En frutales subtropicales, como níspero o mango, el invernadero permite obtener cosechas más tempranas y mejorar los rendimientos y la calidad de la fruta lo que repercute positivamente en el balance económico del agricultor.
Frutales de clima subtropical: níspero japonés y mango
Julián Cuevas González. Universidad de Almería.
Níspero japonés (Eriobotrya japonica Lindl.)
Interés y objetivos específicos
El níspero japonés es un frutal de pepita que por sus requerimientos edafoclimáticos se clasifica como subtropical. A pesar de su nombre específico el níspero japonés tuvo su origen en el sur de China, en concreto en el valle del rio Daduhe. A pesar de su origen lejano, el níspero japonés se ha adaptado muy bien al clima mediterráneo, y España es el país líder en comercialización (segundo en producción a gran distancia de su país de origen China).
El níspero no se comporta como un frutal de zonas templadas ya que no entra en reposo invernal. Esto determina un ciclo anual singular, ya que florece en otoño, desarrolla los frutos en invierno y se recolecta a principios de primavera, siendo una de las primeras frutas de temporada. La precocidad y calidad se constituyen por ello como claves para su comercialización. Los frutos recolectados al inicio de la campaña alcanzan muy buenos precios, disminuyendo marcadamente conforme otras frutas de primavera (cereza, nectarinas, albaricoques…) acceden al mercado. Los buenos precios al inicio de la primavera permiten que todas las técnicas que supongan un adelanto en la recolección repercutan muy positivamente en el balance económico de la explotación. Dentro estas técnicas destacan extraordinariamente el cultivo protegido, en particular bajo invernadero.
Material vegetal, estructuras, manejo y técnicas de cultivo.
Las variedades más cultivadas bajo abrigo son Algerie y Golden Nugget, si bien puede considerarse la elección de la variedad Magdal, más temprana, pero con peor calidad organoléptica. El níspero se puede injertar sobre pie franco y sobre membrillero. Cuando se plantea su cultivo bajo abrigo, la elección del membrillero (en especial EM-C) es obligada, ya que el vigor proporcionado por un injerto sobre pie franco hace inviable su cultivo bajo plástico. Del mismo modo, y aunque al aire libre se cultiva con mayor frecuencia en vaso, el incremento de densidad necesario para ganar rentabilidad bajo plástico, sugiere el uso de sistemas de formación en eje central, al que el níspero se adapta muy bien dado su hábito de crecimiento en pirámide. Los sistemas de eje central sobre membrillero C permiten densidades de plantación de hasta 1.500-2.000 plantas por hectárea.
El níspero japonés es parcialmente autoincompatible. A pesar de ello, en condiciones óptimas, cuaja un número de frutos más elevado de lo que permite un buen calibre y precio. Por eso, el aclareo de frutos (y/o flores) se hace necesario. La práctica habitual es un aclareo manual de frutos, idealmente precedido de aclareo de flores, dejando un máximo de 4-5 frutos por ramo (excepto si el ramo es subterminal y más débil; en este caso 1-2 frutos es lo deseable). Dada la elevada densidad de plantación y el coste asociado a la ejecución manual del aclareo, nuestro grupo de investigación ha desarrollado un programa de aclareo químico basado en la aplicación de 45 ppm de la amida del ácido naftalén acético (NAAm) en plena floración tardía.
Resultados obtenidos con cultivo en invernadero
Con el cultivo en invernadero se consigue adelantar la maduración para producir fruta extratemprana que alcance precios elevados en el mercado. El adelanto de cosecha conseguido con cultivo bajo plástico es muy variable y depende de la variedad y del lugar. Así con Algerie en España se citan entre 6-12 días de adelanto, mientras que estudios con Golden Nugget en Turquía hablan de hasta 20 días de adelanto.
Por otra parte, el cultivo protegido, también en este caso bajo malla, permite proteger la fruta frente al viento, para disminuir una fisiopatía propia conocida como tarameado del fruto, que es debida a los arañazos que la epidermis del fruto sufre por el borde aserrado de las hojas en zonas ventosas. La malla y el plástico también protegen al fruto de golpes de sol y de los daños que provocan el granizo y los pájaros. Bajo malla y plástico, el desarrollo de los árboles es más rápido por lo que se consigue una rápida entrada en producción y mayor cantidad de fruta en los primeros años, así como mayor uniformidad y calidad de la cosecha.
