La empresa de jamones ha obtenido el Certificado de Compensación de Huella Ecológica gracias a su participación en el Proyecto de Absorción Refo-Resta CO2 de Inclam, en el que se está llevando a cabo la reforestación de un bosque con especies autóctonas, asegurando no solo el debido mantenimiento de la masa forestal, sino también el empleo local y el desarrollo rural.
Aljomar compensa su huella ecológica con la plantación de árboles
Este proyecto se está realizando en un área localizada en dos municipios burgaleses, Revilla-Cabriada y Santa María del Campo, donde ya se han plantado más de 55.000 árboles y se han reforestado más de 430.000 m2.
La fase del proyecto en la que ha participado se ha llevado a cabo con la plantación de diversas especies arbóreas, como Quercus ilex, Quercus faginea, Pinus nigra, Pinus pinea, Prunus spp, Crataegus spp, concretamente en el paraje de Santa María del Campo (Burgos).
Uno de los principales objetivos de esta iniciativa es reducir emisiones de gases de efecto invernadero a través de la reforestación, dotando a las empresas de una herramienta de RSC que les ayude a alcanzar sus objetivos ambientales como la compensación de huella de carbono.
Aljomar ya ha compensado seis toneladas de CO2 de su huella de carbono de 2018. Gracias a ello, el Ministerio para la Transición Ecológica ha autorizado la inscripción de Aljomar en el Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono, permitiendo el uso del sello de certificación correspondiente.