El año 2015 será recordado en el campo español por la crisis sufrida por los ganaderos de vacuno de leche y por el estancamiento, un año más, de la renta agraria. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha recordado que la economía del sector primario se sitúa a niveles de hace quince años. Los problemas por la puesta en marcha de la nueva PAC y las adversidades meteorológicas han marcado también el año que ahora termina.
La crisis láctea y el estancamiento de la renta marcaron el año agrario 2015, según UPA
La organización agraria UPA ha lamentado que el sector primario español haya asistido a una “legislatura perdida” en términos de renta y de empleo. El incremento del 1,7% de la renta agraria en 2015 se debe, según esta organización, a la contención de los precios de los consumos intermedios y a que 2014 fue “nefasto” por el veto ruso.
2015 ha sido también el año de la puesta en marcha de la nueva PAC. Un proceso lleno de retrasos, incertidumbres y problemas en las que los agricultores han perdido “innumerables horas”.
La crisis de precios se ha cebado con varios sectores, destacando la ganadería de vacuno de leche, el porcino blanco o la cunicultura, demostrando según UPA que “aún queda mucho camino por recorrer” en el reequilibrio de la cadena agroalimentaria.
En cuanto al empleo, y a falta de conocer el dato del cuarto trimestre, 2015 ha mantenido unos niveles de ocupación un 2,13% inferiores a 2014.
En cuanto a la meteorología, 2015 ha sido un año terrible para el campo, con inundaciones y temporales de nieve y viento en enero, febrero y marzo, seguidos de una primavera seca y muy calurosa, y un verano tórrido y con numerosas tormentas. El otoño ha traído una grave sequía que continúa ahora que comienza el invierno.
Análisis pormenorizado del año agrario 2015 por sectores
Política Agraria Común: muchos problemas e incertidumbres
Los profesionales del campo han dedicado “demasiadas horas” a aspectos puramente administrativos, a entender la nueva reforma de la PAC y a intentar adaptar sus explotaciones a los nuevos requerimientos. Las Administraciones se han visto colapsadas y superadas, lo que se ha traducido en retrasos, incertidumbres, dudas y problemas.
De especial gravedad han sido los problemas relacionados con el coeficiente de admisibilidad de pastos (CAP) o el gran retraso en la aplicación práctica de las medidas que contienen los diferentes planes de desarrollo rural. En 2015, debido a la tardía aprobación de los planes, se han puesto en práctica muy pocas medidas, con el correspondiente perjuicio para el medio rural, y en especial para los agricultores y ganaderos.
Durante el período de solicitudes de la PAC, se comprobó que la Administración no estaba preparada para afrontar “con garantías” ese proceso tan importante. El programa informático que se elaboró de forma expresa para llevar a cabo la solicitud presentó múltiples problemas, prácticamente hasta el último día del plazo, algo que fue denunciado continuamente por UPA.
Fue también es ese momento cuando UPA comenzó a trasladar a la Administración los problemas que estaban surgiendo con la aplicación del nuevo Coeficiente de Admisibilidad de Pastos (CAP), que en muchos casos reducía la superficie declarable –y por consiguiente, las ayudas- de los ganaderos y ganaderas.
A día de hoy el problema “todavía no está resuelto”, cuando los agricultores y ganaderos deberían tener asignados ya sus derechos y estar pensando en la campaña del año 2016.
Tras los meses de verano, comenzamos a recibir noticias que anunciaban que el Ministerio no iba a cumplir su promesa de comunicar a los agricultores y ganaderos el valor de sus nuevos derechos.
UPA realizó una serie de gestiones, y finalmente en el mes de octubre el FEGA puso en funcionamiento un enlace en su web para poder conocer esos valores preliminares, que aunque sean provisionales, da una primera idea del valor de los nuevos derechos.
Menos empleo en la agricultura y ganadería
A falta de conocer el dato del cuarto trimestre, 2015 ha mantenido unos niveles de ocupación inferiores a 2014, cuando la media de ocupados de los tres primeros trimestres es un 2,13% inferior al dato del año anterior, manteniéndose así la tendencia de los últimos años.
Por otro lado, la media de parados registrados en el sector agrícola entre los meses de enero y noviembre de 2015, se sitúa por encima de los 205.000, que supone una disminución de un 5%, con respecto al dato del año 2014.
