La organización agraria Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA, estrenó hoy en un cine de Madrid la película documental "Barbecho, en el corazón del despoblamiento" financiada por el Ministerio de Agricultura y en la que se refleja el papel de la agricultura y la ganadería frente al reto de la España vacía.
UPA estrena el documental «Barbecho, en el corazón del despoblamiento»
Con ánimo de responder a las preguntas: ¿Puede la agricultura y la ganadería familiar salvar a España del despoblamiento? y ¿es lógico que miles de pueblos y enormes áreas de un país queden desiertos frente a la sobrepoblación de las ciudades?, UPA se plantea este interesante y descriptivo documental, el segundo producido por la organización agraria tras «¿Convivencia? Ganadería y lobos, estrenado en 2017.
Para ello, un equipo de la organización agraria dirigido por Diego Juste ha viajado a las principales zonas afectadas por el drama de la despoblación y ha entrevistado a agricultores y ganaderos, así como a otras voces representativas que analizan este problema desde diferentes ópticas.
Tras su proyección, el acto contó con una mesa de debate sobre el papel de la agricultura familiar frente al despoblamiento en el que participaron Pepe Gilaber, olivarero y presidente de la Cooperativa San Vicente de Mogón; Fran Santolaria, ganadero, presidente de Oviaragón y tesorero de Interovic; Marta Corella, alcaldesa del municipio alcarreño de Orea; Isaura Leal, excomisionada del Gobierno para el Reto Demográfico y Teresa López, presidenta de la Federación de Mujeres Rurales, Fademur, moderados por la periodista Laura Cristóbal.
En este debate se pusieron sobre la mesas distintos temas que afectan a la forma de enfocar la lucha contra el despoblamiento para lograr llenar la España Vaciada, desde la realidad y la identidad del mundo rural. La educación, el empoderamiento de la mujer rural, la defensa del modelo de convivencia del que España ha hecho gala en generaciones, la necesidad de romper con los estereotipos que tiene el urbanita y la permanente reivindicación del medio rural, la necesidad de recursos económicos para afrontar este reto, la necesaria implicación transversal en el mismo de todas las administraciones públicas y la imprescindible conectividad territorial, la disminución de las cargas burocráticas de los profesionales del campo…. fueron algunas de las ideas esbozadas en el coloquio que concluyó con un llamamiento a la protección del modelo de agricultura familiar frente a otros modelos productivos y, por encima de todo, del orgullo de trabajar y vivir en algunos de los 8.131 municipios que aún se mantienen vivos en nuestra geografía.