El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, destacó este lunes 28 de junio que la ratificación por los Estados miembros del acuerdo sobre la PAC, alcanzado el pasado viernes entre Consejo y el Parlamento Europeo, supone avanzar hacia una nueva política agraria más justa y sostenible desde el punto de vista social, económico y ambiental.
Planas considera que el acuerdo de la PAC proporcionará equilibrio y estabilidad al agro en los próximos años
En su opinión, tiene en cuenta a la agricultura familiar y profesional y aboga por el necesario relevo generacional para asegurar una actividad agraria con futuro, que haga frente a los nuevos desafíos climáticos, al tiempo que asegura la rentabilidad de las explotaciones.
El acuerdo alcanzado, según Planas, proporciona un marco equilibrado y estable para que el sector agrario pueda planificar su actividad en los próximos años.
España, según afirmó el ministro, ha cubierto sus objetivos, tanto en la negociación del Marco Financiero Plurianual, primero, como en la negociación específica de la PAC, y podrá disponer de un presupuesto para ayudas a agricultores y ganaderos de 47.724 M€ para el periodo 2021-27, cifra similar a la del periodo anterior, en un contexto de descenso del 15 % del presupuesto comunitario por la salida del Reino Unido de la UE.
Planas afirmó también que “estamos ante una PAC que va en línea con las nuevas demandas del siglo XXI, no solo es más social y medioambiental, sino también más igualitaria -España ha sido el país que ha conseguido incluir el enfoque de género en la política agraria- y con medidas decididas para apostar por el necesario relevo generacional y asegurar también el futuro del mundo rural.
Con el acuerdo se garantiza que este presupuesto se podrá aplicar de forma equilibrada entre la necesaria sostenibilidad ambiental y la imprescindible sostenibilidad económica para la actividad agrícola y ganadera, con la suficiente flexibilidad y tiempo para que las explotaciones agrarias puedan adaptarse a los cambios que necesitan para afrontar esta nueva etapa, recalcó el ministro.
Ahora, los Estados miembros deberán elaborar un Plan Estratégico para adaptar la aplicación de la PAC a la realidad de cada uno de ellos, atendiendo a las necesidades y problemas específicos de los diferentes modelos de agricultura.
El Ministerio convocará en los próximos días una Conferencia Sectorial monográfica con las CC.AA. para abordar el modelo de aplicación de la PAC en España, pues el acuerdo permite una mayor subsidiariedad de los Estados miembros para el diseño de sus planes específicos, cuyas medidas podrán ajustarse a las necesidades cada país.
El Plan Estratégico deberá estar elaborado antes de que finalice el año para su remisión a la Comisión Europea, a quien compete su aprobación definitiva.
Sostenibilidad equilibrada
El ministro señaló que el acuerdo final garantiza un equilibrio entre la sostenibilidad económica y ambiental para una transición de modelo justa y permitirá dedicar un 60 % de los importes de los pagos directos a la ayuda básica a la renta en nuestro PE-PAC, cumpliendo así el nivel previsto en el análisis de necesidades elaborado por el MAPA en colaboración con las CC.AA. y las organizaciones agrarias y medioambientales.
Ayudas acopladas
Entre otros logros destacados para los intereses de España, el ministro destacó que se aumenta el porcentaje de los pagos directos que puede destinarse a las ayudas asociadas (vinculadas a la producción), de las que se benefician sectores productivos con especiales dificultades, y se permite impulsar nuevas intervenciones sectoriales, como las previstas para apoyar el olivar tradicional.
Los Estados podrán disponer de hasta el 13 % de los pagos directos para ayudas vinculadas a la producción en sectores con más necesidades, tres puntos más que la propuesta inicial de la Comisión. A este porcentaje se podrá añadir un 2 % adicional destinado a cultivos proteicos.
Eco-esquemas
Una de las principales novedades de la reforma de la PAC será la introducción de los eco-esquemas, una herramienta clave para la transformación medioambiental, argumentó el ministro.
El acuerdo final contempla que el 25 % de las ayudas directas se destinarán a estos eco-esquemas, prácticas agrícolas y ganaderas voluntarias que proporcionen beneficios climáticos y medioambientales y que remunerarán los compromisos medioambientales de las explotaciones.
Luis Planas destacó también que los Estados dispondrán de suficiente flexibilidad para que los fondos destinados a eco-esquemas que no sean utilizados en un año concreto no se pierdan y puedan ser trasladados a otras intervenciones, especialmente durante los dos primeros años.
El reto ahora, añadió el ministro, es encontrar complementariedad y coherencia de estas medidas con los compromisos agroambientales que diseñarán las comunidades autónomas.
Jóvenes y relevo generacional
La nueva PAC dará un mayor protagonismo a los jóvenes y al necesario relevo generacional, de forma que al menos un importe equivalente al 3 % de las ayudas directas tendrá que ser destinado a este capítulo, a través de pagos complementarios. Además, se mantiene el apoyo a la primera instalación que podrá llegar hasta 100.000 euros por cada joven.
