El temporal de lluvias y las inundaciones traen cuantiosas pérdidas a cultivos e infraestructuras del Levante
La lluvia ha llegado en su peor momento para los productores de hoja, que son los que están registrando mayores pérdidas a causa de las inundaciones registradas en el Sureste español, según la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport). En la Comunidad Valenciana, AVA-Asaja valora ya las pérdidas en cultivos e infraestructuras en más de 170 M€.
Variedades de lechuga, espinaca y minihojas son las más afectadas en la comarca murciana de Campo de Cartagena. Otras producciones, en cambio, como la alcachofa, han recibido con benevolencia las lluvias de estos días y productos como el brócoli, coliflor y calabacín se verán afectados por el exceso de humedad.
Concretamente, los productores del Campo de Cartagena son los más perjudicados por las inundaciones que, desde el pasado jueves 15 de diciembre, se han producido en la Región de Murcia. Los técnicos de las empresas asociadas a Proexport están aún evaluando los daños ocasionados por las lluvias en sus producciones y, aunque es pronto para avanzar cifras hasta que puedan entrar a los campos en estos momentos anegados, ya se han señalado las primeras pérdidas.
“Aún es pronto para evaluar daños pero la zona del Campo de Cartagena es la más perjudicada. Si primero se ha cebado con ella la sequía, ahora son las inundaciones las que están dañando el campo”, afirma el presidente de Proexport, Juan Marín, quien añade que en cambio, en el Valle de Guadalentín las lluvias han beneficiado a productos como la alcachofa.
Para lechuga, espinaca y otras variedades de hoja, la campaña de Navidad se ha truncado, ya que desde el jueves no pueden recolectar por las lluvias. “Se van a perder un 50% de las producciones de lechuga y sus variedades que iban a recolectarse para las fiestas de Navidad”, explica el presidente de la Sectorial de Lechuga Iceberg de Proexport, Javier Soto. Desde el pasado jueves no se ha podido entrar a recolectar y hasta el jueves será imposible acceder a los campos.
Por su parte, el presidente de la Sectorial de Hortalizas Varias, José Antonio Cánovas, indica que se ha perdido toda la producción de espinaca y minihojas: “Todas las producciones de tres o cuatro semanas en el Campo de Cartagena en estas variedades se han perdido por las inundaciones”.
Por otro lado, el pimiento que estaba recién trasplantado en los invernaderos de la zona también se ha perdido en parte de ellos o bien las plantas están muy dañadas. A la espera de poder evaluar detalladamente las pérdidas en torno a un 25% de las plantas se han perdido.
Para próximos trasplantes, no se podrán realizar debido a que las fincas están inundadas o húmedas en exceso, lo que impedirá abordar los programas tal y como estaban previstos en los próximos meses.
En cuanto a calidad, se prevén pudriciones por el exceso de humedad y botritis, así como productos de hoja con tierra.
Junto a los daños en las producciones, invernaderos arrasados por escorrentías, caminos y pasos cortados que impiden acceder a las explotaciones, desbordamiento y rotura de embalses y mallas son algunas de las consecuencias que este temporal ha ocasionado en las infraestructuras agrícolas.
Comunidad Valenciana
El temporal de lluvias torrenciales que desde el pasado viernes azota la Comunitat Valenciana está causando gravísimos daños en el sector agropecuario. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), tras efectuar una primera valoración sobre la incidencia de las tormentas, estima que el valor de los desperfectos ocasionados en la agricultura y la ganadería valencianas debido la enorme cantidad de agua que ha descargado de manera ininterrumpida durante cuatro días consecutivos se sitúa en torno a 172 millones de euros.
Los cítricos y las infraestructuras agrarias son los capítulos que han sufrido con mayor virulencia los efectos de temporal que en muchas zonas ha dejado más de 200 litros por metro cuadrado, si bien tampoco han escapado a las devastadora incidencia de las lluvias ni los caquis, ni las hortalizas, ni el olivar ni las instalaciones ganaderas.
En el caso de los cítricos, el 40% de la producción de mandarinas de media estación que aún no había sido recolectada se da por perdida en su práctica totalidad como consecuencia del demoledor impacto que están teniendo sobre los frutos fisiopatías como el “pixat” o el “aguado” provocadas por un exceso persistente de humedad y agua. También el viento ha tirado muchos frutos al suelo. El valor económico de esa cosecha de mandarina cuya comercialización va a resultar imposible por los motivos apuntados supera los 50 millones de euros.
