Think Tank AgroNegocios: El futuro será de riego o no será. Por Jaime Lamo de Espinosa

En ese segundo Think Tank organizado por Eumedia, en el que el agua ha sido el objeto de debate, todos los asistentes pusimos de manifiesto que las agriculturas de secano están conduciendo a buena parte de España hacia la despoblación y coincidimos en que la agricultura española en el futuro será de riego o no será, lo que acentúa la necesidad de una política hidráulica estable.

Think Tank AgroNegocios: El futuro será de riego o no será. Por Jaime Lamo de Espinosa

Por Jaime Lamo de Espinosa, director de Vida Rural.

Querido lector:

Una vez más, desde Eumedia, empresa editora de esta revista Vida Rural y también de AgroNe­gocios, Mundo Ganadero y Ori­gen, he­mos organizado el segundo Think Tank en Valencia, en la impresionante sede de la Acequia Real del Júcar, para tratar sobre un tema tan importante hoy en el mundo y en España como es el agua.

En uno de sus salones, presididos por el retrato del Rey Jaime I el Conquistador quien fundó dicha comunidad en el s. XIII, y de todos aquellos importantes personajes a los cuales la Acequia debe su historia y su calificativo de “Real”, pudimos mantener un debate de casi dos horas que ha sido grabado en vídeo y que el lector puede encontrar en www.agronegocios.es.

Los contertulios, a los que tuve el privilegio de presentar y moderar, fueron los si­guientes:

  • Juan Valero de Palma, secretario general de Fenacore.
  • Julián Martínez Beltrán, asesor de la Comunidad General de Regantes del Canal de la Derecha del Ebro.
  • Ángel García Cantón, consultor independiente en recursos hídricos.
  • Alberto Fernández Lop, del programa de Aguas de WWF España.
  • José María García Álvarez-Coque, catedrático de la UPV.
  • Marta García Mollá, investigadora del Centro Valenciano de Estudios del Riego (UPV).
  • Pedro Arrojo, diputado por Zaragoza de Unidos Podemos.

Como se ve una amplia representación de expertos lo que provocó un debate diverso, con opiniones a veces discrepantes, con muchas coincidencias y al que probablemente deberá seguir otro para profundizar sobre alguna cuestión que mencionaré al final de esta carta.

Comenzaré resaltando, como allí hice, el problema de la escasez de agua a nivel mundial. Si en el año 2050 seremos unos 10.000 millones de habitantes, su alimentación exigirá más tierras y más agua por habitante para poder aportar más alimentos por habitante. El progresivo proceso de urbanización hace que cada vez haya más personas habitando en ciudades y menos en el medio rural y las primeras se habitúan rápidamente a un modelo alimentario y nutricional de corte occidental, europeo o norteamericano, lo que multiplica por elevados coeficientes las raciones que constituyen su diaria alimentación. Necesitamos pues más alimentos pero no tenemos más agua ni más tierra.

Si examinamos la situación española vemos que la Producción Final Agraria (PFA) del año 2018 fue ya de 53.000 millones de euros, de los cuales un 60,7% lo constituyó la producción vegetal. Y la ma­yoría de esa producción vegetal se obtiene hoy en España en tierras regadas y buena parte de la misma constituye un elemento esencial de nuestra exportación agroalimentaria. Quizás por ello hoy somos el tercer país de Europa en producción agraria y el sexto país exportador agroalimentario mundial. Somos fuertemente exportadores en hortofruticultura, vinos, aceite de oliva y porcino, y ocupamos en tecnología en todo el sistema agroalimentario una de las principales posiciones del mundo (los consumos intermedios representaron en 2018 el 43,1 % de la PFA).

Y si nos referimos a las tierras regadas somos el primer país de Europa en superficie regada, con 3,5 millones de hectáreas, el noveno del mundo y el tercero en riego modernizado. El regadío es una constante de nuestra historia desde Carlos III y la Ilustración, pasando por Jovellanos y Costa y llegando a los últimos cuarenta años de monarquía parlamentaria.

Tenemos una gran capacidad de embalse de agua pero –y se suscitó en el debate– hay dudas sobre si se puede ir más lejos en agua embalsada o en interconexión de cuencas. Se habla siempre del Tajo-Segura pero muy poco en cambio de las del interior de Cataluña de gran aceptación y éxito. Y se comenta mucho sobre las aguas superficiales y poco de las subterráneas, eso que el profesor Llamas denomina “Hidroesquizofrenia hidráulica”.

