El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en colaboración con comunidades autónomas, ha puesto en marcha este plan de actuaciones para controlar la temperatura en los viajes con una duración superior a las 8 horas (viajes largos) y con destino a otros países, tanto de la Unión Europea (UE) como países terceros.
España pone en marcha un plan para controlar la temperatura en el transporte de animales vivos por carretera
La normativa comunitaria, que regula la protección de los animales durante el transporte y operaciones conexas, establece que en los traslados de animales vivos por carretera (équidos, bovinos, ovinos, caprinos y porcinos) en viajes largos se debe mantener, en el interior del vehículo, un intervalo de temperatura de 5º C a 30º C, con una tolerancia de +/- 5º C en función de la temperatura exterior. Para ello, los vehículos deben estar equipados con un sistema de control de la temperatura, provisto de un dispositivo de registro de estos datos.
Para asegurar y controlar el cumplimiento de los rangos establecidos en la normativa, el plan dispone que la autoridad de la comunidad autónoma que autorice el movimiento en el origen solicitará, una vez finalizado el viaje, los registros de temperatura, como mínimo, a aquellos transportes en los que las previsiones de temperatura a lo largo del recorrido superen en algún momento los 30º C.
Si el transportista no facilita la información en el plazo de un mes tras la finalización del viaje o se constata que se han superado los 35º C, la autoridad competente denegará la solicitud de un nuevo viaje, además de aplicar la sanción que pudiera corresponder, de acuerdo con la normativa comunitaria y nacional que se aplica al transporte de animales.
El control de la temperatura en el transporte de animales vivos en los meses con condiciones climáticas adversas, como ocurre en la actualidad en muchos países europeos, España entre ellos, cobra una importancia máxima, especialmente en los viajes transfronterizos en el verano. Con este plan, España busca asegurar las condiciones de bienestar de los animales que se transportan en la época estival.