El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se mostró satisfecho por el acuerdo político alcanzado por los Estados miembros en torno a la futura Política Agraria Común (PAC) 2021-2027, que supone un progreso, refuerza el nivel de ambición medioambiental y aporta seguridad a agricultores y ganaderos.
Planas valora y se muestra satisfecho con los resultados del acuerdo político del Consejo de Ministros sobre la PAC
Luis Planas valoró así el texto de consenso alcanzado en el transcurso del Consejo de Ministros de Agricultura, que se inició el pasado lunes, día 19, y que finalizó cerca de las 5 de la madrugada en Luxemburgo, enfatizando que se corresponde “exactamente” con lo que España había pedido
Tras más de dos años y medio de negociaciones y cinco presidencias, el ministro valoró también el trabajo de la presidencia alemana de este semestre para lograr esta posición de consenso de los Estados miembros, y que concita los intereses defendidos por España.
El ministro remarcó que la próxima PAC se aplicará el 1 de enero de 2023. Habrá un periodo transitorio, 2021 y 2022, durante el cual agricultores y ganaderos seguirán percibiendo las ayudas conforme al nuevo presupuesto, 47.274 millones de euros, si bien con las reglas de la PAC aún vigente.
Esta PAC -la más medioambiental de las últimas reformas y adecuada a los tiempos y demandas de la ciudadanía- destinará el 40 % de su presupuesto a objetivos climáticos y medioambientales, pero también refuerza el papel de agricultores y ganaderos, para asegurar su rentabilidad.
En este sentido, el ministro aseguró que la clave de este acuerdo es el equilibrio entre la sostenibilidad de agricultores y ganaderos, a través de la ayuda básica a la renta, y la nueva “arquitectura verde” de la PAC, que se promoverá con los denominados ecoesquemas -ayudas complementarias para cumplir con prácticas beneficiosas para el medioambiente-.
Estabilidad de rentas
Con el acuerdo adoptado, España podrá destinar el 60 % del presupuesto de pagos directos a la ayuda básica a la renta. El ministro incidió en que, de esta forma se podrá garantizar la estabilidad de las rentas de los agricultores al nivel que habíamos previsto, de acuerdo con el análisis de necesidades elaborado por el MAPA, en colaboración con las CC.AA. y las organizaciones agrarias y medioambientales. Además, se garantiza, en su opinión, la certidumbre para agricultores y ganaderos hasta 2027.
Esta ayuda pasará a integrar los elementos del pago “verde” actual, configurando el modelo de condicionalidad reforzada, de manera que agricultores y ganaderos recibirán la ayuda básica a la renta, cumpliendo estrictos requisitos y buenas prácticas en materia de clima y medio ambiente.
Ecoesquemas
Por su parte, el 20 % de las ayudas directas se destinará a los ecoesquemas, que se aplicarán en 2023, con la entrada en vigor de la nueva PAC. Los dos primeros años, 2023 y 2024, serán “de aprendizaje”, es decir, los fondos que no se utilicen podrán destinarse a otras intervenciones, particularmente a la ayuda básica a la renta.
Al respecto se articula un mecanismo para que gran parte del gasto ambiental en el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER), que supere el 30% obligatorio pueda computar, a su vez, para reducir el porcentaje obligatorio del 20% de las ayudas directas a ecoesquemas, pero sin que esa reducción suponga bajarlo del 10% obligatorio de las ayudas directas. Es decir, siempre habrá que destinar un 10% de las ayudas directas a los ecoesquemas.
A partir de 2025, lo no ejecutado de ayudas directas por encima del 20% en los esquemas se podrá traspasar a otras intervenciones, mientras que lo no ejecutado por debajo del 20% se podrá traspasar entre ecoesquemas y, además, se podrá aprovechar la propia flexibilidad de cada ecoesquema (aumentar los pagos por encima de los medios previstos) y, en última instancia, antes de perder los fondos, se podrá traspasar a FEADER para financiar gasto ambiental.
En otros términos, habrá la flexibilidad necesaria para que los Estados diseñen sus propios ecoesquemas, en función de sus propias necesidades. Así se avanzará a la transformación medioambiental agraria para alcanzar los objetivos medioambientales y climáticos propuestos.
“Esta PAC cuenta con una financiación suficiente para responder a todos los grandes retos que se plantean. Es cuestión de cumplir unos objetivos y con lo aprobado en el acuerdo político, se pueden cumplir esos objetivos ambientales, y también los de reducción de emisiones y aquellos otros que nos conducirán a una economía descarbonizada en la Unión Europea en el 2050, según el ministro.
“El sector primario, sin duda, contribuye a estos cumplimientos, que están en línea con los acuerdos de París y los objetivos del Pacto Verde Europeo”, añade.
Enfoque de género
Por otro lado, el ministro destacó también que el enfoque de género se integra por primera vez en la PAC, como parte de sus objetivos específicos. Con ello, se podrán contemplar intervenciones en el Plan Estratégico nacional (PEPAC), en las que se discrimine positivamente a la mujer para que tenga más oportunidades de asumir el papel de titular de explotación agraria o pequeña y mediana empresa agroalimentaria en el medio rural.
“Aspiramos además a que la mujer desempeñe un papel más activo y visible en las comunidades rurales como líder de las empresas, organizaciones y cooperativas de su entorno”, recalcó Planas.
Por su parte, los jóvenes, comentó el ministro, serán más protagonistas en esta nueva PAC, dado que se tendrá que destinar, como hasta ahora, al menos el 2 % de los fondos de la PAC a los jóvenes agricultores, a través de complementos de pago en el primer pilar (ayudas directas) y de las ayudas a la primera instalación, que podrán alcanzar hasta 100.000 euros por joven que se instalan por primera vez.
