La importancia de la transparencia en el sector del aceite de oliva. Por Maria M. Luchetti
Maria Martha Luchetti, chief Marketing & Innovation Officer en Deoleo
Los consumidores demandan cada vez más de las empresas transparencia, sinónimo de honestidad e integridad. Qué esperamos de los productos que consumimos, de dónde vienen, cómo se obtienen o cuál ha sido su impacto social y ambiental son preguntas íntimamente ligadas al futuro que deseamos como sociedad.
Según el estudio de IBM “Conoce a los consumidores del 2020 que están conduciendo el cambio”, el 71% de los encuestados está dispuesto a pagar un extra por los productos de las marcas que proporcionen información sobre el proceso de trazabilidad y sean responsables con el medio ambiente.
A principios de este año, se lanzó la nueva Ley de Calidad del Aceite de Oliva que persigue garantizar la transparencia al consumidor. Gracias a esta ley, se han introducido medidas muy necesarias, pero es fundamental que los profesionales del sector continuemos trabajando para dar un paso más en la relación con nuestros consumidores y mejorar así su experiencia con la marca e interacción con el producto.
Del mismo modo, debemos asegurar la producción de aceite de alta calidad, garantizando que siempre se lleva a cabo con integridad y mejorar así los estándares de calidad del aceite de oliva a lo largo de toda la cadena de valor para garantizar la calidad del producto terminado.
Es fundamental que los consumidores conozcan todo el camino que recorre el producto, desde la selección de las aceitunas hasta que llega a su mesa. Y para asegurar que esta información es transparente y fiable, es necesario contar con sistemas que ofrezcan total transparencia y seguridad en los datos y que aseguren la trazabilidad, que es clave para garantizar la seguridad alimentaria en todas las fases de la cadena de valor de un producto.
La tecnología blockchain es la herramienta ideal para obtener y ofrecer esa información, ya que proporciona una base de datos certificada. Es una red que conecta a productores, proveedores, fabricantes y minoristas a través de un registro permanente y compartido, y con permisos de todos los datos del sistema alimentario que logra dar visibilidad en cada paso de la cadena desuministro alimentaria. Esto hace posible que los consumidores puedan viajar por todas las etapas por las que ha pasado el producto.
Tenemos ante nosotros una gran oportunidad para transformar el sector, mejorar la confianza con los consumidores, poner en valor la trazabilidad de nuestros productos y contribuir de esta forma a hacer mejor el mundo en el que vivimos. Las compañías tenemos la enorme responsabilidad de investigar de forma continua para hacer esto posible.