¿El vino español es caro para los jóvenes?: conclusiones de una tertulia enológica
El pasado 12 de diciembre tuvo lugar en el Casino de Madrid la tertulia enológica que llevaba como título “Nuevas formas de acercar el vino a los consumidores”, organizada por SWWS. En la misma se puso de manifiesto que esta es una de las cuestiones que más controversia suscita en los profesionales del vino español. Una parte del sector argumenta que el vino español es muy económico en comparación con otros países, y otra parte señala que es la “percepción” del consumidor la que hace al vino ser caro, cuando no lo es.
Realmente el título de este coloquio despertó gran interés entre los asistentes, ya que no deja de ser un problema conocido en el sector del vino y de difícil resolución. Sin lugar a dudas se precisan medios, métodos y proyectos que logren incrementar el consumo del vino en España.
Nuestro país, a pesar de ser líder mundial en producción de vino, ocupa una triste 17ª posición en el consumo mundial. Este indicador es una prueba clara de que las cosas no se están haciendo del todo bien.
Entre los asistentes se defendió la postura de que el vino español no es caro. Los bares y restaurantes ofrecen en sus cartas de vino, interesantes precios que invitan a sus clientes a consumir estos vinos.
Según Carlos Mateu, que asistió como responsable de la plataforma catasalacarta.com (un buscador mundial de expertos de cata), la valoración del precio de si es caro o barato lo fija de forma inconsciente el consumidor. En este sentido argumentó que el sector del vino no tiene la capacidad de señalar si en España los vinos son caros o baratos. Esta decisión la tiene siempre el público en general que es el que decide si en España sube, o baja el consumo de vino, en base a un sencillo patrón… su nivel cultural de vino.
Otro aspecto destacado que se trató, es cómo promocionar un consumo de vino y un consumo responsable entre los jóvenes como base del futuro del sector, y la influencia del precio en éste asunto. Porque… ¿podemos afirmar si el vino español es caro o no, para los jóvenes?
Para responder a esta inquietud, Carlos Mateu, abogando por la cultura del vino, señaló que se debe fijar en el espacio una línea horizontal de relación causa y efecto.
Así señaló que, “Si queremos fomentar el consumo de vino, el sector bodeguero ha de:
1º.- Organizar catas de vino para los clientes potenciales.
2º.- Ofrecer cultura de vino, enseñándoles a catar y entender el vino.
3º.- Lograr que los consumidores valoren el trabajo y el esfuerzo de los bodegueros.
4º.- Observar que gracias a los tres puntos anteriores se incrementa el consumo del vino.
Tras la consecución de estos cuatros puntos, el consumidor tendrá la capacidad suficiente, para decidir si el vino es caro o barato”.
Es un hecho claro y notorio que sin cultura de vino, un consumidor no puede comprender que una botella de vino tenga un precio de 12, 20 ó 45 euros cuando un vino de brick cuesta 1 euro.
El consumidor puede hacer la “asociación mental” de que cuando “un vino es más caro es mejor”, pero no puede valorar “cuanto mejor” y si la relación calidad precio le compensa. No pidamos al ciudadano saber de marcas o de calidades cuando no hay cultura de vino.
¿Cuántos ciudadanos españoles conocen aunque sea someramente: los principales tipos de uva (o que hay más de 600 variedades), las diferentes Identificaciones Geográficas Protegidas (140 entre Vinos de Pago, Denominaciones de Origen, Vinos de Calidad y Vinos de la Tierra), las formas de crianza de los vinos, los diversos métodos de vinificación, las temperaturas de servicio…? ¿Pocos, verdad? ¿Y cómo, – a sabiendas que son pocos -, vamos a pedirles que consuman vino a entre 2 y 4 euros la copa, cuando la cerveza es una alternativa atractiva y económica, que además cumple su objetivo de “disfrutar el momento” (o ponerse “contentillos”, y tan solo les cuesta 1 euro la caña?.
Para un joven francés, el vino español es barato,… y para un joven español es caro… ¿no influirá también en esta percepción los bajos salarios que existen en España en comparación con los que existen en Francia, y resto de países?
Otra de las cuestiones que se abordaron en la tertulia fueron las siguientes:
– ¿por qué en España el sector del vino no ha sido capaz de “entrar” en discotecas y clubs de copas, con algún tipo de vino frío, o espumoso como en el resto del mundo?
– ¿por qué se celebran más ferias de vino para profesionales que para consumidores?.
– ¿por qué el oligopolio de la cerveza, formado por 5 empresas, hace más publicidad en prensa, radio y televisión que 4.300 bodegas españolas?
– ¿por qué muchos ciudadanos desconocen que en su provincia se produce vino, y solo conocen Ribera, Rueda y Rioja?
– ¿por qué en los bares, sus camareros, ponen cara de susto cuando se pide en la barra por ejemplo, un Pinot Noir, una Garnacha, una Syrah, o un Cabernet Sauvignon? … ¿será por qué en España no hay cultura de vino?
Para finalizar, los asistentes recomendaron un consejo,… empezar todos juntos a hacer los deberes… para así lograr que España lidere el ranking de consumo mundial de vino. Se trata de un “sitio de liderazgo” que por su historia, tradición y cultura, – sin lugar a dudas-, le corresponde.