El sector europeo de la ganadería, representado por Assocarni (Italia), Asoprovac (España), Irish Farmers’ Association (Irlanda), Interbev (Francia) et PZPBM (Polonia), condenan firmemente este acuerdo politico y llaman a los miembros de Parlamento Europeo así como a los Estados miembro a rechazar este acuerdo.
El sector de vacuno europeo pide a la UE que rechace el acuerdo con Mercosur
En un comunicado de prensa, la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac) ha apuntado que “nuestra agricultura, nuestros valores medioambientales y sociales son opuestos a los de Mercosur. La salud de nuestros consumidores está directamente afectada. Desde el punto de vista económico los ganaderos europeos no podrán hacer frente a este nuevo desafío en un contexto ya muy difícil consecuencia del efecto acumulativo de los acuerdos comerciales y de las incertidumbres ligadas al Brexit”.
Y es que después de veinte años de negociación, la Comisión Europea (CE) concluyó el 28 de junio del 2019 en nombre de la Unión Europea (UE) un acuerdo político de libre intercambio con Mercosur. Este acuerdo que facilitará el acceso al mercado europeo de más de 100.000 toneladas de carne de vacuno sudamericanas, representa un peligro económico para el sector bovino y el mundo rural así como la salud de los consumidores europeos.
Este acuerdo político surge a pesar de la fuerte oposición del sector europeo de vacuno –especialmente la italiana, española, irlandesa, polaca y francesa‐, a pesar de las reticencias de algunos Estados miembro e incluso de la preocupación de numerosos actores de la sociedad civil como consecuencia de las implicaciones sanitarias, sociales y medioambientales.
No en vano, el aumento de las importaciones de carne de vacuno sudamericanas hacia la UE con numerosas ventajas competitivas en materia de exigencias sanitarias, de trazabilidad, medioambientales o de bienestar animal, desestabilizarían gravemente al sector europeo de la carne de vacuno.
Sin embargo, 100.000 toneladas de carne sudamericana producida con sustancias prohibidas en Europa y en condiciones de producción poco o nada legisladas desde los puntos de vista medioambientales y, además, muy relacionados con la deforestación, serán próximamente propuestas a los consumidores europeos.
Sin olvidar que la mayoría de estas carnes procederán de Brasil, donde el sistema de trazabilidad y de control sanitario, se sitúan muy por debajo de la media y son conocidos en el mundo entero por los escándalos recientes de exportación fraudulenta de carne contaminada hacia Europa.