El sector productor, envasador y exportador de aceite de oliva español (Cooperativas Agro-alimentarias de España, Anierac y Asoliva) presentó este 12 de septiembre a la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, el denominado Sistema de Autocontrol Reforzado (SAR) voluntario para determinados aceites de oliva virgen extra.
Productores y envasadores se dotan de un Sistema de Autocontrol Reforzado para el aceite de oliva virgen extra
El objetivo perseguido por este nuevo sistema es incrementar la garantía de calidad al consumidor y aportar mayor seguridad jurídica a las empresas envasadoras. Al respecto,
Gonzalo Guillén Benjumea, presidente de la asociación de empresas envasadoras, subrayó “la importancia que tiene en el mercado nacional la puesta en marcha de un sistema como este, pues, sin duda alguna, supondrá un avance en la comercialización de aceites de oliva virgen extra que se acojan al mismo”.
Por su parte, Rafael Picó, director de la asociación de empresas exportadoras, Asoliva, manifestó que “el sector envasador y exportador oleícola sufre continuamente acusaciones de fraude derivadas de las discrepancias en los resultados de la cata, lo que supone graves consecuencias tanto para las empresas del sector por la inseguridad jurídica que esto representa, como para el consumidor por la desconfianza que se le genera sobre la calidad del aceite”.
Picó destacó que, hasta la fecha, “los métodos complementarios al panel test no han alcanzado los resultados deseados y que por tanto, este Sistema de Autocontrol supone un paso importante, aunque aún insuficiente, para la mejora de la comercialización de estos aceites”.
Por último, Rafael Sánchez de Puerta, presidente del sector Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de España, explicó que “el sistema, pese a ser de adscripción voluntaria, cuenta con criterios analíticos más exigentes que los establecidos en la legislación vigente, con el fin de que el producto cuente con una mayor garantía”.
Autocontrol reforzado
La puesta en marcha de este nuevo Sistema de Autocontrol requiere, en primer lugar, contar con un sistema de verificación de producto, que será realizado por entidades acreditadas por la Entidad Nacional de Acreditación y Certificación (AENAC) con alcance alimentario; la realización de análisis físico–químicos y organolépticos por parte de laboratorios que realicen control oficial; la existencia de procedimientos en los que se establezcan los requisitos específicos respecto a los sistemas de autocontrol y trazabilidad, así como la creación de una base de datos específica en el Ministerio que recoja toda la información sobre los envasadores y los aceites de oliva virgen extra participantes en este sistema.
El procedimiento para poder dar de alta un lote en este sistema de autocontrol comienza, según explicó Sánchez de Puerta, cuando el envasador conforma dicho lote, ya sea envasado, o a granel en un único depósito, ya dispuesto para su comercialización, y de forma previa al envasado. Este lote tendrá un tamaño máximo de 1.000.000 kilos.
Posteriormente, añadió, el envasador pondrá ese lote en conocimiento de la entidad acreditada por ENAC, seleccionada por él, quien tomará la muestra representativa y homogénea del lote correspondiente.
Esta muestra se enviará posteriormente al laboratorio elegido para su análisis y si del resultado de dichos análisis se concluye que el aceite cumple con todos los requisitos físico-químicos y organolépticos establecidos en la normativa vigente y en el sistema de autocontrol, los datos serán finalmente incorporados a la base de datos del Ministerio.
¿Quiénes se podrán acoger al mismo?
Se podrá acoger de forma voluntaria cualquier entidad representada por Anierac, Asoliva y Cooperativas Agro-alimentarias de España. La aplicación del SER se establecerá de manera temporal (proyecto piloto) por un período limitado de dos campañas oleícolas desde su puesta en marcha. Durante ese período de tiempo, o una vez transcurrido, y como consecuencia del seguimiento realizado por las Administraciones públicas, se podrá decidir prorrogarlo, modificarlo o bien darlo por concluido.
