Una investigación de WWF denuncia el saqueo de los principales acuíferos en España

Una investigación de la organización conservacionista internacional WWF, realizada durante más de un año, revela lo que califica de saqueo del agua en cuatro de los acuíferos más importantes y sobreexplotados de España: Daimiel, Doñana, Mar Menor y acuíferos de Los Arenales.

Una investigación de WWF denuncia el saqueo de los principales acuíferos en España

Esta investigación de la organización destaca que se riega con agua extraída ilegalmente una superficie similar a 1,5 veces la ciudad de Madrid, más de 88.000 hectáreas y «ello sucede frente a la inacción durante décadas de las distintas administraciones, que no han controlado ni saben el agua que realmente se extrae de los pozos mientras se agotan los acuíferos.»

WWF afirma que «la clave para entender el robo del agua está en que las administraciones responsables desconocen cuánta agua se extrae de pozos por encima de lo autorizado, ya que no tienen capacidad de medir todas las extracciones, ni suficientes medios humanos para controlar estos recursos subterráneos. En algunos casos tampoco está claro cuánto se ha extraído por encima de los recursos disponibles.»

Según WWF, «la continua expansión de la agricultura industrial y de los cultivos en regadío, promovida con ayudas públicas, alimentan esta situación ya que, en sus trámites y autorizaciones para las ayudas de la PAC, la administración agraria responsable no ha exigido a los agricultores solicitantes presentar el derecho de uso de agua concedida.»

«Además, la propia Administración del agua ha alimentado tradicionalmente esta sobreexplotación concediendo derechos de uso de agua muy por encima de las capacidades según los Planes Hidrológicos, a causa del descontrol en el uso del agua subterránea y la debilidad de la Ley.»

Esto es lo que ha sucedido en Las Tablas de Daimiel, «que es el caso más dramático: al menos 51.465 hectáreas de cultivo se riegan con agua extraída ilegalmente, el equivalente a más de 62.300 campos de fútbol», donde la administración pública se ha saltado su propio límite -establecido en el Régimen Anual de Extracciones- que tiene precisamente como objetivo reducir la extracción de agua para revertir el deterioro del acuífero, lo que llevó a que en 2019 se extrajera, en total, un 72% más de agua del volumen permitido.

Otro de los puntos negros del robo del agua en España está en el acuífero de Los Arenales, en plena meseta castellanoleonesa. WWF concluye que en 2019 se regó con agua extraída ilegalmente 23.975 hectáreas, es decir, el equivalente a más de 29.000 campos de fútbol.

Durante estos años, se ha asistido a una transformación total en esta zona que ha pasado del cultivo de cereales y viñedos de secano al predominio de cultivos de patatas, maíz, hortícolas, o remolacha entre otros, altamente demandantes en agua. Mientras, según la organización, en los últimos 15 años se ha registrado un preocupante descenso del acuífero de Los Arenales que sitúa el nivel de agua, en Tierra del Vino, la masa de agua subterránea más afectada, por debajo de los 25 metros.

«La zona de Arenales está siguiendo el peligroso camino de Las Tablas de Daimiel, que le llevó a ser declarado sobreexplotado y, en la actualidad, está seco y depende de ‘transfusiones’ de agua de emergencia.»

Por otro lado en Doñana y Aljarafe, el humedal más importante de Europa, los datos que ha obtenido WWF concluyen que la superficie regada con agua extraída ilegalmente, en el corazón de este espacio clave para la biodiversidad y alrededores, es de más de 4.700 hectáreas, el equivalente a más de 5.700 campos de fútbol.

WWF destaca que en los últimos dos años el Ministerio para la Transición Ecológica ha cerrado numerosos pozos ilegales en la zona pero la Junta de Andalucía no ha hecho lo mismo con las superficies regadas ilegalmente que son de su exclusiva competencia.

«La extracción ilegal del agua además genera una grave situación de competencia desleal entre los agricultores que cuentan con todos los permisos y están comprometidos con la gestión sostenible de este recurso, frente los que lo hacen sin autorización y sin reparo alguno a cómo afectan al resto de productores.»

Mar Menor es otro de los epicentros del robo del agua en España, que además, vive momentos críticos tras un nuevo episodio de eutrofización que ha vuelto a convertir la mayor laguna salada de Europa en una auténtica ‘sopa verde’. «La causa de este colapso, según WWF, ecológico se debe precisamente a las toneladas de nitratos y fosfatos que entran en la laguna a través de las ramblas procedentes de la agricultura intensiva que ha crecido sin ningún control.» El informe señala que hay 8.460 hectáreas de cultivo de regadío ilegal en el Campo de Cartagena, el equivalente a más de 10.200 campos de fútbol.

Ante ello, WWF pide a las autoridades una acción contundente para mejorar el control de las aguas subterráneas, modificando la Ley de Aguas, ampliando las plantillas y también los recursos de las autoridades del agua. Igualmente demanda finalizar el procedimiento del cierre de todas las extracciones ilegales de los acuíferos y sancionar a aquellos que se saltan la ley cometiendo este delito ecológico contra la naturaleza y la seguridad hídrica de toda la sociedad, y reducir la superficie de regadío.

“Reclamamos una acción contundente y eficaz a las administraciones para combatir este delito ecológico contra la naturaleza, nuestra seguridad hídrica y contra aquellos agricultores que sí cumplen con todas las normas”, afirma Rafael Seiz, experto del programa de agua de WWF.

Además, la organización reclama que el futuro Plan Estratégico de la PAC (PE-PAC) aborde el problema de la extracción ilegal del agua para el regadío.

 

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