Año “terrible” desde el punto de vista meteorológico
2015 comenzó con inundaciones y temporales de nieve y viento en los meses de enero, febrero y marzo. La primavera fue seca y terminó con una ola de calor en mayo –que lo convirtieron en el mayo más caluroso desde 1964- y en junio tormentas de granizo.
Los daños en el campo tras el invierno y la primavera fueron muy importantes, dándose la circunstancia de que un 80% de las zonas afectadas ya sufrieron sequía el pasado año. El verano también destacó por sus elevadas temperaturas y fuertes tormentas de granizo.
El final del año se está caracterizando por una reducción muy importante del régimen de lluvias que está afectando a la cosecha de olivar y a las siembras de cultivos herbáceos. Por otro lado, el volumen de agua embalsada se está reduciendo respecto a la media de los últimos años.
El 22 de junio se convocó la mesa de adversidades climatológicas que fue solicitada por UPA.
La normativa que se ha publicado en relación con las adversidades climatológicas:
- Real Decreto-ley 2/2015, de 6 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes para reparar los daños causados por las inundaciones y otros efectos de los temporales de lluvia, nieve y viento acaecidos en los meses de enero, febrero y marzo de 2015
- Orden AAA/1195/2015, de 18 de junio, por la que se establecen las bases reguladoras y se convocan subvenciones públicas destinadas a la obtención de avales de la Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria por titulares de explotaciones agrarias que garanticen préstamos para financiar sus explotaciones
- Orden ESS/952/2015, de 22 de mayo, por la que se dictan normas para la aplicación de lo dispuesto en el artículo 12 del Real Decreto-ley 2/2015, de 6 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes para reparar los daños causados por las inundaciones y otros efectos de los temporales de lluvia, nieve y viento acaecidos en los meses de enero, febrero y marzo de 2015.
Crisis de precios generalizada en toda Europa
2015 se ha caracterizado en toda Europa por ser el primer año de aplicación de la nueva PAC y por ser un año muy malo en cuanto a precios agrícolas y ganaderos de refiere.
Desde el punto de vista de la implementación de la nueva PAC, los agricultores y ganaderos han tenido que lidiar con las nuevas exigencias y requisitos impuestos para este nuevo periodo, algo que ha llevado a todo el sector a solicitar una simplificación de la PAC que la Comisión Europea espera tener lista para 2017.
Del lado de los precios, el resultado no ha podido ser más negativo. Exceptuando sectores muy particulares, los agricultores y ganaderos europeos han visto cómo los precios agrícolas han mantenido una tendencia bajista, especialmente en ámbitos como el lácteo o el porcino, que están llevando a numerosos productores a la ruina. 2016 se presenta, de momento, con el mismo nivel de incertidumbre.
La política agraria europea ha perdido casi todos sus mecanismos de gestión de mercados, por lo que la capacidad de respuesta conjunta ante una crisis como la de este año es mínima.
Los agricultores y ganaderos españoles sufrimos, un año más, ataques a nuestras exportaciones en Francia en los meses de verano, en lo que se ha convertido, tristemente, en una “nefasta tradición reivindicativa de nuestros compañeros galos”. En estos ataques, los agricultores españoles se indignaron ante la inacción de las autoridades francesas, la tibia respuesta dada por el Gobierno español y la nula preocupación por parte de las instituciones europeas. Ante ello, UPA celebró hace pocas semanas una reunión con la organización agraria líder en Francia –FNSEA- para tratar de reconducir la situación y evitar que los ataques se vuelvan a producir.
Los recortes se ceban con las mujeres rurales
En lo referente a la situación de las mujeres rurales en España, en el último año hemos visto cómo los recortes que se han seguido produciendo han afectado más al ámbito rural y a sus habitantes, especialmente a las más vulnerables, las mujeres. Hemos continuado retrocediendo en materia de igualdad, conciliación, sanidad, educación, en cuanto a participación equilibrada en órganos de decisión… Estamos perdiendo infraestructuras en nuestros pueblos que costó años conseguir y asistimos a la eliminación de servicios de atención y prevención a las víctimas de violencia de género, a pesar del goteo incesante de asesinadas en el último año.
Asistimos también con extrema preocupación a la desaparición de la Ley de Dependencia que había supuesto un importante hueco de empleo para las mujeres del medio rural y para la supervivencia de nuestros pueblos.
