Redacción.

“El papel de Smart Agrifood Summit es el de visualizar y promover el desarrollo de la innovación y la tecnología en el sector agroalimentario”

– Este año hay una novedad importante en relación con la sede de la próxima edición, este mes de septiembre, de Smart Agrifood Summit. ¿Dónde se celebrará y a qué es debido este cambio?

Este año vamos a cambiar de sede del evento. Hemos estado cinco años en Málaga, una ciudad maravillosa para trabajar en ella, con el Ayuntamiento de Málaga y su equipo de FYCMA con el que hemos trabajado muy bien.

Ahora tocaba una nueva etapa y hemos llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Sevilla para hacerlo en FIBES el próximo 28 y 29 de septiembre, como en años anteriores, y con muchas novedades de repercusión mundial en las que estamos trabajando.

Todos los eventos que hacemos en el mundo, que son unos 20 anuales, tendrán como referencia el de Sevilla, que será un gran evento de innovación en la cadena agroalimentaria.

Sevilla es una ciudad que tiene un potente ecosistema agroalimentario y en ella están las empresas agroalimentarias más importantes. Tiene un fuerte desarrollo de startups, sus universidades (Universidad de Sevilla, Pablo de Olavide y Loyola, así como la Escuela de Negocios de San Telmo) están muy volcadas con toda la cadena agroalimentaria, el sector agrícola, ganadero, pesquero y la industria de transformación, la logística, los temas de agua, de energía renovable, la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible, el reto demográfico, la economía azul, etc…

– Continúa su curso, un poco a cámara lenta, del PERTE para el sector agroalimentario. A su juicio, ¿cómo valora la implementación de éste en lo que respecta a la inversión en digitalización del sector?

Yo creo que es una gran oportunidad que debemos aprovechar. Efectivamente va un poco lento su desarrollo y la participación de las Pymes aún es escasa, pero España ya inició un proceso de digitalización del sector que comienza a dar sus frutos, quizás más en el mundo ganadero que en el mundo agro o pesquero, pero creo que por ejemplo en el tema de agua es absolutamente necesario que se aborde con rapidez la necesidad de modernización, digitalización, apoyo a la introducción del riego inteligente, acompañado de nuevas infraestructuras de agua y de riego.

 – El pasado año usted afirmaba que España se encuentra en un estado muy desigual en el desarrollo de la transformación digital e innovación en el sector agroalimentario con respecto a otros países. ¿Confirma hoy esta radiografía de esta transformación?

Hemos avanzado y estamos en una buena vía, pero necesitamos ir más rápido. Ahora cuenta mucho, más que la cantidad de recursos, la rapidez con la que se implementan los proyectos.

Hace falta poner gente con formación en este ámbito familiarizados con la digitalización que den un nuevo impulso y rápido. Salir un poco del “vuelva usted mañana” del siglo pasado porque hay muchas empresas que están ya en “no vuelvo nunca” por los trámites y dificultades burocráticas que la administración tiene.

No es posible que la administración sirva de palanca si ella primero no cambia. Y se están dando pasos importantes, pero tienen que ser más rápidos o perdemos competitividad en el sector.

– Según el último informe de la Fundación Europea para la Innovación (INTEC), la agricultura y la ganadería de precisión, junto con la inteligencia artificial, son las principales tendencias globales de innovación del sector tecnológico en la agroalimentación en 2023…

Estos avances están relacionados con la inversión. Del año 2021 al 2022 ésta ha crecido en un 25%, y continúa creciendo mucho más.

En el ámbito privado es donde más se da este crecimiento y si lo acompañáramos de inversión pública en modelos efectivos de colaboración público-privada tendríamos una agricultura de las más potentes del mundo como han hecho Países Bajos o Israel.

Venimos de un nivel muy bajo y tenemos que recuperar mucho terreno y tiempo perdido.

– Además de la lucha contra el cambio climático, se espera que la tecnología también contribuya a reducir -en un 30% según la CE-, el desperdicio de alimentos, que en los países desarrollados se concentra en la distribución y el consumo. ¿Cómo experto, cree factible este reto?

Es muy factible porque ya se está trabajando mucho la concienciación, que es el primer paso. España es uno de los países más avanzados en la reducción del desperdicio alimentario y puede servir de ejemplo en muchas buenas prácticas que se llevan a cabo, especialmente en el sector de supermercados y distribución.

– ¿Es cierto que, en nuestro país, las inversiones en startups son bajas y la mayoría de ellas se encuentran en fase inicial?

Está comenzando a cambiar el desarrollo de startups, pero lo que menciona es cierto. Cada vez hay más startups, pero su valoración, como en otros sectores, aún es baja. Por ejemplo, en este sector se nota menos la ralentización de la inversión que en otros. Aquí no hay burbuja de startups, hay muchas, pequeñitas, pero con mucho futuro.

-En este sentido, ¿cuál es el papel al que deben contribuir foros como Smart Agrifood Summit?

El papel de foros como el nuestro es el de visualizar y promover el desarrollo de la innovación y la tecnología en este sector. La promoción de la innovación en las empresas y el desarrollo de nuevas soluciones hemos visto en estos años que están en el mercado en los siguientes años.

En Smart Agrifood Summit se ven las innovaciones que van a llegar desde nuestros campos o nuestras granjas a la mesa, pasando en muchos casos por los laboratorios de innovación y por proyectos de investigación que aquí sí están llegando al mercado.

Este año, como novedad, instauraremos un premio global de alimentación que reconocerá esa labor de innovación en empresas y organizaciones en el mundo: el “Global Food Innovation Awards”.