Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón hemos mostrado nuestro “total desacuerdo” con el “enfoque político” adoptado finalmente para la aplicación de la reforma de la PAC 2023-2027 en España, a través del Plan Estratégico nacional (PE-PAC).
Desacuerdo total con el “enfoque político” del Plan Estratégico nacional de la PAC. Por Joaquín Olona.
Por Joaquín Olona. Consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón.
Durante todas las reuniones mantenidas con el Ministerio de Agricultura, he defendido la posición de Aragón en favor del agricultor profesional y el modelo familiar. Y también ha sido así en la Conferencia sectorial que, de forma telemática, los responsables del Ministerio de Agricultura mantuvieron el pasado jueves 21 de octubre con los consejeros de Agricultura de las distintas Comunidades Autónomas.
Si bien valoro positivamente el enfoque redistributivo de la nueva PAC -tal y como ha estado planteando Aragón-, esta postura “resulta insuficiente en relación con la preferencia y protección que esta Comunidad ha venido defendiendo para el modelo familiar y profesional agrario.
Considero que la redistribución de la ayuda va a verse limitada por el mantenimiento de los derechos individuales. La no supresión de los derechos históricos, como hemos reiterado desde el principio al MAPA, hará que se sigan produciendo anomalías como que continúen cobrando aquellos que no tengan ganado, mientras que los que sí lo tienen cobren insuficiente.
De igual forma, seguirán cobrando estas ayudas de la PAC aquellos perceptores que no realizan ninguna actividad agraria, mientras que los jóvenes que se incorporan tendrán dificultades para acceder al pago.
También estimo que su no eliminación, dará pie a que las actuales diferencias entre territorios no se terminen de resolver.
Por otro lado, la ralentización del proceso de convergencia interna del valor medio de los derechos de pago; la insuficiente reducción del número de regiones agronómicas; el escaso aumento atribuido en los pagos por hectárea en las zonas menos productivas, así como a la ayuda asociada al ovino extensivo, como sector especialmente crítico, son limitaciones que irán en contra del mantenimiento de la actividad de los agricultores y ganaderos profesionales y, sobre todo de los jóvenes recién incorporados al sector.
Asimismo, considero poco exigente la definición que se hace en el Plan Estratégico del “agricultor activo”, como beneficiario de los pagos directos y no creo tampoco que “los agricultores profesionales, con mayores dificultades de renta, se vean beneficiados en la aplicación de la ayuda redistributiva a la renta.
Ecoesquemas
En relación a los ecoesquemas, parece claro que es necesario mejorar la integración ambiental de la agricultura y la ganadería, pero habría que reconocer también el esfuerzo que se hace para facilitar el acceso a esta herramienta a los agricultores y ganaderos.
En este punto, valoro que se hayan desvinculado totalmente del sistema de derechos individuales y de referencias históricas. Si bien, me preocupan las dificultades que, para su propia implementación y desarrollo, pueden derivarse de la insuficiente apuesta del Plan Estratégico Nacional por la profesionalidad que defendemos desde Aragón.
En definitiva, espero apurar los márgenes técnicos que todavía existen antes del cierre definitivo del Plan para su aprobación y posterior aplicación, y adelanto que esta misma semana presentaré ante los medios de comunicación un análisis de cómo queda la PAC para Aragón.