En cuanto a la puesta en marcha de la PAC, la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales ha criticado ante las instituciones de la Unión Europea que no se recojan medidas específicas dirigidas a las mujeres del sector agrícola y ganadero, así como también ha criticado que en el desarrollo del marco nacional español no se haya apostado por incluir subprogramas dirigidos a mujeres.
Fademur ha continuado denunciando también en 2015 la pasividad de las administraciones para impulsar la Ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias de una forma definitiva. El 43% de los trabajadores sin retribución del sector agrícola europeo siguen siendo las mujeres, de las cuales, el 26% son propietarias de explotaciones. Mientras tanto, la Ley española de Titularidad Compartida de las explotaciones sigue “guardada en un cajón, sin apoyo ni impulso por parte de la Administración”.
Fademur continuará trabajando por el reconocimiento de derechos de las mujeres rurales, por la valorización y visibilización de nuestro trabajo como productoras de alimentos de calidad y gestoras del territorio y del medio ambiente.
Baja el valor de las primas pagadas en seguros agrarios
Respecto al sistema de seguros agrarios, en el 2015 se ha mantenido la reducción de presupuesto del 14, lo que ha llevado a que si bien se han mantenido en general los niveles de contratación en cuanto a hectáreas y animales asegurados, sin embargo ha bajado el valor de las primas pagadas, porque los agricultores y ganaderos han buscado opciones más baratas de contratación, que también suponen un menor nivel de cobertura frete a los diferentes riesgos que acontecen en la agricultura y ganadería.
Aún no se notan los efectos de la Ley de cadena alimentaria
2015 ha sido el año de la puesta en marcha de la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria. Aún así, el nivel de contractualización por escrito en el sector primario es muy bajo y prácticas como las ventas con pérdidas o el uso de productos reclamo siguen muy vigentes y como UPA ya denunció en su momento, “la Ley no ha hecho nada por evitarlas”. Cosa diferente es la actuación de la AICA donde es de reconocer su compromiso absoluto con el cumplimiento de la Ley de la Cadena.
“Valoramos muy positivamente el trabajo realizado por la AICA en su plan de control de la Ley de la cadena”. El plan de control atiende tanto a las denuncias presentadas como a las inspecciones de oficio. Es de destacar su adaptación en función de las denuncias que se reciben. Se han presentado 91 denuncias de las cuales se han resuelto 65 a fecha 1 de noviembre (71%). De estas 50 han sido desestimadas y 15 han terminado en un expediente sancionador.
Es de destacar que de las desestimadas, 33 han sido por posibles denuncias de venta a pérdidas. Esto demuestra que nada menos que el 36% de las denuncias presentadas por el sector es por posibles prácticas de venta a pérdidas, lo que vuelve a poner de manifiesto la “gran carencia” de la Ley de la Cadena. “Nunca sabremos cuántas de estas denuncias van a ser siquiera investigadas por las Comunidades Autónomas y mucho menos cuántas terminarán en expedientes sancionadores de la práctica que más castiga al sector productor español”. Por sectores ha sido el lácteo el que ha soportado mayor número de denuncias, hasta el 55% del total.
En todo caso los desequilibrios de la cadena se mantienen y de momento no se ha mejorado la capacidad negociadora de los productores. El ejemplo más claro lo tenemos en el sector lácteo y las fortísimas tensiones de mercado que han puesto en riesgo de cierre a miles de explotaciones ganaderas
Cabaña ganadera en excelente estado sanitario
El último año ha sido bastante favorable desde la perspectiva de la sanidad animal, aspecto fundamental para preservar nuestras exportaciones que en el ámbito ganadero crecen año tras año manteniendo un nivel óptimo. Cabe recordar que las exportaciones desempeñan una doble función: por un lado, aportan presencia de nuestros productos en los mercados exteriores y además permiten mantener un nivel más adecuado de precios en el mercado interno propio al aligerar la oferta en el mismo.
Este buen ritmo de exportaciones tiene que ver con la correcta ejecución de todos los programas de control, vigilancia y erradicación que se desarrollan en nuestro país.
Conviene destacar los recientes focos de fiebre aftosa existentes en la zona norte de Marruecos que obliga a España a extremar la vigilancia y a los ganaderos a continuar con un cumplimiento estricto de las medidas de bioseguridad en las explotaciones.
