El canon o precio del arrendamiento rústico subió un 1,4% y en unos 2 euros por hectárea en 2021 respecto al año anterior, hasta una media estatal de 159 €/ha a precios corrientes, mientras que se redujo un 0,5%, hasta 149 €/ha, a precio constantes o reales tras aplicar un deflactor del PIB (inflación sectorial) del 1,9%, aunque con gran disparidad por cultivos y territorios, según la tradicional encuesta del Ministerio de Agricultura sobre la evolución de los cánones de arrendamientos rústicos.
Según este departamento, el canon de arrendamiento rústico se define como el pago que realiza un agricultor a un propietario de tierras por el uso de parte de éstas, de manera que, durante el tiempo que dura el acuerdo, dichas tierras forman parte de los medios de producción de la explotación agraria que gestiona dicho agricultor.
Según este departamento, el canon de arrendamiento rústico se define como el pago que realiza un agricultor a un propietario de tierras por el uso de parte de éstas, de manera que, durante el tiempo que dura el acuerdo, dichas tierras forman parte de los medios de producción de la explotación agraria que gestiona dicho agricultor.
De acuerdo a la Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrícolas del año 2016, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y armonizada con el resto de los países comunitarios, según la metodología de Eurostat, la Superficie Agraria Útil (SAU) en régimen de arrendamiento en España ascendía en esa fecha a 7.572.894 hectáreas.
Con la base de referencia de ese año (2016), el canon medio de arrendamiento rústico habría subido en esos seis años un 10,6% y en 15 euros/ha a precios corrientes y en un 3,7% y 5 €/ha a precios constantes o reales, pero con gran disparidad, como señalamos entre los distintos cultivos y aprovechamientos y entre territorios.
Los principales resultados de dicha encuesta son que, en términos relativos, las tierras de cultivo presentaron un incremento del canon de arrendamiento del 1,8% y de 3,5 euros a precios corrientes, hasta los 198 €/ha de media estatal, mientras que, por el contrario, los aprovechamientos para alimentación del ganado (prados, pastos, pastizales…) experimentaron un descenso del 1,3% y de 0,9 €/ha, con una media estatal de 66,8 €/ha.
El canon medio de arrendamiento se eleva en todas las clases de tierra, excepto en la aceituna para almazara en secano, donde baja un 1,5% y 4,2 €/ha, hasta 272 €/ha de media, y en los prados y praderas permanentes de secano, donde cae un 8,5% y en 12,1 €/ha, hasta 130,2 €/ha.
Fundamentalmente, estos cánones de alquiler de tierras se incrementan en las dedicadas a cultivos herbáceos de regadío, donde aumentan un 2,6% y en 13,9 €/ha, hasta una media estatal de 540,6 €/ha, seguido de los cultivos herbáceos de secano, con un alza del 1,6% y de 2 €/ha, hasta 124,2 €/hectárea.
En uva de vinificación, el precio medio de la hectárea arrendada quedó en 2021 a nivel estatal en 338,4 €/ha, tras un repunte del 1,3% y de 4 €/hectárea.
El canon medio aumentó en 12 de las 17 CC.AA. analizadas, las cuales recogen el 80,4% de la SAU, con fuertes incrementos en la Comunidad de Madrid (+25,1%), hasta una media de unos 172,9 €/ha, y en Galicia, del 8,4%, hasta202,1 €/hectárea.
Con aumentos importantes se situaron también las CC.AA. de Navarra (+5,5%), hasta una media de 225,3 €/ha; La Rioja (+5,5%), hasta 256,3 €/ha; País Vasco (+3,4%), hasta 253,2 €/ha o Andalucía (+2%), hasta 195,5 €/hectárea.
Los descensos más acusados se centraron en Cantabria (-33%), hasta una media de 176,5€/ha; el Principado de Asturias (-11,8%), hasta 150 €/ ha, e Illes Balears (-0,2%), hasta 125,4 €/ha apenas.
En términos de repercusión, las CC.AA. que más contribuyen con más intensidad en el aumento de 1,4% del canon medio en España son Castilla y León, con 0,5 puntos porcentuales, tras subir un 1,8% y en 2,4 €/ha, hasta una media de 140 €/hectárea; Andalucía, con 0,3 puntos y Madrid, con otros 0,3 puntos.
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