A tres meses de contabilizar el cierre de la campaña oleícola 2020/21, el ritmo de salidas al mercado, registrado hasta ahora, confirma que vamos hacia un año récord en ventas de aceite de oliva, según avanzan los últimos datos provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) referidos al pasado junio y que aún deberán tener confirmación a finales de este mes.
¿Tendrán los envasadores más aceite de oliva en stock que las almazaras a final de la campaña 2020/21?
De acuerdo a los mismos, se contemplan unas salidas de 122.010 toneladas en junio, un volumen situado en la media histórica de este noveno mes del ejercicio oleícola, incluidas en esta cifra unas importaciones en torno a las 14.000 t, que aún habrá que confirmar en los próximos meses.
Según el presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Cristóbal Gallego, “Junio vuelve a arrojar en el sector del aceite de oliva unas buenas cifras de salidas, más si se tiene en cuenta las escasas existencias que quedan en las almazaras.”
Al cierre de dicho mes y a falta de contabilizar los tres que restan de la actual campaña 2020/21, quedaban en estas instalaciones apenas unas 437.287 t, casi 87.000 t menos que en el mes de mayo, mientras que en los depósitos de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero (FPCO) había algo por encima de las 35.000 t, unas 9.300 menos que en el mes anterior, y en poder de los envasadores, refinadores y otros operadores del comercio estaban 276.511 t más, tras bajar en casi 12.400 t en el mes respecto a entonces.
En este sentido, Gallego expuso que de continuar con este mismo ritmo de comercialización mensual, “previsiblemente al cierre de campaña (próximo 30 de septiembre) las disponibilidades de aceite de oliva sean bajas y se produzca, añadió, un hecho histórico, como es que habrá más existencias en el sector envasador que en las propias almazaras”.
Desde el inicio de la campaña actual se han comercializado 1.279.880 toneladas, con una media mensual de salidas superiores a 142.000 toneladas. Por tanto, “de mantenerse el ritmo de mercado registrado en estos nueve meses, “la actual campaña 2020-2021 se convertiría en una campaña sin precedentes en cuanto a comercialización”.
Según el presidente de la sectorial oleícola andaluza de Cooperativas Agro-alimentarias, los esfuerzos realizados para buscar mercados alternativos y las condiciones comerciales han ayudado a este buen ritmo de comercialización. Además, los olivareros esperan poder recuperar el mercado estadounidense, perdido como consecuencia de los aranceles impuestos a finales de 2019, y cuya suspensión por cinco años se confirmó precisamente a mediados de mayo.
Ahora llegan un par de meses de verano, como julio y agosto, en donde lo normal es que se ralenticen las salidas, y quizás por ello también los envasadores se han cubierto también las espaldas para intentar que no haya demasiada presión, de la que ya puede esperarse, en el mes de septiembre, final de campaña, y en los dos siguientes de inicio de la siguiente 2021/22.
Así las cosas, preocupa tanto el stock con el que pueda concluir a 30 de septiembre la actual campaña (algunos lo elevan claramente por encima de las 300.000 t, otros incluso se atreven perforar hacia abajo ese volumen), como las posibilidades de la cosecha de aceituna y de la producción de la que viene, puesto que las insuficientes lluvias podrían dar lugar a una merma de los rendimientos, sin dejar de mirar también a lo que suceda en el exterior (Túnez, Italia, Grecia, Turquía o Marruecos).
En la reunión del Consejo Sectorial, se analizó también el programa propuesto en su día por el ministro de Agricultura, Luis Planas, para el aceite de oliva en el próximo marco normativo de la PAC. Al respecto, se puso sobre la mesa la necesidad de trabajar en una estrategia hídrica, dotada de presupuesto, con la que se pueda garantizar la rentabilidad y, por tanto, el futuro de un sector clave en Andalucía.