El debate discurrió por muchos caminos, Fernández Lop puso el acento en la Directiva Marco del Agua, en el cambio climático y en la eficiencia del uso del agua. García Cantón destacólos problemas del régimen concesional, de la sostenibilidad, de la modernización de las Comunidades de Regantes y de las futuras demandas de riego y señaló que, en su opinión, la satisfacción de las demandas en el contexto actual, especialmente en los territorios con menor disponibilidad, requiere de sistemas integrados, lo que supone cambios legislativos relevantes.

La profesora García Mollá centró su atención en los ahorros necesarios en el agua de riego utilizada, en los potenciales incrementos de costes que entraña la modernización, en la expansión de la tecnificación hidráulica y en la necesaria formación de los nuevos regantes.

El diputado Arrojo Agudo destacó que estamos en un nuevo contexto donde muchos parecen querer ver el agua como una mercancía que opera en un libre mercado, teoría que él no comparte. No veía posible ni, seguramente, racional, caminar en la dirección de más presas o más trasvases, hizo hincapié en recuperar el buen estado de nuestros sistemas hidráulicos hoy dañados, planteó la necesidad de la desalación del agua marina usando la energía solar y eólica y recordó, hablando del Pacto Nacional del Agua, que existe ya un acuerdo social del agua que debe ser considerado. E incidiió nuevamente en los problemas del cambio climático.

Por su parte, el profesor García Álvarez-Coque partió de dicho cambio climático planteando que acabará conduciendo a un cambio nutricional, que hoy ya se apunta, y que modificará en mucho las orientaciones productivas. De­fen­dió un sistema de riegos racional y sostenible y puso en valor la nueva Ley de Estructuras Agrarias recientemente aprobada por la Comunidad Valenciana.

Martínez Beltrán fue muy contundente en el sentido de que existen sectores de riego, incluidos en grandes zonas regables, que deben ser finalizados por el sector público, pero en algunos las obras se encuentran prácticamente paralizadas. Hay, pues, muchas hectáreas regables potenciales que no llegan a ponerse en funcionamiento por una clara carencia de inversiones. Consideró que la transferencia de esta competencia de grandes zonas regables a las comunidades autónomas no ha beneficiado la terminación de esas zonas. Y defendió la necesidad de recrecer cierta presa, construir otra nueva y mantener la política de interconexión de cuencas allí donde sea preciso, poniendo como ejemplo positivo de ello la del Ebro a Tarragona.

Finalmente Valero de Palma, destacó la importante historia de la Ace­quia Real del Júcar, su transcendencia para el desarrollo rural y agrario de Valencia y la necesidad de seguir insistiendo en mantener una política hidráulica no discontinua.

En el debate posterior entre todos los asistentes pusimos de manifiesto que las agriculturas de secano están conduciendo a buena parte de España hacia la despoblación, tema este muy preocupante; coincidimos en que la agricultura española en el futuro será de riego o no será, lo que acentúa la necesidad de una política hi­dráulica estable; hubo críticas hacia el hecho de que la política del agua/ infraestructuras hidráulicas haya cambiado de Mi­nisterio numerosas veces en los últimos diez años (Fomento, Medio Ambiente, Agri­cultura y finalmente Transición energética); nuevamente fue objeto de debate el problema del cambio climático que todos contemplamos con la máxima preocupación y siendo conscientes de que no es algo por llegar sino que ya está entre nosotros y con efectos agrarios e hidrológicos de enorme transcendencia.

También se abordó el posible impacto negativo del Brexit sobre las exportaciones agrícolas españolas y especialmente las vegetales que requieren agua para su producción. Justo al final del debate pusimos de manifiesto que no habíamos enfocado el problema desde el punto de vista del agua virtual y la huella hídrica y su impacto sobre la balanza comercial del agua, poniendo como ejemplo que España se ha convertido en el tercer productor mundial de porcino gracias a las importaciones de cereales que suponen en esencia importaciones de agua con un saldo positivo. Sobre esta cuestión se llevará a cabo más adelante otro Think Tank.

Desde un punto de vista icónico hay que destacar que el debate se produjo a pocos metros de la Catedral de Valencia, muy cerca de la puerta de los Apóstoles, donde esa misma mañana, jueves, se hallaba reunido el Tribunal por el que tanta admiración mostró en su día la Premio Nobel Elinor Ostrom por sus trabajos sobre los recursos compartidos o bienes comunes. Y este es el caso del agua.

Una jornada, como se ve, bien aprovechada.

Un cordial saludo

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