El sector agrario pide coordinación a Mapama y CC.AA. para hacer frente a la dura sequía en el campo
En la reunión celebrada este 28 de abril, en la que han participado el Ministerio de Agricultura, las CC.AA., y las organizaciones agrarias, el sector agrario ha demandado a las Administraciones públicas una mayor coordinación para analizar la situación y adoptar medidas paliativas excepcionales ante esta adversidad climática.
En concreto, la Asociación Agraria Jóvenes Agricultura (ASAJA hizo llegar al Ministerio un documento, que recoge la grave situación de sequía por la que atraviesa el sector productor agrario y el conjunto de medidas que, en opinión de esta OPA, se deberían adoptar para paliar los efectos que la sequía está dejando tanto en las producciones de secano y regadío, como en la ganadería.
Las elevadas temperaturas registradas en las últimas semanas y la ausencia de precipitaciones durante prácticamente todo el mes de abril, unido a los fuertes vientos registrados, dieron como resultado, según ASAJA, una primavera extremadamente hostil y seca, que está provocando graves daños tanto en los cultivos herbáceos como en pastos, ganadería y cultivos permanentes.
Hasta el momento, los más perjudicados son los cereales de invierno con unas 550.000 hectáreas afectadas, que se encuentran en una situación límite o se dan ya por perdidas, dependiendo de las zonas productoras.
Los daños son ya irreversibles en 182.000 ha de Castilla y León, Rioja y Navarra. También sufren daños importantes los cultivos en Aragón, Madrid, Castilla- La Mancha, Extremadura y Andalucía, añade esta organización.
En Galicia se registran ya fuertes pérdidas en los cultivos destinadas a henificación y hay mucha incertidumbre con respecto a las siembras de maíz forrajero. En el resto de España la ausencia de pastos naturales está obligando a los ganaderos a alimentar a los animales con pienso, con el gasto extraordinario que esto supone, en un momento, la primavera, en el que los animales deberían estar pastando de forma natural.
Según datos de Agroseguro, con fecha 15 de abril, las indemnizaciones por sequía en pastos alcanzan ya los 12 millones de euros.
Por otra parte, según ASAJA, existe gran temor por la repercusión que pueda tener la ausencia de lluvias en los cultivos permanentes como el olivar y frutos secos, que en el mejor de los casos verán mermadas sus producciones y en el peor se secaran los árboles. En viñedo, la falta de agua también está empezando a afectar a la planta por estrés hídrico, es el caso de Castilla La Mancha.
En cuanto a los cultivos de regadío, ya se han anunciado fuertes restricciones en cuencas como la del Duero y el Miño.
Preocupantes previsiones
A esta situación debemos añadir las preocupantes previsiones que se anuncian para las próximas semanas. Según informaron en la reunión los técnicos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) “en lo que resta de primavera las precipitaciones serán cortas y las temperaturas por encima de la media”. Esto nos hace suponer que la situación de falta de agua se va a agravar aún más y se extenderá de la zona Noroeste peninsular al resto de los territorios y zonas productoras.
Por todo ello, ASAJA considera necesario que se arbitren un conjunto de medidas destinadas a paliar las pérdidas que van a soportar los productores. Estas medidas incluyen, por una parte, modificación de normativas que permitan: aprovechamiento a-diente de las siembras, siega en verde, enterramientos en verde, autorización de riegos de socorro a cultivos leñosos etc. sin que afecten a las ayudas de la PAC. Este paquete de medidas no tiene coste alguno por lo que no necesitaría previsión presupuestaria.
En segundo lugar, entendemos que resulta básico articular ayudas directas de minimis en las explotaciones donde hayan tenido “cosecha 0” como consecuencia de la sequía y por tanto no haya ingresos.
Por último, se deberían aprobar exenciones en las cuotas de la Seguridad Social, tasas agroganaderas y canon de riego. Igualmente, reclamamos reducciones de módulos para los cultivos afectados.
