El último aforo de Interaceituna deja la cosecha de verdeable en 502.240 toneladas
La organización interprofesional de la aceituna de mesa (Interaceituna) estima en su cuarto y último avance (a 19 de octubre) una producción de 502.240 toneladas en la vigente campaña 2016/17, que se inició el pasado 1 de septiembre. Esto supone un 16,5% menos que en la campaña anterior (601.470 t) y un 8,1% menos que en la media de las campañas 2009-2015, que fue de 546.540 toneladas.
Según variedades, la de mayor volumen, la Hojiblanca, contaría con una producción de 215.000 t, un 16,24% menos que la media del periodo 2009-2015; la Manzanilla, con 178.000 t, en cambio estaría un 10,6% por encima de esa media (160.900 t); la Gordal se incrementaría ligeramente un 1,7%, hasta 35.000 t; la Carrasqueña, llegaría a solo 32.000 t (-24,6%); la Cacereña obtendría 27.000 t (-18,4%), y otras variedades, en torno a 16.000 t (-22,8%).
El aforo de esta campaña, según Interaceituna, ha sido excesivamente complicado de realizar, debido principalmente a la influencia de la adversa climatología, caracterizada por ser extremadamente seca y calurosa, con un déficit hídrico acumulado durante el año agrícola, acentuado durante el periodo de recolección, que está ya casi a la mitad por estas fechas.
Las lluvias han sido escasas, oscilando entre 6 y 35 mililitros, según zonas, que han refrescado la arboleada y el fruto, pero que no han sido suficientemente cuantiosas como para mejorar el calibre del mismo y evitar el agostamiento que está siendo la nota dominante en la actual campaña 2015/16.
El inicio de la recolección se retrasó por el insuficiente estado de madurez de los frutos, estando a 19 de octubre, en el ecuador de la campaña, superando el 70% en las variedades más tempranas (Aloreña, Cacereña, Gordal, Morona y Manzanilla), mientras que las más tardías están iniciando lentamente su recolección a la espera de que nuevas lluvias mejoren su calibre.
La calidad de los frutos es buena, con la excepción del escaso tamaño en las principales variedades y que la producción final verdeable ha estado para las variedades más tempranas, y va a seguir estando para el resto de las variedades, muy condicionada por la presencia o ausencia de lluvias en lo que resta de periodo de recolección.