La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha hecho público su avance climático de la primavera de 2021, que tuvo un carácter cálido y muy seco en el conjunto de España, y de sus estimaciones para el verano astronómico, que será probablemente más seco de lo habitual en el noroeste peninsular y más cálido de lo normal en toda España.
Un verano más seco de lo habitual en el noroeste y más cálido en toda España
Según las previsiones estacionales, el verano astronómico, que comenzará el 21 de junio a las 5:32 hora oficial peninsular, será probablemente más cálido de lo normal en toda España, con mayor probabilidad cuanto más al sur peninsular, y más seco de lo habitual en el noroeste peninsular.
El avance de la tendencia del tiempo previsto para el periodo julio-agosto-septiembre de 2021 indica que existe una mayor probabilidad de que la precipitación se encuentre en el tercil inferior en el noroeste peninsular, mientras que en el resto de España la probabilidad de los terciles es la climatológica. Esto supone que en la península y Baleares la temperatura media trimestral estará, al menos, 0,5ºC por encima de lo normal, aunque en algunas zonas el valor será superior.
De confirmarse estas predicciones realizadas por la Agencia Estatal de Meteorología estaríamos frente al séptimo verano consecutivo con temperaturas por encima de las medias.
En Europa, las predicciones estacionales del multimodelo de Copernicus indican que es probable que este trimestre, julio-agosto-septiembre, sea más cálido de lo normal en el centro de Europa; esta probabilidad resulta incluso más elevada en el sur del continente.
La AEMET ha hecho público su avance climático de la primavera de 2021, que tuvo un carácter cálido y muy seco en el conjunto de España. Ha sido la cuarta primavera más seca desde el inicio de la serie histórica en 1961, y la segunda más seca del siglo XXI, tan solo por detrás de la del año 2005.
Más concretamente, la pasada primavera ha sido muy seca. Se han acumulado 114,5 l/m2 a lo largo del trimestre en el conjunto de la España peninsular, un valor que supone el 67% del valor normal del período de referencia, es decir, las dos terceras partes. La primavera fue seca o muy seca sobre todo en el tercio norte y mitad occidental peninsular, así como en Canarias. Llegó a ser extremadamente seca en el este del País Vasco, Navarra y noroeste de Huesca.
Por el contrario, las precipitaciones fueron superiores a los valores normales, llegando incluso a duplicarlos, en el sur de la Comunidad Valenciana, Región de Murcia y extremo oriental de Andalucía. En Baleares tuvo un carácter normal.
La temperatura media de la primavera fue, en el conjunto de la España peninsular, de 12,5ºC. Un valor 0,4ºC superior al promedio del período de referencia 1981-2010, lo que indica su carácter cálido. Se trató de la vigésima primavera más cálida desde el inicio de la serie, en 1961, aunque a lo largo del siglo XXI se han registrado once primaveras con mayor temperatura. No en vano, ocho de las diez primaveras más cálidas en España han tenido lugar en este siglo.
Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía
Por su parte, la organización WWF ha alertado, con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía que se celebra hoy 17 de junio, de la extrema vulnerabilidad de la península ibérica frente al aumento de episodios de sequías.
El desierto avanza sobre la península ibérica. Esta región será una de las más afectadas de Europa por el aumento de periodos de sequías más intensas y un aumento de la temperatura significativo. Los modelos climáticos predicen desafíos y cambios extremos aún mayores que harán cada vez más difícil garantizar suficiente agua, de acuerdo al nuevo informe de WWF.
Frente a ello, la organización pide un cambio en la gestión del agua que incentive el uso racional de los recursos, y mejore la gestión transfronteriza de las fuentes de agua compartidas entre ambos países.
«El 75% de nuestro territorio está en peligro de sufrir desertificación por una combinación de lluvias más irregulares, un aumento significativo de la temperatura y un maltrato a nuestros suelos y bosques. El cambio climático está afectando a los recursos hídricos y a los ecosistemas de la península ibérica y se prevé que haya un empeoramiento para 2050, si no hay un cambio estratégico en la gestión del agua.» Esta es la principal conclusión del nuevo informe de WWF.
“Ya estamos viendo y padeciendo las consecuencias del cambio climático en España; las precipitaciones son cada vez más irregulares, los periodos de sequía más intensos y cada año batimos récords de temperaturas medias. Si seguimos haciendo un uso inadecuado del suelo y de los embalses, la Península Ibérica se parecerá cada vez más a un desierto”, apunta Rafael Seiz, Técnico de Política del Programa de Aguas de WWF.