudas acopladas, que irán a apoyar más a la ganadería extensiva; en la reducción de 50 a 20 del número máximo de regiones agronómicas, así como en el hecho de que las referencias históricas, que tanto critican Aragón y otras CC.AA., desaparecerán, pero más tarde, porque no será hasta el año 2029, tras una convergencia interna más gradual, que llegará hasta el 85% de los valores medios de pago a la media de cada región en 2026.
En este punto, el ministro reconoció en que, quizás, se podría haber ido más allá, como sucede en el resto de los países europeos, donde apenas cuentan con una región o a la sumo dos, pero añadió que “no sería responsa ble cambiar los niveles de apoyo de una manera sustancial de un día para otro” y que tiene que ser un proceso progresivo.”
En lo referido a la figura del “agricultor activo”, Planas defendió que debe ser “inclusiva” y recoger todas las realidades agrícolas y ganaderas de las distintas CC.AA., es decir, que podrán considerarse “activos” y, por tanto, continuar siendo perceptores de las ayudas PAC, aquellos que estén dados de alta en el Régimen Especial Agrario, como autónomos; aquellos otros perceptores cuyos ingresos agrarios sean como mínimo el 25% de sus ingresos totales, incluido en ese porcentaje los importes de las ayudas PAC, así como todos aquellos que ahora perciban ayudas PAC hasta un límite de 5.000 euros.
El ministro señaló que si, como plantean algunos, se tiene solo en cuenta (para percibir ayudas PAC) a los que se dedican a la actividad a tiempo completo, “pasaríamos de 630.000 perceptores a unos 210.000”, lo que, a su entender, “no sería justo, ni eficaz”, “ni cubriría las necesidades del conjunto del país.”
Desafíos del sector agrario
En su entrevista para “Político”, el ministro de Agricultura pasó revista a los principales desafíos que, a su entender, tendrá la agricultura española del futuro, a la situación del PE-PAC en España a solo un trimestre de que concluya el año, y a aspectos comerciales relacionados con el sector agroalimentario.
Al respecto, reiteró que el Ministerio ha hecho un “trabajo exhaustivo” de análisis del sector agroalimentario español, un diagnóstico amplio y completo de todas las realidades agronómicas españolas. Se trata, añadió, de “un proceso complejo para que España pueda llevar a cabo las medidas necesarias y cumplir con los nuevos desafíos a las que la agricultura española tendrá que hacer frente para emprender la necesaria transición hacia un modelo medioambientalmente más sostenible.”
Recordó, una vez más, que su departamento ha mantenido más de 200 reuniones con las CC.AA., con representantes del sector agrario y agroalimentario, con organizaciones ecologistas y con otros representantes de la sociedad civil.
Según Planas, el sector agroalimentario se va a enfrentar en los próximos años a nuevos retos y desafíos, a los que debe dar respuesta para no perder competitividad y seguir siendo un elemento vertebrador del medio rural.
Por ejemplo, los ecoesquemas, comentó el ministro en su entrevista, son una de las grandes novedades de la nueva PAC, que contribuirán a mejorar el balance de carbono de la agricultura y que impulsará prácticas con una contribución ambiental clara.
En este sentido, el ministro volvió a indicar que “es intención del Ministerio de Agricultura que todos los agricultores y ganaderos puedan acceder al pago por ecoesquemas”, que van a representar un 23% del total de las ayudas directas del primer pilar de la PAC, más de 1.000 millones de euros anuales, con el añadido del 2% de las del segundo pilar (Desarrollo Rural), y que contarán con 2 años de aprendizaje (2023-2024) para que los beneficiarios se vayan adaptando y durante el cual el Estado deberá cumplir con un gasto en estos nuevos instrumentos del 20% del total de los pagos directos.
Extender el modelo productivo
Por otra parte, Luis Planas recalcó en “Político” que el sector agroalimentario español tiene una clara vocación exportadora, por lo que las cuestiones relacionadas con los acuerdos comerciales con terceros países despiertan gran interés para nuestro país.
A este respecto, el ministro afirmó que “entiende que la UE debería aprovechar los acuerdos comerciales para extender su modelo productivo, y que las importaciones desde países terceros cumplan los mismos estándares sanitarios, socio-laborales y medioambientales que se exigen a los productores europeos.”
Según subrayó, “las exigentes condiciones productivas de la UE no pueden dejar en desventaja a nuestros productores, que realizan un gran esfuerzo para dar respuesta a las demandas de los consumidores europeos.”