A Ursula Von der Leyen: esperamos palabras y hechos para la agricultura. Por Christiane Lambert y Lennart Nilsson
La Agricultura ha ocupado un lugar destacado en las elecciones europeas, y los candidatos la han mencionado con frecuencia y se ha destacado en los manifiestos de los partidos políticos.
Por Christiane Lambert, Presidenta de COPA y Lennart Nilsson, Presidente del COGECA
Desde la Estrategia “De la granja a la mesa”, pasando por las crisis que han sacudido a Europa y las importantes protestas agrícolas a principios de este año, ha surgido un consenso: la Agricultura es uno de los tres pilares de la Autonomía estratégica de la UE, junto con la Energía y la Defensa. La forma en que la UE aborde estos tres ámbitos críticos en los próximos cinco años será crucial para su futuro.
Durante la legislatura anterior, el COPA-Cogeca advirtió con frecuencia contra la actitud más bien desdeñosa de la Comisión Europea hacia la Agricultura. Por lo tanto, nos complace ver que esta visión estratégica prevalece hoy. Nos sentimos especialmente alentados por el renovado interés de los grupos políticos en la Presidencia de la Comisión de Agricultura y en el papel del comisario de Agricultura. ¡Esto contrasta de forma considerable con el estado de las discusiones que hubo durante el mismo período en 2019!
Si todavía hay que reiterarlo, la Agricultura europea es un asunto increíblemente relevante en la encrucijada de todas las grandes prioridades de la Unión Europea. Ya se trate de la seguridad alimentaria, de la lucha contra el cambio climático, de la pérdida de biodiversidad, del secuestro de carbono, del avance de la economía circular y biocircular , de las energías renovables, del Desarrollo Rural o de nuestra política comercial. Todos estos asuntos están conectados con la Agricultura.
Como si hubiese que recordárselo a los responsables políticos recién elegidos, nuestro modelo agrícola, con su gran diversidad, de agricultura familiar resiliente, es un activo importante que debe fortalecerse de manera imperativas.
Retos existenciales
Aunque nuestra Agricultura es esencial y estratégica, continúa siendo frágil. Los retos a medio plazo a los que se enfrentará son existenciales. ¿Cómo podemos promover las transiciones climática y medioambiental necesarias, preservando al mismo tiempo la competitividad de nuestra agricultura? ¿Cómo podemos equilibrar la circularidad de nuestra agricultura con la ganadería? ¿Cómo vamos a mantener nuestra capacidad de innovar en áreas como las Nuevas Técnicas de Edición Genómica (NGT), el biocontrol, la gestión del agua y la fertilización? ¿Cómo mejoraremos nuestra autonomía estratégica en un contexto geopolítico cada vez más complejo y desafiante? Nuestra capacidad para responder a estas preguntas determinará nuestra capacidad para garantizar la necesidad crítica de renovación generacional.
Mientras la Agricultura está actualmente en el punto de mira, ha surgido una cierta paradoja. A pesar de las intenciones expresadas por los partidos políticos durante la campaña, todavía no hemos visto respuestas políticas convincentes e innovadoras a las dificultades y preocupaciones planteadas durante las protestas agrícolas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha logrado dar respuestas a corto plazo, proponiendo simplificaciones a la nueva PAC e iniciando un ambicioso trabajo preliminar con el lanzamiento del denominado «Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UE». Es algo que acogemos con satisfacción. Sin embargo, esperamos más palabras y hechos para la agricultura en el próximo mandato.
Por lo tanto, escucharemos atentamente el discurso de Ursula von der Leyen este jueves 18 de julio ante los parlamentarios recién elegidos y reunidos en Estrasburgo. Prevemos, al igual que su último discurso sobre el estado de la Unión en 2023, prestar especial atención a las cuestiones agrícolas y a la introducción de los primeros hitos clave.
En nuestra opinión, algunos elementos son esenciales si queremos restablecer una visión estratégica de nuestra Agricultura. En este momento, los agricultores y las cooperativas europeas buscan garantías sobre ciertos compromisos asumidos durante la campaña, en particular en lo que respecta a la asignación y el tamaño del presupuesto de la UE para Agricultura.
No podemos esperar que los agricultores hagan más, mientras los dejamos con la incertidumbre sobre la financiación de los objetivos comunitarios. En este sentido, sería una oportunidad perdida reducir los presupuestos asignados a la política de promoción, ya que es uno de los éxitos notables de la UE.
Presupuestos y coherencia política
Necesitamos más coherencia política, en particular entre nuestras ambiciones medioambientales en el mercado interior y nuestra política comercial.
A este respecto, cualquier impulso para avanzar en el acuerdo UE-Mercosur en la fase inicial del mandato enviaría una mala señal política. En lo que respecta a Ucrania, si bien debemos apoyar su esfuerzo bélico, los agricultores de la UE no tiene por qué soportar parte de la carga de la liberalización del comercio o de una posible ampliación.
También es crucial que continúen los esfuerzos de evaluación y simplificación iniciados en 2024 de la PAC y de otras políticas, empezando, por ejemplo, por con la regulación de la deforestación, muy compleja y poco práctica.
Sobre estas bases claras, y con el apoyo de un comisario de Agricultura con un papel fundamental en el futuro equipo de Comisión Europea, podemos plantearnos una serie de nuevas reformas para mejorar notablemente la posición de los agricultores en la cadena de valor (con una Directiva sobre Prácticas Comerciales Desleales 2.0) y la renovación generacional agraria.
Podríamos apoyar estrategias europeas en ámbitos clave como la Ganadería, los fertilizantes o el agua.
Por último, es esencial que se preste nueva atención a las cooperativas agrícolas, que son actores clave en nuestras transiciones y que, hasta ahora, han sido ignorados en la mayoría de los debates y en las hojas de ruta de los grupos políticos.
Los próximos meses serán cruciales para convertir las intenciones de campaña en acciones fuertes y concretas.
Dado que las cosechas de 2024 ya parecen retar al sector agrario de la UE, las expectativas de puesta en prácticas de acciones fuertes y concretas entre toda la profesión son crecientes.