El nuevo SAR para el aceite de oliva extra no cuenta con la adhesión de todo el sector oleícola, puesto que las almazaras industriales, representadas por Infoliva, han decidido quedarse el margen. Para el presidente de Anierac, Gonzalo Guillén, porque apenas envasan. Para el presidente de dicha Asociación, Jesús Santaolaya, en declaraciones de última hora recogidas por la publicación especializada Olimerca, porque no va a aportar nada nuevo al consumidor, no va a mejorar la información sobre la calidad del producto y, sobre todo, porque supondrá mayores costes para las empresas.
Según Santaolaya, el SAR solo servirá para crear una nueva clasificación de los aceites que confundirá aún más al consumidor, complicando las actuales normativas al resto del sector y jurídicamente no valdrá para nada. Además, añadió, el sector dispone ya de herramientas suficientes como para garantizar la calidad, la trazabilidad y la información al consumidor sin necesidad de crear más complicaciones al sector y a los consumidores.
Envasadores y exportadores de aceite de oliva pusieron, sin embargo, su diana en la falta de objetividad del panel test o panel de cata para apoyar un nuevo sistema que, aunque no acaba con el mismo, sí es mucho más exigente a la hora de valorar la calidad organoléptica del aceite de oliva, aunque siguen criticando que no sirva para dar seguridad jurídica a las marcas del fabricante tanto en el mercado nacional, como sobre todo en el exterior.
Para Cooperativas, el nuevo SAR para el aceite de oliva extra no es un punto de llegada, sino de salida, en un camino en el que la autoexigencia del sector, aunque sea voluntaria, será mucho mayor que lo recogido en la normativa actual, incluida lo referido al panel de cata.
Enorme responsabilidad
Por su parte, la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, subrayó que España es el primer productor y exportador mundial de aceite de oliva, con la mayor superficie de olivar y el mayor número de olivos del mundo. En este contexto, la Ministra entiende que este sector es y debe seguir siendo un referente a nivel internacional por marcar los máximos niveles de exigencia a su producción. Por ello, “tenemos la enorme responsabilidad como país de defender, cuidar y promover la calidad de nuestro aceite”.
Según explicó la ministra, este sistema voluntario garantiza que aquellos aceites de oliva virgen extra que superen el control, cumplen con criterios analíticos de calidad más exigentes que los ya muy rigurosos fijados por la legislación vigente.
También comentó que el apoyo del Ministerio a este sistema es un ejemplo más del esfuerzo que se viene realizando para conseguir que los aceites de oliva virgen extra españoles tengan cada vez mayor prestigio en los mercados, tanto nacional como internacionales, incrementando su valor y añadiendo riqueza a la cadena de producción.
A este respecto, García Tejerina puso en valor la suma de esfuerzos de la iniciativa pública y privada para ofrecer al consumidor mayor calidad, garantías y exigencias para nuestros aceites de oliva virgen extra. Así, desde la Administración del Estado se promovió en su día la Ley para la Defensa de la Calidad Alimentaria, que el sector ha sabido aprovechar para amparar el sistema de autocontrol reforzado voluntario, signo inequívoco de madurez de nuestro sector del aceite de oliva.
Por otra parte, la ministra aseguró que el aceite de oliva español conforma un sector de gran fortaleza y entidad en la estructura agroindustrial española. Se trata, ha añadido, de un producto de gran relevancia económica y comercial en nuestro país, con un prometedor mercado internacional y una demanda en constante crecimiento.
En concreto, en los ocho primeros meses de campaña, las exportaciones de aceite de oliva se situaron en más de 660.000 t, lo que supone un incremento del 22% respecto de la pasada campaña.
Dada la importancia de este sector, García Tejerina indicó que su Departamento trabaja para mejorar su calidad en distintas áreas, como desarrollo tecnológico, formación, comercialización, desarrollo de la normativa y control de su cumplimiento.
De cara a la presente legislatura, la ministra ha avanzado que el Gobierno tiene previsto desarrollar un Programa para la Excelencia de la Calidad Alimentaria. Una de sus primeras acciones será el establecimiento de un convenio de colaboración para la calidad alimentaria y su garantía, en el que se espera contar con la participación de toda la industria alimentaria y la distribución. Según puntualizó, el establecimiento de sistemas de autocontrol, por parte de los sectores, será una pieza básica.