El informe de la OMS sobre la carne no deja efectos en el consumo
El incidente más destacado en materia de seguridad alimentaria a lo largo del último año ha sido el relacionado con la carne roja y la carne procesada. En efecto la Agencia Internacional para Investigación sobre Cáncer (IARC) publicó una nota de prensa sobre un informe que en un futuro se publicará y en el que se califican a las carnes rojas y los productos cárnicos como potencialmente cancerígenos para los seres humanos.
Desde UPA se hizo una serie de recomendaciones desde el punto de vista de comunicación y en la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) de la que formamos parte se mostró queja sobre la forma de comunicar por parte de la IARC. Se está a la espera de la próxima publicación del informe completo.
Aprobación tardía de los planes de desarrollo rural
En 2015 se han aprobado los diferentes instrumentos de aplicación de la política de desarrollo rural a través del FEADER para el período 2014/2020. A primeros de año se aprobó el Marco Nacional de Desarrollo Rural, herramienta que supone una cierta armonización de la mayoría de las medidas contenidas en los Programas de Desarrollo Rural autonómicos (PDR).
A mediados de año se aprobó el Programa Nacional de Desarrollo Rural (PNDR 2014/2020) el cual está basado fundamentalmente en las medidas relativas a dar soporte de apoyo económico a la integración de cooperativas, a la nueva medida de innovación (EIP) fomentando la constitución de grupos operativos y realización de proyectos de innovación, a la Red Rural Nacional y a determinadas medidas de apoyo a la asociación de industrias alimentarias y lucha contra incendios.
Durante todo el año se han venido aprobando los diferentes PDR presentados por las CCAA, siendo en noviembre cuanto se completó la totalidad de dichos planes.
Sin embargo, el gran problema ha sido el gran retraso en la aplicación práctica de las medidas que contienen los diferentes planes. Ya el año 2014 se tuvo que anular en cuanto a su aplicación, repartiéndose el presupuesto en los restantes, y en 2015 debido a la tardía aprobación de los planes ha supuesto que se pusiesen en práctica muy escasas medidas, con el correspondiente perjuicio para el medio rural, y en especial para los agricultores y ganaderos.
Poca participación de los agricultores en la planificación hidrológica
A lo largo de 2015 se han aprobado los planes hidrológicos de las diferentes demarcaciones hidrográficas (intra e intercomunitarias) correspondientes al segundo ciclo de planificación hidrológica en base a las normas comunitarias, es decir, el correspondiente al período 2015 a 2021. Asimismo, también se aprobaron los planes de riesgo de inundación en las diferentes demarcaciones hidrográficas.
La participación del sector agrario en todo este proceso no fue la más deseable debido al escaso nivel de interlocución en términos generales por parte de las respectivas administraciones públicas competentes.
Acuerdo esperanzador pero insuficiente en la COP 21
El tema medioambiental más importante en este año ha sido la reciente celebración de la Cumbre del Clima COP 21 en París, en la cual el futuro del planeta estaba en juego y en particular el sector agrario por el impacto que el cambio climático tiene en esta actividad.
UPA, que es una de las organizaciones integrantes de la Alianza por el Clima (plataforma de diversas organizaciones –sindicatos, ecologistas, ONG…-) ha participado en la elaboración de manifiestos, manifestaciones y otros actos con objeto de reclamar un cambio en el modelo productivo para frenar los efectos del cambio climático. UPA cree que el acuerdo alcanzado en la Cumbre del clima de París es «muy mejorable», aunque supone un punto de partida que aporta «algo de esperanza» a la lucha contra el cambio climático.
El alcance del cambio climático en la agricultura, la ganadería y el modelo agroalimentario mundial es aún desconocido, aunque desde UPA no dudan de que será “intenso”. Una menor disponibilidad de recursos hídricos, la desertificación de los suelos o la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos son efectos que ya notan hoy en día las explotaciones agrarias españolas.
Ante ello, el acuerdo ratificado por los 195 países participantes en la Cumbre de la COP 21 de Paris acordó la meta de que la temperatura media a fin de siglo se incremente entre 1,5 y 2º C (la superación de los 2º C tendría efectos irreversibles) y una nueva meta de emisiones cero en la segunda mitad de este siglo.
