Rosa Matas. Periodista
“La sostenibilidad es el reto con mayúsculas al que se enfrenta el sector porcino”
Rosa Matas. Periodista
Juan Pedro Florido Cazorla es presidente del Grupo de Diálogo Civil (GDV) de la carne de porcino de la Comisión Europea (CE) y del sector del Grupo de Carnes de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice). También es el director de Operaciones de El Pozo Alimentación.
La evolución de la peste porcina africana (PPA), el bienestar animal y el Brexit son algunos de los temas que tiene sobre la mesa el Grupo de Diálogo Civil (GDV) de la carne de porcino de la Comisión Europea (CE). Su presidente, Juan Pedro Florido, considera que el reto con mayúsculas al que se enfrenta en estos momentos el sector porcino es la sostenibilidad.
¿Qué desafíos tiene el sector productor de porcino?
Los retos que tiene provienen de la relevancia del sector porcino en la economía europea en general y en la española en particular. Este sector genera empleo en cantidad y calidad de forma estable y apoya la supervivencia de la población rural. Este sector se complementa con el agrícola siendo en ambos casos imprescindibles para el futuro económico de cualquier país, siempre combinado con otras fuentes de riqueza como la innovación o la tecnología.
España tiene la gran suerte de haberse convertido en un referente internacional, al ser el tercer productor de ganado porcino a escala mundial. Nuestro país cumple con las características oportunas para seguir fomentado este sector al que nuestros gobernantes deberían apoyar de una manera más contundente y definitiva. En estos momentos, el principal reto con mayúsculas al que se enfrenta el sector porcino es la sostenibilidad. Hay que conseguir que las granjas sean perfectamente compatibles con el medioambiente y que su funcionamiento se ajuste totalmente a la economía circular.
El sector productor es la base fundamental para nuestra economía y constituye el primer eslabón de la cadena, sobre todo, para poder alimentar al mundo de proteína. Los ganaderos y los agricultores están trabajando firmemente en conseguir esa sostenibilidad, que también pasa por la defensa del mundo rural como uno de los pilares de la economía de un país. Por lo que, habría que potenciarlos y apoyarlos más.
La Unión Europea (UE) prevé un récord de exportaciones de porcino en 2019. ¿Crees que hay riesgo de burbuja económica?
A nivel mundial el mercado de la carne de porcino de capa blanca está en el punto de mira por la problemática que existe con la PPA en los países asiáticos. Los descensos de cabaña ganadera en estos países son enormes y con frecuencia el precio se ha disparado ante la demanda de carne.
La situación que causa esta enfermedad no tiene una solución inmediata, aunque ya se está trabajando en ello y se resolverá tarde o temprano. Cuando esta situación concluya los precios a escala internacional se equilibrarán. El hecho de que haya una burbuja más o menos agresiva, la tiene la velocidad de resolución y la cantidad. Si la velocidad y la cantidad es paulatina, las adaptaciones serán pausadas y asumibles.
¿Cree que el nuevo matadero de Litera Meat de Binéfar, en Huesca, y el récord de exportación al mercado chino van a provocar una reestructuración en los mataderos?
En una economía de libre mercado es lícita la adquisición de empresas de cualquier sector. Esto trae de la mano muchas ventajas, entre ellas, genera puestos de trabajo y buena economía para la región donde se construya. La competencia sana nos ayuda a mejorar a todos y nos hace ser más eficientes en calidad y costes para la propia subsistencia. Además es bueno tanto para el consumidor como para el ganadero, puesto que se amplían las ofertas.
Con la proliferación de las exportaciones chinas hace sólo diez años, muchas empresas nacionales se han visto obligadas a cambiar su organización interna, tanto desde el punto de vista productivo como desde el área comercial, sin embargo se han abierto posibilidades impensables para ellas.
Los productores de elaborados cárnicos llevan tiempo pagando más caro el cerdo sin poder trasladarlo a la gran distribución, ¿qué mercados se están abriendo?
El mundo cada vez se está abriendo a más estrategias globales. Hemos perdido el miedo a comprar en terceros países y la globalización ya forma parte de nuestro día a día. Por lo tanto, cuando se producen estas situaciones como la actual escasez de carne, se abren nuevos mercados que si demuestran su eficiencia, terminan quedándose como piezas nuevas del sector.
En estos momentos, el gran perjudicado está siendo el productor de elaborados cárnicos que no puede repercutir en sus productos de valor añadido el aumento del precio de la carne, porque la distribución se niega a asumirlo a la espera de confirmar si se trata de una circunstancia pasajera o viene para quedarse. Una vez que se constate a medio plazo que esta subida del precio de la carne es permanente, la distribución terminará por asumirla, al igual que pasa en otros sectores como en el energético.
La lista de mercancías sujeta a la subida de aranceles en Estados Unidos incluye carne de cerdo, excepto el jamón y la paleta y sus cortes. ¿Qué consecuencias cree que puede tener para el sector?
Las consecuencias van a ser mínimas. Los aranceles en general constituyen un elemento fundamental recaudatorio, pero son un instrumento utilizado por los Estados para proteger su producción nacional frente a la de terceros países. Hay que tener en cuenta que Estados Unidos es un gran productor de cerdo y ganadería porcina, cuyos costes son muy competitivos, siendo a su vez un sector estratégico para su economía rural.
Europa en general, y España en particular, no ha sido nunca un gran vendedor de productos a Estados Unidos. La exportación de jamones y paletas es prácticamente simbólica, mientras que algunos productos de carne fresca se comercializan en este destino de forma estacional. Hay otros mercados que son más importantes para el sector porcino como el asiático –deficitarios de carne y con una alta demanda– donde el esfuerzo comercial es mucho menor.