Las tormentas de lluvia, fuerte viento y pedrisco que se produjeron el pasado fin de semana han dejado una factura de más de 8.000 hectáreas de diferentes cultivos dañados en la zona Este peninsular y Extremadura.
Varios miles de hectáreas de cultivos afectados por el viento y el pedrisco del pasado 18 de julio
En varias comarcas de Lleida, la tormenta del pasado 18 de julio, dañó a casi 4.000 hectáreas de cultivo de pera en el Segríà, el sureste de La Noguera y algún municipio del Pla d’Urgell. Aunque los principales daños fueron causados por los fuertes vientos, que hicieron caer frutos y tumbado algunos árboles frutales. L
Las pérdidas de producción en pera oscilan, según el Departamento de Agricultura de la Generalitat, entre un 10 y un 30%, siendo superior en casos puntuales, con 3.941 ha afectadas, a lo que hay que añadir algunos daños en nectarinas.
El pedrisco del fin de semana causó también daños en 2.500 ha de viña en la zona vitícola de Requena, con pérdidas económicas que AVA-ASAJA estima en casi 4 millones de euros, con un grado de afección medio en torno al 50% de la producción, aunque con algunas explotaciones en que se ha echado a perder el 90% de la cosecha de uva prevista, sobre todo de la variedad Bobal. Almendro, olivar y cereal también sufrieron algunos daños de diversa consideración en la zona.
Por su parte, técnicos de Agricultura comenzaron a evaluar el lunes 20 de julio los daños de una fuerte granizada del pasado 18 de julio en diversos cultivos de Tobarra (Albacete) y que afectó también a unas 300 ha de Pétrola, según ASAJA, afectando al 100% de la cosecha de cultivos, como el almendro, la viña y el oliva, y mermando la producción de frutas y hortícolas, como la ciruela, la fresquilla o el tomate.
Asimismo, varias comarcas fruteras se vieron afectadas ese mismo sábado por tormentas de granizo y fuertes vientos, con graves daños en plantaciones de melocotón y albaricoque, con arranque de plantaciones, así como cultivos de secano, y de olivo y almendro de regadío en los términos de Alcañiz, desde Puigmoreno, hasta Caspe, así como en Albalate y Andorra.
El viento tiró también mucha fruta al suelo, entre un 30-50%, según variedades, en la comarca del Bajo Cinca, según UAGA, que reclama una rápida peritación de daños e indemnizaciones a los agricultores ante una campaña ‘nefasta’ en precios.
También, el temporal de granizo y lluvia de los últimos días causó daños importantes en explotaciones de fruta (200 ha), tomate (200 ha) y maíz (600 ha) de las Vegas del Guadiana. Estas nuevas pérdidas se suman a la que ya han sufrido los agricultores y ganaderos extremeños en la campaña actual. Con más de 2.000 t menos de producción de cerezas y 5.000 ha afectadas en tomate, así como pérdidas en cultivos de regadío de maíz y frutales, según la UPA-UCE.
Esta organización agraria pide una revisión y mejora de la política de seguros agrarios que se aplica en la actualidad, principalmente en lo que respecta a los daños para la ganadería, el cereal de invierno, olivar (aceituna de mesa) y viñedo de la sequía y las continuas olas de calor.