Frases huecas. Por Agaprol OPL
Frases huecas
Por la Asociación de Ganaderos Productores de Leche (Agaprol OPL)
La sensación de crisis en el sector lácteo es algo que supera con creces el precio que se paga a los ganaderos por producir un litro de leche. La verdadera magnitud de la crisis del sector se asienta en las relaciones existentes dentro de los eslabones de la cadena alimentaria y la percepción que cada uno de los mismos tienen tanto de los que están por encima como por debajo de la misma, y la triste realidad es que los ganaderos siempre están en la parte inferior.
A nadie parece importarle ahora que, por fin, el precio de la leche en los lineales haya dejado de ser un mero gancho para atraer clientes convirtiendo un bien básico en un producto reclamo.
Poco importa tampoco que el precio de la leche en Europa esté prácticamente empatado con el de la producción nacional porque realmente la crisis no se asienta en el dinero que se paga por el producto.
Lo realmente importante es seguir teniendo el control de la producción para poder gestionar desde la posición de dominio de quien se sabe la única tabla de salvación para aquellos cuyo producto tiene una vida limitada de 48 horas.
La verdad es que a nadie le importó nunca que la leche estuviera más cara en Europa que en España y que, probablemente, vuelva a estarlo. Y esto es paradójico porque ante una situación así, los ganaderos serán los primeros en cerrar, pero después lo tendrán que hacer las industrias y, más tarde, la distribución tendrá que reponer sus lineales con productos de vete tú a saber dónde y vete tú a saber a qué precios.
Poco importa, porque los consumidores tendrán que asumir que ante la escasez, ellos serán los que soporten el precio y los Gobiernos lo aceptarán encantados, mientras el IPC no se desboque por algo que pueden controlar dentro de sus fronteras. Eso es lo que realmente desespera y hace que las explotaciones lecheras desaparezcan a cientos.
No sólo es no saber qué ocurrirá mañana, como en cualquier negocio, sino que en éste se sabe lo que va a ocurrir porque hay quien no está dispuesto a que eso cambie. Mantener el “status quo” por el que cada litro de leche que sobra se convierte en la pena máxima para aquellos que de verdad se necesitan.
Así interesa que continúen siendo las cosas, frases huecas sobre el compromiso con el futuro del sector, campañas publicitarias con verdes prados y, después, el control de una relación en la que si sobresales un poco te atizan sin misericordia, porque lo importante es que la gente ande justa, endeudada y rogando porque mañana te recojan la leche al precio que sea.