Reflexiones sobre la agenda “agraria” de la Presidencia eslovena del Consejo UE. Por Ramón Armengol Presidente de la Cogeca

Ahora  que  las  vacaciones  estivales  tocan  a  su  fin  y  que  se  ha  terminado  la  cosecha  en prácticamente toda Europa, es un buen momento para reflexionar y prepararse de cara al resto del  año.

Reflexiones sobre la agenda “agraria” de la Presidencia eslovena del Consejo UE. Por Ramón Armengol Presidente de la Cogeca

Por Ramón Armengol Presidente de la Cogeca (Cooperativas Agro-alimentarias Europeas).

A  juzgar  por  el programa de  la  Presidencia  eslovena, que  se presentó a principios de julio, podemos esperar, como mínimo, un ritmo de trabajo tan intenso como  el  que  hemos  presenciado  hasta ahora.  Por ello, me  gustaría compartir  algunas reflexiones más serias.

A mi entender, hay dos maneras de leer el programa de trabajo de la Presidencia eslovena desde la  perspectiva  agroganadera. Una,  es  fijarse  únicamente  en  las  medidas puramente agrícolas, incluidas en dos páginas muy densas. Otra, es mirar todas las medidas relacionadas con el Pacto Verde Europeo y el conjunto de iniciativas que repercuten en el sector agroganadero.

Con este segundo enfoque más amplio, la lista de políticas que tienen un impacto más directo e indirecto en nuestra parece casi interminable. Quienes consideraron que el acuerdo político al que se llegó tras las negociaciones en trílogo sobre la PAC durante la presidencia portuguesa marcó un hito importante, deberían verlo como tan sólo uno de los hitos de un largo trayecto.

Más allá del paquete agrícola  en  sí, los primeros  elementos en los que la agricultura  será una pieza fundamental serán las prioridades medioambientales y comerciales establecidas por la Presidencia eslovena.

La nueva Presidencia ha fijado claramente como prioridad el avanzar en materia de cambio climático, biodiversidad y economía circular. Gran parte del trabajo ya  se  inició  con  la  publicación  del ingente paquete  «Objetivo  55» en  julio  y  con  el  debate sobre  el  plan  de  recuperación, que  debería  publicarse  a finales  de  este  año  en  el  marco  de  la Estrategia  de  Biodiversidad  de  la  UE.  Europa  transmite  así  un  mensaje  contundente que demuestra su férrea voluntad.

Recientemente, las calamitosas inundaciones, que afectaron a  muchas  explotaciones  agrícolas,  han  puesto  de  manifiesto  la  necesidad  de  avanzar.  Las comunidades rurales están dispuestas a poner su grano de arena en este cambio y estoy incluso convencido de que serán el motor del mismo.

A nuestro juicio, todas las cuestiones en materia de clima o de biodiversidad pueden debatirse en el  seno de la Unión Europea, pero con un  requisito “sine qua non”: que  se aplique el mismo nivel de ambición a nuestra política comercial. 

Es un secreto a voces que el Pacto Verde no hará sino agrandar las diferencias entre las normas  de producción de nuestro mercado interior y las importaciones.  Hoy  por  hoy,  estas  diferencias  ya  son  problemáticas  en  muchos  tipos  de producción, ya que merman seriamente la liquidez de muchas explotaciones y comprometen las inversiones de transición.

Los acuerdos comerciales como el de la UE y el Mercosur acentuarán estas diferencias y socavarán aún más nuestra capacidad de inversión. Además, la Presidencia tiene  pendientes  algunas  decisiones clave, como  la  ratificación  del  paquete  comercial.

Precisamente,  nos  preocupa  sobremanera  la  decisión  de  modificar  el  procedimiento  de ratificación de los acuerdos mixtos. La forma  en la que  evolucione  el acuerdo de la UE  con Mercosur será  un  buen  indicador  de  la  congruencia  (o  incongruencia)  de  la  Unión  Europea respecto a sus objetivos más emblemáticos.

En  el  plano  del  comercio  internacional,  se  avecinan  inminentemente  algunas  fechas  límite decisivas  durante  la  Presidencia  eslovena,  por  lo  que  nos  parece fundamental  que  el  carácter voluntarista del Pacto Verde quede plasmado en nuestro enfoque comercial. 

 Acuerdos

Por nuestra parte, examinaremos  atentamente  las  conclusiones  de  la  decimosegunda  Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y de la Cumbre de la ONU sobre los Sistemas Alimentarios, ya que  nos  darán  una  idea  de  las  principales  tendencias  comerciales  en  los  años  venideros  y mostrarán el potencial de liderazgo de Europa.