Además, el nuevo enfoque de la PAC basado en un Plan Estratégico nacional (PEPAC), permitirá (en el caso de España a las CC.AA.), diseñar medidas específicas de apoyo a los jóvenes agricultores, más adaptadas para superar las barreras que dificultan su incorporación (por ejemplo, asignación de tutores, programas de intercambio, formación, etcétera).
Menos burocracia
A partir de 2023, los agricultores y ganaderos podrán recibir las ayudas, sin tener que presentar formalmente una solicitud. Para ello, se hará un uso intensivo de las nuevas tecnologías, utilizando el seguimiento de los cultivos mediante las últimas tecnologías de imágenes de satélite (imágenes Sentinel), lo que permitirá capturar directamente los datos necesarios de las solicitudes de ayuda y reducir sustancialmente los controles físicos sobre el terreno.
Esta será, según el MAPA, una PAC más simplificada, para que el agricultor tenga que perder menos tiempo en trámites administrativos y pueda dedicar más tiempo a gestionar su explotación.
Otra de las demandas españolas es que el pago redistributivo estará enfocado en las explotaciones medianas y pequeñas, que más dependen de la agricultura. En concreto, el ministro apuntó que la nueva PAC permitirá establecer un pago redistributivo, sobre todo a partir de los importes derivados de la limitación de los pagos (denominado techo o “capping”), con el que se podrá incrementar el importe percibido en las primeras hectáreas por agricultores medianos y pequeños, que más dependen de los ingresos agrarios para mantener su actividad.
Ayudas acopladas a la aceituna de mesa
Además, en relación a los pagos asociados o vinculados a la producción de la PAC en los programas específicos para los sectores productivos más sensibles, los Estados miembros podrán destinar hasta el 13 % de los importes de los pagos directos en aquellos sectores productivos que necesitan recibir apoyos para su mantenimiento, pudiendo incrementar este porcentaje en un 2% adicional si se destina a cultivos proteicos.
El ministro comentó que se ha conseguido incluir a la aceituna de mesa expresamente, como sector elegible para las ayudas acopladas”.
En lo que se refiere a programas sectoriales destinados a apoyar a sectores concretos a través de organizaciones de productores, se podrá destinar el 3 % de los pagos directos, a través de las organizaciones de productores (OP).
Desde el Ministerio, aclaró Planas, “propondremos la creación de un programa sectorial para el sector del olivar, de acuerdo con las propuesta contenidas en la Hoja de Ruta del sector”.
Asimismo, se mantendrán en la nueva PAC, los programas sectoriales de apoyo, como los destinados al sector del vino, a la apicultura y a las frutas y hortalizas, este último sin techo presupuestario, al igual que los programas escolares.
Estos programas son particularmente importantes para España, pues representan a producciones mediterráneas muy importantes, en sectores en los que ocupamos posiciones de liderazgo europeo y mundial.
Regadíos y transición digital
El ministro destacó que las ayudas al Desarrollo Rural del segundo pilar de la PAC, “nos permitirán seguir financiando inversiones en la mejora de regadíos”.
España, añadió, apuesta al respecto por el regadío sostenible, que permita ahorrar en consumo de agua, disminuir el uso de energía, potenciando el uso de aguas reutilizables. Los fondos de Desarrollo Rural jugarán un papel muy importante en el impulso de estas inversiones.
La transición digital será un complemento necesario de la transformación ambiental y, en este sentido, se mantienen las ayudas a la innovación a través de la Asociación Europea para la Innovación y se potencia el sistema para el conocimiento y la innovación en la agricultura (Agriculture Knowledge and Innovation System, AKIS).
De esta forma, se facilitará la transición digital para que la innovación llegue a todos, particularmente a medianos y pequeños agricultores y para que a través de la formación, puedan hacer el mejor uso de las nuevas tecnología y acceder a los ecoesquemas y ayudas de la nueva PAC.
Planas hizo también hincapié en que, para el sector vitivinícola, se ha logrado que las autorizaciones de viñedo sean más allá de 2030, en concreto hasta 2040, demanda planteada por España y Francia.
Calendario
Alcanzado este acuerdo general de la Unión Europea (UE), comenzarán las negociaciones a tres bandas, los denominados trílogos, entre Consejo, Comisión y Parlamento europeos sobre los tres reglamentos comunitarios de la PAC, que deberían estar concluidas a principio del próximo año.
Mientras continúan estas negociaciones, los Estados miembros podrán seguir definiendo sus planes estratégicos. Al respecto, el ministro afirmó que la nueva PAC supone un cambio profundo con respecto a la actual, ya que los Estados miembros podrán diseñar y aplicar la PAC, de acuerdo con sus necesidades y problemas específicos, que tendrá en cuenta las características particulares de nuestros diferentes modelos de agricultura.
“Esto nos permitirá tener una PAC adaptada a nuestra realidad, sin las rigideces que supone un modelo de talla única a nivel europeo”, aseguró el ministro.
La elaboración de un Plan Estratégico de la PAC (PEPAC) en España, supondrá, según el ministro, un esfuerzo de cooperación sin precedentes entre el Estado y las CC.AA., para poner en marcha un paquete de instrumentos financiados con un presupuesto de más de 50.000 millones de euros, si se contabilizan conjuntamente las aportaciones de la Administración General del Estado (AGE), de las CC.AA. en Desarrollo Rural y los fondos de Recuperación de la UE y del Plan Nacional de Inversiones y Reformas.