El acuerdo es vinculante pero no serán legalmente vinculantes los objetivos de reducción de emisión de cada país (con objeto de que EE.UU. se sumase al acuerdo) ni lo son tampoco los compromisos de financiación, lo que es en opinión de UPA una “mala noticia”.
Otro aspecto negativo es que el acuerdo mantiene los mecanismos de mercantilización del clima, como los mercados de carbono, “que favorecen claramente la especulación”. Las propuestas de descarbonización de la economía han quedado también prácticamente eliminadas, pues China las rechazó.
Pérdida de renta en los cultivos herbáceos
Como anunciamos desde UPA, la cosecha de cultivos herbáceos del año 2015 arroja un balance negativo, con reducción de rendimientos medios sobre la cosecha del 2014 cercanos al 10%, que ya terminó con importantes problemas en amplias zonas productoras. Además el nivel de los precios en origen también se ha situado algo por debajo de las cotizaciones del año 2014, dando lugar a pérdida de renta por parte de los cerealistas.
Año positivo para los olivareros a pesar de la escasa cosecha
Durante el año 2015, se ha comercializado la cosecha que comenzó a recolectarse en otoño de 2014. El nivel de producción de aceituna y de aceite fue tremendamente escaso, por debajo de la mitad de la producción de la campaña anterior. Con motivo de dicha reducción, el nivel de precios en origen repuntó de manera importante hasta el mes de agosto, momento en el que comenzaron las bajadas de precio. De manera general, y a pesar de la reducción de la cosecha, el balance para los olivareros en el año 2015 es positivo.
Se generalizan los contratos para la uva
En este año hay dos cuestiones a destacar especialmente, por un lado la campaña 2015/16 ha sido la primera que gracias a la presión del sector vitícola, especialmente desde UPA, se ha podido generalizar la firma de contratos de compraventa de uva para vinificación en base a lo estipulado en la legislación vigente, sobre todo en cuanto a la Ley de la mejora de la cadena alimentaria, si bien los precios de la uva han sido excesivamente bajos ante un contexto de record de exportaciones, bajos niveles de existencias iniciales y gran calidad de uva debido a las condiciones meteorológicas.
Por otro lado, merece destacar la consolidación de la organización interprofesional del vino (OIVE), que ha venido trabajando internamente y logrando acuerdos de gran importancia para el futuro del sector, tales como la recomendación de un modelo de contrato de compraventa de uva y un acuerdo para la aplicación de una extensión de norma que se ha solicitado al Ministerio de Agricultura con objeto de aplicarla en tres años (2016 a 2018), y con objeto de financiar unas futuras campañas de promoción con el 90% de la recaudación, y el resto destinarlo a estudios e investigación e innovación. La cuota se aplicará a todo el vino comercializado (granel, envasado, mercado doméstico, importaciones y exportaciones), y será de 0,065 €/Hl. para el granel y 0,23 €/Hl. para el vino envasado.
Año complicado para los cultivos industriales
Tanto la remolacha, como el tabaco y el algodón, mantienen una clara tendencia de reducción de superficie que evidencia las dificultades que atraviesan estos sectores con costes de producción altos y rentabilidades a la baja. A pesar del esfuerzo que han realizado los agricultores en los últimos años, 2015 no ha sido un año atractivo para su renta.
Las importaciones mantienen hundidos los precios del arroz
El sector arrocero ha seguido influenciado por el aumento de las importaciones procedentes de terceros países, que de nuevo han inundado el mercado comunitario y que mantiene los precios en un nivel extremadamente bajo. De la misma manera la dificultad para poder utilizar productos fitosanitarios limita la rentabilidad de los arroceros.
Precios sostenidos para la fruta y ruina para las hortalizas
En frutas y hortalizas despedimos el año con la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que indica que la aprobación del Acuerdo de Asociación de Agricultura y Pesca establecidos con el Reino de Marruecos no ha tenido en cuenta que los productos procedentes del Sahara Occidental no deben formar parte del acuerdo por no reconocer ni la UE ni la ONU que dichos territorios pertenecen a Marruecos.