Medidas insuficientes
A la reunión asistieron los representantes de las Comunidades Autónomas de Murcia, Asturias, Castilla y León, Castilla La Mancha, Rioja, Extremadura, Aragón y Cataluña. El análisis realizado por los diferentes representantes de las CC.AA. se calificó la situación como muy grave en el cuadrante Occidental de la Península y grave en el resto.
Hubo coincidencia absoluta, según la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), en calificar la situación como dramática y compararla con los peores episodios de sequía sufridos por el campo español en los últimos 30 años.
El panorama descrito no tiene visos de mejorar en aquellas zonas donde las lluvias aún podrían hacer que la situación se revertiera a tenor de las predicciones aportadas por el representante de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ya que, con todas las cautelas propias de una previsión a medio plazo, los modelos apuntan a que los tres próximos meses van a ser escasos de precipitaciones, especialmente en la mitad Oeste de la Península, con una reducción de las lluvias superior al 30% respecto a un año normal, apunta esta organización agraria.
Los sectores de secano más afectados son los cereales de invierno, leguminosas, proteaginosas, oleaginosas y forrajes. Los leñosos tienen más capacidad de aguante, pero ya están mostrando signos de sequía según las zonas.
Los pastos están siendo muy afectados por una falta de agua que, en muchas zonas, se remonta al otoño pasado y por las altas temperaturas. El sector ganadero va a ser uno de los sectores más damnificados, pues a la falta de pasto se va a sumar un incremento de los costes de los forrajes y de la paja como consecuencia de la sequía en los cultivos.
En cuanto a las restricciones de regadío a fecha de hoy se centran fundamentalmente en la cuenca del Duero, sin embargo los incrementos de costes derivados de la falta de lluvia y altas temperaturas son extensibles a todo el territorio nacional.
Según UPA, el Ministerio ha centrado su propuesta de medidas a acometer en tres direcciones:
-Medidas fiscales de reducción de módulos para los sectores afectados que se implementarían en el 2018
-Posible moratoria de las cuotas a la seguridad social
-Financiación: se va a convocar la Orden AAA/778/2016, de 19 de mayo, por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de subvenciones públicas destinadas a la obtención de avales de la Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria (SAECA) por titulares de explotaciones agrarias, que garanticen préstamos para financiar sus explotaciones. Se trata de préstamos de hasta 40.000€ a 5 años con uno de carencia.
El sector agrario en su conjunto, y UPA en particular ha valorado estas medidas como claramente insuficientes ya que no responden a la gravedad de la sequía. No se puede comparar la situación de las explotaciones agrarias que el año pasado tuvieron problemas con diferentes adversidades climáticas con las de este año, por lo que son manifiestamente insuficientes las medidas propuestas.
Por el contrario UPA plantea la necesidad de seguir haciendo un seguimiento a los daños ocasionados por la sequía, pero en todo caso, para las zonas donde los daños ya son irreparables plantea que se establezcan ayudas directas de mínimis para garantizar la viabilidad de estas explotaciones, que en caso contrario van a tener un futuro muy complicado.
Y es que hay que recordar que la posible no cosecha en muchas zonas de España donde se han invertido muchos millones de euros en las producciones malogradas se une a una situación de precios y de crisis sectorial muy preocupante.
Por otro lado, el sector plantea la necesidad de revisar la política de seguros exigiendo que se dote con más presupuesto (al menos recuperar los niveles de antes de la crisis) y la orientación de algunas líneas por su escaso o casi nulo nivel de contratación.
El Ministerio se ha comprometido a mantener otra reunión de la Mesa de la Sequía pasados 20 días.
Medidas excepcionales
Por su parte, la Alianza UPA-COAG trasladó al Ministerio de Agricultura y a las CC.AA la realidad que está sufriendo el campo de Castilla y León y los cuantiosos daños en la agricultura y ganadería debido a la sequía y la ausencia de precipitaciones que llevamos sufriendo desde primeros de año.