El principal inconveniente del cultivo protegido del níspero es el coste de la estructura a pesar de su sencillez (suelen ser invernaderos planos). Cuando el adelanto de la producción no es importante (o esta empresa se aborda en zonas tardías) los costes añadidos que suponen la estructura pueden no justificarse económicamente. Por otra parte, la fruta bajo plástico presenta una mayor incidencia de otra fisiopatía propia: la mancha morada. Esta mayor incidencia se justifica por la precocidad impuesta por el plástico. Específicamente bajo malla se han detectado problemas de falta de color del fruto, mientras que la incidencia de moteado es mayor por falta de ventilación. También se han observado cuajado insuficiente algunos años con Algerie debido a su carácter parcialmente autoincompatible, por lo que es recomendable la introducción de colmenas de abejas o abejorros en invernadero.
Mango (Mangifera indica L.)
Interés y objetivos específicos
El mango pertenece a la familia Anacardiaceae, como los muy diferentes anacardos, pistachos, lentisco y zumaque, entre otras plantas de aspecto y aprovechamiento muy diverso, algunos como fruto seco, otros frutos carnosos y otros más, elementos constitutivos de biotopos característicos. El origen del mango está establecido en la India, donde existen numerosísimas variedades. Sin embargo, es otro cultivo que se ha adaptado bien al sur de España, donde las temperaturas más bajas que las del trópico limitan el tamaño de los árboles, permitiendo una mayor densidad de plantación y menores costes de explotación. Las bajas temperaturas invernales parecen actuar también como inductoras de la floración, de modo que ésta es más abundante y concentrada en España que en los trópicos, donde la floración es escalonada y errática. España es líder y casi única productora en Europa, aunque nuestra producción de indudable éxito gustativo no puede competir en volumen con las producciones de China, Brasil o México. Nuestras áreas de producción son las Islas Canarias y la Costa Tropical (Granada-Málaga), aunque su cultivo podría extenderse en áreas próximas del SE peninsular (Almería, Murcia, pero también Cádiz y Huelva).
A pesar de estas ventajas, el mango gusta de temperaturas cálidas y por ello su cultivo en invernadero es interesante. En este sentido, el mayor control climático permite adelantar la cosecha y asimismo obviar la eliminación de panículas que al aire libre se realiza para asegurar una segunda floración tardía que cuaje en mayor medida. En España el cultivo del mango en invernadero es incipiente, pero representa una opción interesante para el adelanto de la cosecha y la protección del cultivo, con diferentes opciones y manejo en la península y en las Islas Canarias.
Material vegetal, estructuras, manejo y técnicas de cultivo
En el caso de la Costa Tropical, los invernaderos suelen ser tipo parral con cubierta multicapilla (raspa y amagado) con una altura máxima de 4 m. La ventilación es natural con ventanas laterales y cenitales. Las variedades más utilizadas son Tommy Atkins e Irwin en busca de precocidad y Osteen, la variedad más extendida en España, injertados sobre Gomera-3. Algunas variedades tardías como Kent y Keitt también se han utilizado, aunque aquí se busca mejorar los rendimientos y reducir la vecería. En Canarias los invernaderos para el mango son tipo parral plano de 6-7 m de altura (tipo banana).
Con mucha frecuencia, las variedades se conducen en espaldera con 3-4 pisos, distantes unos 30-40 cm. También se pueden formar en sistemas de eje central, aunque en estos casos pudiera ser más recomendable un cultivo en contenedor para limitar el desarrollo del árbol. El manejo del cultivo es similar al realizado al aire libre, donde destaca la necesidad de eliminar floraciones tempranas en las cuales se produce con frecuencia el aborto de la semilla debido al frio, y con ello al desarrollo de frutos de muy pequeño tamaño. La eliminación temprana de esa floración conduce, por lo general, a una segunda floración en fechas más cálidas.
Resultados obtenidos con cultivo en invernadero
Con el cultivo de mango bajo plástico en estas zonas se persigue principalmente adelantar la recolección para conseguir mejores precios y mejorar los rendimientos. Los resultados muestran que se puede conseguir un adelanto de hasta un mes, lo que supone un aumento notable en el precio de la fruta. Hay que pensar, que un adecuado manejo permitiría producir durante el verano, y reforzar la marca de Costa tropical. Con el cultivo bajo plástico se mantienen temperaturas próximas al óptimo durante la floración y cuajado de frutos por lo que junto a la mayor densidad se pueden obtener mayores producciones. Ello y sobre todo la mayor precocidad pueden rentabilizar el cultivo de mango bajo invernadero.
Se entiende que las mayores temperaturas en el interior del invernadero permitirían también obviar la eliminación de la primera floración, y aprovechar así el adelanto propiciado por el plástico. No obstante, el temor a procesos de inversión térmica hace que no todos los agricultores aprovechen esta posibilidad. Por otra parte, en el cultivo en invernadero se observa menor incidencia de oídio y bacteriosis, gracias al mejor control de temperatura y humedad y a la protección frente al viento y lluvia. Por el contrario, bajo invernadero y malla se han observado problemas de maduración y muy notablemente falta de color en la piel del fruto.