Esto se produce en un contexto en el que existe un importante descontento en el sector consecuencia del acuerdo de Marruecos que hasta ahora ha permitido la entrada indiscriminada de gran cantidad de productos hortofrutícola y a precios muy bajos sin que paguen el correspondiente arancel. La utilización de un precio promedio entre distintos tipos de tomate permite la entrada de producto cumpliendo el acuerdo. UPA ha aprovechado la sentencia del Tribunal de Cuentas Europeo para insistir en que el Acuerdo es claramente nocivo para los intereses agrícolas españoles y no beneficia en absoluto a la población marroquí.
Indicar que la campaña de fruta, sin ser excesivamente positiva, ha tenido precios sostenidos, más firmes que el año anterior. Sin embargo, estamos ahora en plena campaña de hortalizas y los precios son ruinosos, en torno a la mitad de años anteriores. UPA ha realizados varios actos de denuncia de esta situación.
Precios muy bajos para los avicultores
Los precios de los productos avícolas han estado situados en precios muy bajos con respecto al año 2014, con excepción de los meses de verano. La bajada del coste de la alimentación ha sido el único salvavidas que ha tenido el sector durante el año 2015, con producciones ligeramente superiores a la campaña pasada.
Gravísima crisis de precios de la leche de vaca
La supresión de las cuotas lácteas el pasado 31 de marzo de 2015 ha sido sin duda el principal acontecimiento que en materia láctea ha marcado los últimos tiempos y que ha coincidido con otros factores varios que han configurado un escenario plagado de incertidumbres.
El periodo de cuotas se ha ido con una supertasa para la campaña 2014/15, de 40.000 toneladas que ha afectado a 150 ganaderos según datos aportados por el FEGA.
La supresión de las cuotas lácteas ha originado el desarrollo del RD 319/2015 sobre declaraciones obligatorias de entrega para vacuno, ovino y caprino de leche en España.
La desaparición de las cuotas lácteas, la aprobación de un nuevo real decreto lácteo por el que se regulan los contratos de compra venta de leche entre los ganaderos y las industrias y las consecuencias de la importante “multa láctea” impuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia a once industrias lácteas por prácticas contra la libre competencia y acuerdos ilícitos de reparto de mercado, han generado un escenario preocupante y complejo que ofrece muchas más preguntas que respuestas ciertas.
Con posterioridad a la supresión de las cuotas, la tendencia de los precios de la leche ha sido claramente bajista afectando al conjunto del país pero intensificándose en las regiones de la cornisa cantábrica.
De este modo, el comienzo de la nueva campaña láctea fue muy complicado, destacando una falta de negociación absoluta de los contratos lácteos. El desequilibrio en el poder negociador ha sido una evidencia en el sector lácteo y en un escenario de bajos precios muchas industrias han impuesto sin escrúpulos los precios a los ganaderos así como el resto de cláusulas de los contratos. Los precios fueron bajos hasta nuestros días de forma que ni siquiera se cubren los costes de producción en muchas regiones.
La falta de recogida de leche se ha materializado en forma de “contratos basura” para los ganaderos con liquidaciones en torno a 18-22 céntimos de euro por litro de leche. Estas prácticas han producido un deterioro gravísimo del mercado lácteo que han afectado duramente a la viabilidad de las explotaciones y al deterioro continuo de las relaciones entre los operadores del sector lácteo, lo que contribuye a desestabilizar y a mantener la falta de vertebración sectorial.
La horquilla de 18-22 céntimos ha sido una realidad que ha afectado a más de 1.000 ganaderos en áreas de la cornisa cantábrica. UPA ha presentado al Ministerio de Agricultura un total de ocho modelos de contratos y ofertas con los que operan primeros compradores, viéndose afectados por estas prácticas los más de mil ganaderos de la cornisa cantábrica referidos antes.
Esto ha sucedido con un nuevo Real Decreto lácteo sobre la mesa, fruto de las denuncias constantes de UPA de las malas prácticas que se estaban realizando en la contratación y fruto de la necesidad de establecer un régimen de sanciones eficaz ante los múltiples incumplimientos existentes.
UPA ejerció una importante presión sobre las Administraciones exigiendo medidas a corto plazo para resolver los casos extremos. UPA exigió la vigilancia y sanción de los ‘contratos basura’ presentados, de modo que se consideraran nulos y se lograra un compromiso con la industria de recolocación de esa leche a precios de mercado.
