Los agricultores activos, cuyos ingresos agrarios suponen un 25% o más de los totales, es decir, que los mismos son considerados como ingresos “significativos”, según uno de los criterios de la propuesta del Ministerio de Agricultura para definir a este colectivo del Plan Estratégico de la PAC, representan en la actualidad el 32% de los beneficiarios totales de estos pagos y reciben, aproximadamente, el 86% del total de las ayudas directas de la PAC.
El MAPA constata que los «agricultores activos» perciben hoy el 96% de todas las ayudas directas de la PAC
Teniendo en cuenta que el número de beneficiarios del pago básico en 2019 fue de 661.846, esta condición de «agricultor activo», a incluir en el Plan Estratégico Nacional (PE-PAC), la cumpliría un colectivo de alrededor de 212.000 agricultores y ganaderos, que perciben cerca de 2.500 M€ en números redondos en la actualidad en cada ejercicio.
Por otro lado, de los 450.000 beneficiarios de ayudas directas de la PAC que, en la actualidad, perciben menos de 5.000 euros, otro de los criterios que para el MAPA definen «excepcionalmente» lo que es agricultor activo, el 60% del total, es decir, en torno a 270.000 perceptores, cumpliría también el criterio anterior, en el que un 25% o más de sus ingresos totales procederían de su actividad agraria, incluyendo las ayudas PAC que reciben.
Según fuentes del MAPA, si se suman los «pequeños» perceptores de menos de 5.000 euros de ayudas directas de la PAC y aquellos otros beneficiarios cuyos ingresos por su actividad agraria suponen un 25% o más de sus ingresos totales, ambos suponen el 96% del total las ayudas directas de la PAC, aproximadamente cerca de 2.730 M€ del pago básico.
No obstante, como señaló el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Lorenzo Ramos, la definición de agricultor activo no se debería medir por el nivel de ayudas PAC que recibe, sino solo teniendo en cuenta su actividad real, su grado de dedicación a la misma y por el origen de sus ingresos.
De estas tres condiciones devendría la mayor o menor profesionalidad del agricultor activo, no de las ayudas de la PAC, porque, según Ramos, hay muchos agricultores y ganaderos dedicados a ejercer su actividad con gran profesionalidad, que no perciben las mismas y, por eso, no dejan de ser ni activos, ni mucho menos profesionales.
El MAPA considera en su planteamiento que aquellos que reciben una parte «significativa» de sus ingresos totales de realizar su actividad agraria (en este caso, se considera significativa un 25% o más de ingresos agrarios, incluyendo ayudas PAC) pueden ser considerados como “profesionales”.
Y ello, a pesar de que pueden ser tan “profesionales” aquellos agricultores o ganaderos que no perciben ayudas PAC y, no obstante, cuentan con que una parte significativa (ese 25% o más, sin ayudas) de sus ingresos totales procede de su actividad agraria. Por ejemplo, los sectores de frutas y hortalizas, viñedo o subsectores ganaderos, que están al margen en la actualidad de las ayudas directas de la PAC.
Por tanto, los beneficiarios, que cobran menos de 5.000 euros de ayudas directas de la PAC, pueden ser también “profesionales”, sean pequeños o grandes en su actividad. Más si cabe, si el criterio de profesionalidad no se limita a la mera percepción de tales ayudas PAC, sino a la actividad agraria que realiza y a su grado de dedicación a la misma.