En lo relativo a los acuerdos bilaterales, aparte del acuerdo entre la UE y el Mercosur, esperamos que  la  Presidencia  eslovena  se  guíe  por  la  coherencia  a  la  hora  de  tratar  todos  los  demás acuerdos  comerciales  que  figuran  en  su  documento  de  trabajo,  en  particular,  aquéllos  con México, Australia, Nueva Zelanda y Chile.

Otro  tema  que  dará  mucho  que  hablar  durante  el  mandato  de  la  Presidencia  eslovena  es  el Mecanismo de ajuste en frontera de las emisiones de carbono. Con la instauración de este mecanismo,  la  Unión  Europea  pretende  dar  una  primera  respuesta  a  la  cuestión  de  la coherencia  entre su Mercado Único  y  el  entorno  comercial  internacional.

Sin  embargo,  la propuesta  actual nos  genera  ciertas dudas en lo  relativo  a la  agricultura. Si bien  vemos  cierto margen para incluir a la agricultura como un conjunto, no nos parece lógico crear un sistema del que forme parte el sector de los fertilizantes, pero del que quedan excluidos los demás ámbitos agrícolas. 

El  sector de los fertilizantes  ya  goza de una protección  excesiva  a nivel  europeo. La puesta  en  marcha  de  tal  mecanismo  limitaría  aún  más  las  fuentes  de  suministro  de  los agricultores, ganaderos y las cooperativas, cuyo balance financiero se volvería insostenible, y por ende, se debilitaría  nuestra capacidad de invertir en favor de la sostenibilidad.

Por último, junto a la Presidencia eslovena, seguiremos atentamente el avance turbulento de las relaciones entre la UE y el Reino Unido, en una coyuntura de suministro alimentario no exenta de dificultades para el Reino Unido. En cualquier caso, respaldamos la voluntad de la UE de salvaguardar la integridad del Mercado Único.

Hoja de ruta agrícola

En cuanto a la hoja de ruta puramente agrícola de la Presidencia eslovena, he de decir que me parece  tan  ambiciosa  como  intensa.  Según  declaró  el  ministro  de  Agricultura,  Silvicultura  y Alimentación,  Jože Podgoršek, finalizar la reforma de la PAC y ayudar a la recuperación tras la pandemia serán los principales motores de actuación. En  el  frente  de  la  PAC,  la  Presidencia  eslovena  ya  se  apuntó  un  tanto,  al  lograr  un  acuerdo formal sobre los textos jurídicos definitivos y comunicar al Parlamento Europeo  las conclusiones de la fase de primera lectura.

Yo tengo puestas mis esperanzas en que la votación oficial en el Pleno de la Eurocámara pueda tener lugar a finales de octubre. Para los agricultores, los ganaderos y las  cooperativas agrarias europeas es esencial que  se llegue a una pronta  conclusión, ya que brindará a los agricultores y ganaderos una mayor capacidad de preparación y planificación.

Reforzar  la  resiliencia  de  la  agricultura  y  del  sistema  alimentario  europeo  es  otra  de  las principales prioridades de la delegación eslovena, especialmente a la vista de las lecciones que hemos  aprendido  durante  la  pandemia  de  la  COVID-19.

También tengo  grandes  expectativas puestas en la creación de un mecanismo europeo de reacción ante crisis alimentarias.

En  cuanto  al  desarrollo  sostenible,  la  Presidencia  también  ha  señalado  la  importancia  de reforzar  el  diálogo  entre  las  zonas  rurales  y  las  urbanas,  así  como  la  necesidad  de  seguir invirtiendo en una mayor digitalización, modernización y apoyo a la agricultura familiar y a las mujeres de nuestro sector.

Los agricultores y las cooperativas agrarias europeas también creen que estos elementos son determinantes para lograr unas zonas rurales prósperas y un sector que avance  hacia  una  mayor  sostenibilidad,  tanto  en  términos medioambientales, como socioeconómicos.

Cadena de suministro

La Presidencia también reconoce que es necesario fortalecer la posición de los agricultores dentro de la cadena de  suministro alimentario, de lo que dará  cuenta el esperado informe sobre la trasposición y la aplicación de la Directiva relativa a las prácticas comerciales desleales,  que  se  publicará  a  finales  de  año.  Los  agricultores  y  ganaderos  europeos  esperan impacientes este informe, puesto que hace décadas que el sector agrícola necesitaba este tipo de legislación.

Otro  acontecimiento  importante  que  ocurrirá  durante  la  segunda  mitad  del  año  será  la publicación de la Comunicación de la Comisión Europea sobre el plan de contingencia para garantizar el  suministro de alimentos y la seguridad alimentaria. Esta hoja de ruta es algo que muchas partes interesadas del sector esperan también con impaciencia y que, sin duda, estimulará el debate sobre la necesidad de un plan de acción robusto en caso de futuras crisis, para garantizar un abastecimiento constante de alimentos nutritivos y de alta calidad en Europa.

