La concentración, celebrada esta mañana entre las 11 y las 13 horas frente al Ministerio, ha coincidido con la Conferencia sectorial de Agricultura, que reúne al Gobierno y a las comunidades autónomas. Los pequeños y medianos productores así lo han querido debido a su descontento porque, tal y como han denunciado, la Conferencia no ha tenido en cuenta a sectores productivos que necesitan las ayudas asociadas para sobrevivir y que cumplen con los requisitos para obtenerlas.
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El caso más paradigmático es el del olivar tradicional y de montaña, cuya existencia está en peligro sin este tipo de ayudas. De hecho, la mayor parte de los productores que han acudido hoy a la convocatoria de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos frente al Ministerio han sido olivareros con producciones en pendiente, quienes ven peligrar su supervivencia por la discriminación que sufren. Y no son pocos, España es el primer productor mundial y los olivos ocupan el 43,9% de las tierras de cultivos sólo en Andalucía. En Extremadura, por ejemplo, es el principal cultivo del secano de la región y en Castilla-La Mancha, el olivar tradicional es el mayoritario, siendo mínimo el grado de intensificación de este cultivo.
Al final del acto, los productores, todos ellos de carácter familiar, han llegado a pedir la dimisión de la ministra de Agricultura en funciones, Isabel García Tejerina, por hacer caso omiso de sus demandas.
UPA ha difundido un decálogo con sus propuestas para estos sectores y con las razones que las motivan. El recorte del 100% a partir de los 150.000 euros de pago básico que pide ya se aplica en otros Estados miembros y tal como establece el reglamento comunitario y, desde un punto de vista práctico, esto supone aplicar un techo máximo aproximado de 250.000 euros de ayudas directas -pago básico, verde y asociadas. De esta manera, explican en UPA, se obtendrían fondos para destinarlos allí donde más se necesitan, que en su opinión es en el olivar de montaña, de alta pendiente y baja productividad.
Es decir, significaría recortar las ayudas a los beneficiarios “más ricos” –menos de 500 perceptores, un 0,05% del total- y aumentarlas a pequeños olivareros con alto riesgo de abandono de su actividad, que es el espíritu con el que se diseñaron las ayudas asociadas. UPA pide también que España destine a este tipo de ayudas el 15% del presupuesto total, y no el 12,08% que es lo que se dedica ahora.