En cuanto a las naranjas, principalmente las navelinas que aún no habían sido recogidas del árbol –alrededor del 30% de la producción–, así como de las variedades más tardías, cuya recolección prácticamente no se ha iniciado, las pérdidas oscilan en torno a los 40 millones de euros, de tal manera que los daños del temporal en el conjunto de la citricultura de la Comuntitat Valenciana rebasan los 90 millones.
Por lo que respecta a la situación del caqui, los servicios técnicos de AVA-ASAJA señalan que del 30% del total de la cosecha que todavía está pendiente de recolección alrededor del 15% no podrá ser comercializado debido a los daños sufridos, lo que supone unas pérdidas de unos 12 millones para los productores.
La enorme cantidad de agua caída estos días en el territorio valenciano se ha cebado también en las infraestructuras agrarias: bancales, caminos rurales, invernaderos, pozos e instalaciones de riego, así como el propio arbolado que en determinadas zonas puede morir debido a la asfixia radicular, se han visto afectados de manera muy considerable. Las pérdidas en este apartado se concretan en unos 50 millones de euros.
En hortalizas, los campos de cebollas, coliflores y lechugas de las comarcas de l´Horta y Camp del Turia han quedado inundados y el valor conjunto de las cosechas destruidas por el temporal asciende a unos 14 millones de euros, mientras que en el caso del olivar el agua y el viento han derribado frutos en algunas áreas de la Vall d´Albaida, la Costera y la Canal de Navarrés, causando unas pérdidas que los agricultores cifran en algo más de un millón de euros.
Finalmente, en el sector ganadero se constata que las lluvias y el viento han causado inundaciones y destrozos apreciables en un gran número de granjas de porcino y también avícolas aunque en menor medida. En una primera estimación provisional, la cuantía de las pérdidas en la ganadería ronda los 5 millones de euros.
Ante la gravedad de la situación provocada por este último temporal, AVA-ASAJA reclama a las Administraciones la puesta en marcha de un plan de medidas especiales que incluya ayudas para aquellas parcelas que hayan perdido más del 30% de su producción, créditos bonificados, rebaja de módulos, exención de IBI rústico y subvenciones para la reposición del arbolado muerto por asfixia. Asimismo, la organización agraria pide a Agroseguro que actúe con rapidez y agilidad tanto en peritaciones como en el pago de los siniestros.
AVA-ASAJA recuerda que a los más de 170 millones de pérdidas causados por este último temporal en el sector agropecuario valenciano hay que sumarle los daños, evaluados en torno a los 100 millones de euros, provocados por las lluvias y el pedrisco de las semanas anteriores, con lo que la cifra total acumulada durante el otoño y el invierno de este año se aproxima a los 300 millones.
Unas 140.000 ha de cultivos
El temporal de viento y fuertes y continuadas lluvias de los últimos días ha afectado a unas 140.000 hectáreas de cultivo en toda la Comunitat Valenciana, dejando cuantiosos daños en infraestructuras agrarias, según las estimaciones de LA UNIÓ de Llauradors.
A juicio de esta organización agraria, resulta en estos momentos aventurado y poco riguroso ofrecer una estimación ya definitiva de las pérdidas porque no se puede ni tan siquiera comprobar la magnitud de los efectos en los campos, pues muchos están inundados y en algunos casos es imposible acceder porque no existen ni caminos.
Sin embargo, la cuantía será muy elevada y se prevén centenares de millones de pérdidas de forma directa y otras tantas indirectas.
En la mayor parte de las comarcas se aprecian daños y los cultivos más afectados son los cítricos, las hortalizas, la uva de mesa, el caqui y el olivar. Existen 105.000 hectáreas de cítricos con afección, cerca de 23.000 de olivos, más de 8.000 de hortalizas y unas 1.500 has de uva de mesa y otras tantas de kaki.
En los cítricos llueve sobre mojado y se puede dar por perdida la cosecha pendiente de recolectar de mandarinas de media estación como la Clemenules por afección de pixat y el porcentaje de Navelinas no recolectadas todavía o parte de las variedades de naranjas más tardías como la Navel, Lane-late o Navelate que presentan síntomas de aguado. En todos los casos, las pérdidas económicas reales se conocerán en unos días cuando evolucionen estas fisiopatías que afectan a la piel de la fruta.