Castilla y León, según esta organización agraria, está siendo una de las regiones donde las altas temperaturas y la extrema sequía, inusual en esta época del año, ha atacado con más virulencia a los cultivos y pastos provocando pérdidas económicas millonarias en secano, y daños muy elevados en superficies de regadío ante la imposibilidad de sembrar cultivos habituales en nuestra comunidad autónoma, y la poca disponibilidad de agua en los sistemas de cuenca.
La Alianza UPA-COAG trasladó a los responsables del Mapama la imperiosa necesidad de que las Administraciones se involucren con la puesta en marcha de ayudas directas, puesto que el sector está muy endeudado y medidas de otro tipo no servirán para solventar una situación de ruina en muchas explotaciones.
El Gobierno central, en opinión del portavoz de la Alianza, Ignacio Senovilla, “no se puede amparar en utilizar mecanismos de actuación semejantes a los que se han puesto en marcha en otras ocasiones, puesto que la situación actual requiere de actuaciones extraordinarias.
Además, añadió, esta situación extrema que describimos se suma a la del año pasado con precios ruinosos, por lo que la circunstancia es límite para miles de explotaciones familiares agrarias de Castilla y León.
UPA-COAG justifica estas actuaciones excepcionales ante el bajo nivel de contratación de seguros que han realizado las explotaciones, debido a que las pólizas se han encarecido notablemente y las coberturas no son las que demandan los profesionales.
La Alianza UPA-COAG recordó en la citada reunión que “no nos sirve lo de siempre”, porque la catástrofe económica que está sufriendo el sector agrario regional es de una dimensión extraordinaria.
En este sentido, esperan que a la sequía climatológica que sufrimos desde hace meses no se sume ahora la sequía de ideas, de compromiso y de responsabilidad por parte del Ministerio de Agricultura, afirmó Senovilla.
Heladas en viñedo
Por otra parte, según la entidad Agroseguro, el pool de entidades privadas del seguro agrario, las bajas temperaturas registradas durante la pasada madrugada del 27 al 28 de abril provocaron heladas de gran intensidad, que han afectado a diferentes cultivos de nuestra geografía.
Especialmente importantes son los daños causados en uva de vino en las Comunidades Autónomas de Castilla y León, Navarra y La Rioja, destacando zonas productoras como las de Ribera del Duero, Rioja Alavesa o Rueda, entre otras, debido a que en este momento presentan gran sensibilidad por el desarrollo fenológico en el que se encuentran las plantaciones.
Entre las temperaturas más bajas destacan las alcanzadas en Castilla y León, donde se llegó hasta 9 ºC bajo cero en León, -4,8ºC en Aranda de Duero y -4,4ºC en Burgos. También destacan el registro del municipio riojano de Anguiano, con 3,80ºC bajo cero o Vitoria con una temperatura de -4,30ºC.
Desde Agroseguro se informa que se están planificando los trabajos de peritación para agilizarlos al máximo, si bien es importante que los asegurados remitan las declaraciones de siniestros a medida que vayan observando los daños.
Actualmente se encuentran aseguradas con cobertura frente al riesgo de helada más de 136.800 parcelas de uva de vino, correspondientes a cerca de 104.600 hectáreas de cultivo y a una producción de 672 millones de kilogramos.
El capital asegurado asciende a cerca de 324 millones de euros. Hay que tener en cuenta, según Agroseguro, que en los últimos días se están registrando temperaturas anormalmente bajas para esta época del año y que las previsiones meteorológicas indican que se mantendrán las bajas temperaturas en la próxima madrugada.
Agroseguro recuerda que, ante la incertidumbre que generan estos fenómenos meteorológicos, incontrolables e impredecibles, y la gran variabilidad de episodios climáticos que se suelen registrar durante la primavera, la solvencia que ofrece el sistema asegurador convierte al seguro agrario en el mecanismo de cobertura más idóneo con el que cuentan los agricultores y ganaderos para hacer frente a este tipo de situaciones