También UPA propuso medidas de intervención tales como secado de leche y almacenamiento privado buscando alternativas como leche escolar o ayuda alimentaria para eliminar el desfase entre producción y consumo y aliviar el escenario general de liquidaciones por debajo de costes. La dificultad es que en España el precio del excedente marca el precio general de la leche y eso debe ser resuelto de inmediato
Una batería de propuestas a corto, medio y largo plazo fue enviada a Agricultura y defendida en las reuniones que en el ámbito nacional y autonómico se celebraron con motivo de la grave crisis del sector: Regulación de la figura de los primeros compradores, medidas de recuperación del consumo de leche y mejora de la imagen de la misma, promoción de la leche producida por ganaderos españoles, acabar con la banalización de la leche en los lineales de la gran distribución, medidas para evitar la deslocalización, etc.
La deslocalización de la producción láctea en relación con las zonas de montaña y desfavorecidas es una de las grandes preocupaciones de UPA pues puede afectar a muchos de los pequeños y medianos productores y productoras de leche afiliados a la organización.
La figura del mediador que permita a los ganaderos individuales y a las Organizaciones de Productores realizar una efectiva negociación colectiva de los precios de la leche también ha sido y es una de nuestras principales reivindicaciones para atajar los abusos y desmanes de algunas industrias.
La situación del ovino y caprino de leche no es mejor, especialmente la del caprino, donde los abusos en los contratos también han sido manifiestos y las liquidaciones a los productores de ruina absoluta. La aplicación del paquete lácteo en ambos sectores está yendo bastante más lenta que en el vacuno de leche.
De esta forma el verano de 2015 fue de gran actividad reivindicativa del sector lácteo en general y por parte de nuestra organización en particular. Se realizó un gran esfuerzo desde Galicia que se pasaron todo el verán en la calle con tractoradas varias haciendo boicot a varias empresas lácteas y empresas de distribución.
Ello culminó con una propuesta de Acuerdo Lácteo de la Administración. Un intento de recuperar valor en la cadena láctea para su reparto equitativo. UPA no suscribió el acuerdo por considerar que no existía una voluntad real de los eslabones superiores de la cadena para lograr el objetivo pretendido. A día de hoy estamos participando en el desarrollo del acuerdo pero la creación de valor sigue siendo una utopía.
Fruto de las tractoradas y de la presión constante de la organización salieron adelante dos ayudas directas para los productores de leche, por un importe total de 45 millones de euros, 25 de los cuales se conceden de forma universal a todos los ganaderos que 5realizaron entregas de leche en el periodo abril-julio de 2015 y otra de 20 millones de euros (con dos tramos en función del precio percibido).
De igual forma, UPA trabajó para que la nueva PAC ofreciera cambios a la hora de percibir los pagos acoplados y en este sentido, también la ayuda acoplada a los sectores de vacuno, ovino y caprino de leche es interesante.
Precios por debajo de costes para el porcino
2015 ha sido un año muy complicado en cuanto a precios percibidos por los porcicultores que quedaron ya por el mes de agosto por debajo de los costes de producción. Recientemente se ha anunciado la apertura del almacenamiento privado de carne de porcino con mayores cuantías y mayor flexibilidad en cuanto a productos y salidas al mercado que en años anteriores. Se espera que marque un cambio de tendencia en las condiciones de mercado porque la situación de los productores a día de hoy es ruinosa.
La carne de conejo como producto reclamo en la gran distribución
La carne de conejo ha sido uno de los productos preferidos por las grandes cadenas de distribución en España para realizar agresivas y reiteradas promociones con el fin de atraer a sus clientes. Hay empresas de distribución que de manera sistemática han ofrecido carne de conejo a sus clientes a un precio que está por debajo de lo que cuesta producirlo a un ganadero. Al tratarse de un producto sin despiece posible, los efectos negativos para el sector son aún más perniciosos.
La utilización de la carne de conejo como producto gancho o reclamo acarrea una importante pérdida de valor a lo largo de la cadena y constriñe a los diferentes eslabones afectando fundamentalmente al sector productor que ya no puede repercutir a nadie sus dificultades. El conocido como “efecto sándwich” descubre una configuración del precio de arriba hacia abajo, lo que plantea grandes dificultades de rentabilidad a las explotaciones ganaderas cunícolas. En el último año el número de explotaciones de conejos han disminuido en un 3,6%, aunque el censo ha aumentado ligeramente.