La salud vegetal y la animal son dos expedientes que todas las Presidencias hacen progresar de un modo u otro, debido a su relevancia para nuestra seguridad alimentaria y sus vínculos con la biodiversidad y el medio ambiente. En cuanto a la salud vegetal, la Presidencia eslovena tendrá la importante tarea de coordinar las posturas de los Estados miembros y de la Comisión por lo relativo al cumplimiento de los requisitos fitosanitarios aplicables a las plantas y los productos vegetales durante las negociaciones de acuerdos comerciales con terceros países.

Por otro lado,en lo relativo a la salud y el bienestar de los animales, parece ser que la Presidencia se propone seguir trabajando con ahínco en la bioseguridad y el bienestar de los animales, basándose en el esperado  informe  de  control  de  adecuación  y  en  la  evaluación  de  impacto  relativa  a  la legislación en materia de bienestar animal.

Nosotros apostamos por unos mecanismos de bienestar animal orientados al mercado y por seguir el principio de “tan poco como sea posible, tanto como sea necesario”, al tratar a nuestros animales; todo dentro de un contexto de “Una sola salud”, en el que es vital la combinación entre la salud humana y la animal de cara a alcanzar los objetivos del Pacto Verde.

La Presidencia eslovena tendrá otro expediente importante en el que centrarse, que será objeto de debate desde principios de este mes de septiembre: la Estrategia Forestal de la UE. La propuesta que publicó la Comisión en julio ha demostrado, por desventura, estar muy lejos de la realidad sobre el terreno. Ahora  corresponde  a  la  Presidencia  del  Consejo  y  al  Parlamento  Europeo  seguir guiando los debates sobre el papel de la silvicultura y los propietarios forestales y, en concreto, la contribución de ambos de cara a una mejor gestión forestal sostenible en la UE y promover el papel polivalente de los bosques.

No se puede hacer la vista gorda ante lo que la UE ha logrado hasta  ahora, ni tampoco  hay  que  reinventar  la  rueda  sobre  cómo  gestionar  nuestros  bosques. Estoy  convencido  de  que  una  mayor  conservación  de  la  biodiversidad  forestal  puede  ir  de  la mano de un mayor desarrollo de los sectores forestal y bioeconómicos europeos.

Por último, es habitual en materia agrícola que la presidencia de turno del Consejo destaque un tema específico de importancia para el país. Dado que Eslovenia cuenta con una larga tradición apícola y  tres IG de  miel  registradas  (Slovenski  med (IGP),  Kočevski  gozdni  med (IGP)  y Kraški med (DOP)), no  es de  extrañar  que los  eslovenos hayan mostrado  su predilección  por este  tema.  Comprendo  y apoyo plenamente  esta  elección.

Como  indicaba  recientemente  el informe de la operación OPSON 2020 de Europol e Interpol  sobre el fraude alimentario, la adulteración y falsificación de la miel son tanto un asunto harto preocupante, como una práctica muy extendida que perjudica a la producción de miel europea y pone en peligro la protección del consumidor y la seguridad alimentaria. Es preciso que se tomen varias medidas al respecto y el primer paso importante sería reforzar el régimen de etiquetado.

Como bien sabemos, el interés de los consumidores por el etiquetado es cada vez mayor. Sin embargo, la legislación actual no ayuda  a  los  consumidores  de  la  Unión.  El  Grupo  de  Trabajo  “Miel”  del  Copa-Cogeca  lleva tiempo  reclamando  una  actuación más  contundente  para mejorar  la Directiva  sobre la miel  y que se indiquen de forma clara los países de origen donde se produce.

Personalmente, me agrada mucho que  la  Presidencia  eslovena  impulse  este  expediente  político,  que  es  importante  para  los consumidores europeos, de vital importancia para la supervivencia de la apicultura europea y supone, además, un primer paso contra el fraude generalizado de la miel.

Se espera mucho de la Presidencia eslovena en lo que a la agricultura se refiere. El debate sobre la Estrategia Forestal de la UE ha dejado patente una vez más que hay que escuchar y preguntar a los agricultores, a los propietarios forestales y a las cooperativas agrícolas. Ellos serán quienes tendrán que aplicar los diferentes imperativos políticos en la práctica. A fin de cuentas, la lista de  temas  que  acabo  de  esbozar  solo  confirma  una  cosa:  que  el  éxito  de  gran  parte  de  las iniciativas  del  Pacto  Verde  solo  se  logrará  en  colaboración  con  las  comunidades  agrícolas  y forestales.

 

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