María Arias Álvarez1, Rosa María García García2, Pedro L. Lorenzo González2, Pilar García Rebollar3.
Ajuste de alimento en conejas reproductoras durante la gestación
María Arias Álvarez1, Rosa María García García2, Pedro L. Lorenzo González2, Pilar García Rebollar3.
1Departamento de Producción Animal. Facultad de Veterinaria, Universidad Complutense de Madrid. 2Departamento de Fisiología, Facultad de Veterinaria, Universidad Complutense de Madrid. 3Departamento de Producción Agraria, Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas, Universidad Politécnica de Madrid.
La carne de conejo representa el quinto tipo de carne más consumida en España, después de la de cerdo, ave, vacuno y ovino-caprino. España es uno de los principales productores mundiales de esta carne liderando, junto con Italia y Francia, la producción en la Unión Europea (Mapama, 2019).
No obstante, la cunicultura en nuestro país se encuentra en una situación crítica desde el año 2008 debido a que los costes de producción superan los beneficios obtenidos de la venta de carne, un hecho que ha desencadenado el cierre de numerosas granjas de pequeño tamaño.
Los gastos de la alimentación son una par te muy importante de los costes totales en ganadería, ya que suponen aproximadamente un 53% de los mismos (Oscoz, 2014). Por tanto, todo ahorro en este capítulo puede redundar en un claro beneficio para el ganadero.
En la ganadería de nuestro país, las conejas reproductoras suelen llevar ritmos reproductivos semiintensivos en los que se realiza la inseminación artificial (IA) el día 11 postparto. Esto implica que el intervalo entre partos sea de 42 días de media y que las conejas suelan estar gestantes y lactantes a la vez, a lo largo de su periodo productivo. Debido al desgaste energético que esto supone, las hembras se alimentan ad libitum durante toda su vida útil y no es hasta el cuarto parto cuando la gestión de las reservas corporales se vuelve más eficiente (Quevedo y col., 2004).
Es recomendable variar esta estrategia reproductiva cuando se trata de hembras primíparas e inseminar tras el destete para recuperar la condición corporal y mejorar su fertilidad en la segunda IA (Arias-Álvarez y col., 2009).
Para leer el artículo completo pincha en el link de más abajo.