El Plan Estratégico incluirá también medidas de apoyo a los jóvenes adaptadas a sectores y territorios específicos, destinadas a superar las barreras que dificultan su incorporación a las actividades agrícolas y ganaderas.
Igualdad de género
Por vez primera, la igualdad de género se incluye específicamente como uno de los objetivos de la PAC, gracias a España. Esto permitirá que en el PE-PAC puedan introducirse medidas de discriminación positiva hacia la mujer para que tenga más oportunidades de asumir el papel de titular de explotación agraria o de pequeña y mediana empresa agroalimentaria en el medio rural.
Con ello, añade el ministro se potenciará que la mujer desempeñe un papel más activo y visible en las comunidades rurales, fomentando su participación en el liderazgo de empresas, cooperativas y organizaciones.
Así, el PE-PAC diseñará intervenciones encaminadas a atender las necesidades específicas de las mujeres para facilitar su incorporación y permanencia en el sector agrario y disminuir la actual brecha de género, además de fomentar la diversificación económica en el medio rural.
Tope máximo, pago redistributivo y convergencia
Otro de los principales objetivos de la reforma de la PAC es lograr una mayor equidad en el reparto de las ayudas, a través de instrumentos como el “capping” (tope máximo de ayuda) y la degresividad de las mismas.
Así, para la limitación y modulación de los importes de los grandes perceptores se tendrá en consideración el papel de las explotaciones que más empleo generan, según el Ministerio.
El pago redistributivo, al que España destinará un 20 % de las ayudas básicas a la renta, supondrá un apoyo adicional para las explotaciones medianas y pequeñas. Es un compromiso del Gobierno a favor de la agricultura profesional y familiar.
El proceso de convergencia interna para equiparar las diferencias entre las ayudas en una misma región deberá alcanzar un mínimo del 85% en 2026.
Programas sectoriales
En la nueva PAC se mantienen los programas sectoriales ya existentes, como los del sector del vino, apicultura –con un importante incremento de la dotación presupuestaria- y frutas y hortalizas; así como los planes escolares para el fomento del consumo de fruta y leche.
Además, podrán llevarse a cabo programas de apoyo sectoriales a los que se destinarían hasta un 3 % de los pagos directos, a través de organizaciones de productores que podrán recibir un apoyo de hasta el 6 % del valor de la producción comercializada.
El MAPA propondrá, al respecto, un plan para el sector del olivar, de acuerdo con las propuestas contenidas en la Hoja de Ruta del sector acordada el año pasado.
Desarrollo Rural
La reforma de la PAC asegura la continuidad de las actuaciones de Desarrollo Rural, financiados con los fondos FEADER (Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural) y que podrán planificarse con carácter estratégico, algo clave para el desarrollo y éxito de estas intervenciones, concebidas para modernizar y transformar el medio rural.
Dimensión social
Además, la PAC reconoce por primera vez la dimensión social de la actividad agraria en el empleo. El mecanismo introducido para este control no supondrá, a juicio del ministro, “ninguna carga administrativa adicional para los agricultores y ganaderos ni para las Administraciones.”
Organización Común de Mercados Agrarios (OCMA)
El acuerdo sobre la PAC incluye una declaración política conjunta entre el Consejo, el Parlamento y la Comisión sobre uno de los asuntos que más preocupan a los agricultores y ganaderos, como es las importaciones de productos procedentes de países terceros y las condiciones en las que se producen, para que no supongan una competencia en desigualdad de condiciones con los productores europeos.
“Tenemos que tener muy claro que si vamos a producir en condiciones más exigentes y que van a suponer para nuestros agricultores y ganaderos cargas suplementarias, nuestras propuestas tienen que tener también una dimensión externa, particularmente en temas de residuos de productos fitosanitarios”, explicó Planas.
En relación a la Organización Común de Mercados Agrarios (OCMA), España logró sacar adelante la reivindicación de que la aceituna de mesa pueda beneficiarse de ayudas para el almacenamiento privado.
Asimismo, se permite que el sector de frutas y hortalizas pueda ser objeto de medidas excepcionales en el caso de crisis graves ocasionadas por enfermedades y plagas vegetales.
Otro aspecto importante es la extensión de los observatorios de mercado a todos los sectores agrícolas, porque los informes que éstos emiten son un instrumento que permite mejorar la rapidez de actuación en casos de crisis.
Un elemento destacado también por el ministro español es, a su juicio, la simplificación administrativa que introduce la nueva PAC, que permitirá que el agricultor pueda destinar más tiempo a la gestión de su explotación, ahorrándolo en trámites administrativos.
En suma, Luis Planas concluyó que el acuerdo sobre la PAC, ratificado este lunes 28 de junio, por el Consejo de Ministros europeo significa un paso adelante hacia una nueva agricultura más sostenible medioambientalmente, pero a la vez más rentable, que conjuga hacer frente a los desafíos climáticos con el mantenimiento de una actividad clave para mantener viva la economía y para la creación de riqueza en nuestro mundo rural.