En este sentido, LA UNIÓ constata que estas lluvias no son la causa de la desastrosa campaña que ha tenido la citricultura valenciana, más bien ha sido por circunstancias puramente comerciales. Por tanto, LA UNIÓ recomienda a los agricultores con contrato de compraventa y con fruta en buenas condiciones que haga una peritación de su parcela y remita un burofax al comercio indicando que la fruta está en condiciones de ser recolectada y, en consecuencia, que se cumpla lo pactado entre ambas partes.
Para la uva de mesa del Vinalopó las últimas lluvias son la puntilla a una campaña nefasta que se inició ya con una merma de la cosecha del 25% por la sequía. Los episodios de lluvia han provocado la presencia de hongos y humedad que han perjudicado a buena parte de la producción pendiente de recolectar, sobre todo de la variedad Aledo que es la que se consume en estas fechas navideñas y de fin de año. Todo ello ha provocado un encarecimiento del 20% en los costes para los agricultores con objeto de salvar el máximo número de uva posible.
El cultivo del caqui tiene un poco más del 80% de la producción recolectada, aunque habrá que ver la evolución para cuantificar las pérdidas. Lo que es seguro es que una parte de ese porcentaje caerá a tierra y quedará inservible comercialmente.
La lluvia ha llegado en el peor momento para los productores de hortalizas de hoja (lechugas, escarolas o espinacas), pero también se verán afectadas por el exceso de humedad el brócoli, la col, la patata o la alcachofa. Aparte de los problemas para recolectar se prevén pudriciones por exceso de humedad o botrytis, así como productos de hoja con tierra que requerirán mayores costes.
En el caso de la aceituna la campaña de recolección estaba ya muy avanzada, aunque con tantas lluvias en las últimas semanas se había retrasado en algunas zonas. Una de las variedades más afectadas es la Manzanilla y por ejemplo en la comarca de El Comtat el 60% de la cosecha pendiente de recolectar ha caído a tierra.
En la ganadería, aparte de los daños en granjas por inundaciones o desperfectos, para el caso de la extensiva tiene claros y sombras de este temporal. Por una parte, se verán incrementados los costes de producción al no poder salir a pasturar en las zonas más afectadas, pero por otra parte se regenerarán los pastos para los próximos meses.
Los derrumbes son numerosos en algunas de las zonas más afectadas provocando una gran erosión de los terrenos, han desaparecido grandes cantidades de tierra de los campos y los caminos apenas se distinguen en algunas zonas.
LA UNIÓ solicita agilidad en las peritaciones y a las Administraciones que de forma inmediata acuerden las siguientes medidas para todos aquellos agricultores que han confiado en el sistema de seguros agrarios y tengan contratada una póliza:
- Para los asegurados de cítricos, uva de mesa y hortalizas:
- Indemnización de los daños reales de las parcelas en función de las exigencias comerciales.
- Que el asegurado no asuma la franquicia de la póliza.
- Para los asegurados de caqui: incluir los daños producidos en la piel de los frutos (manchas) que Agroseguro excluye de las coberturas de esta línea de seguros.
Además, LA UNIÓ va a solicitar un paquete de ayudas a las Administraciones Públicas (Gobierno central y Generalitat) para reparar los daños en infraestructuras agrarias lo más urgentemente posible y compensaciones para los agricultores afectados en la línea de las ayudas establecidas por las heladas ocurridas en el año 2005: ayudas directas, exenciones fiscales y de las cuotas de la Seguridad Social, créditos bonificados, subvenciones para reposición de árboles y productos fungicidas.
También reclama LA UNIÓ construir las infraestructuras necesarias (como por ejemplo embalses) para recoger el agua caída que ahora va al mar en los cursos medio y bajo de los ríos y ramblas para no depender siempre de hipotéticos trasvases que dependen de decisiones políticas.
Para las comarcas donde no ha habido daños, o zonas de interior y cultivos entre otros como la viña o los frutos secos, las lluvias han sido muy beneficiosas pues han servido para ahorrar riegos, recargar los acuíferos, llenar las cabeceras de los ríos y limpiar los árboles para evitar posibles plagas.