Los días 6 al 8 de mayo se ha celebrarado en el Centro de Convenciones Internacionales de Barcelona el 34º Congreso de la Asociación Mundial de Veterinarios y en cuyo Comité Organizador ha colaborado activamente la Organización Colegial Veterinaria Española y otras asociaciones sectoriales veterinarias, además de las Facultades de Veterinaria y las Academias de Ciencias Veterinarias de nuestro país, que asimismo participarán en el desarrollo del congreso.
“Cuidando a los animales se cuida al planeta”
Juan José Badiola. Director del Comité Científico de Mundo Ganadero
El congreso se celebra anualmente en un país distinto, habiendo tenido lugar el pasado año en Corea del Sur. Hacía ya casi seis décadas de la celebración de este congreso en nuestro país, que tuvo entonces su sede en la ciudad de Madrid en 1959.
La importancia de este congreso y de la profesión veterinaria fue subrayada con motivo de la audiencia concedida en el Palacio de la Zarzuela por S.M. el Rey Felipe VI al Comité Organizador del congreso, que asistió acompañado por el actual Presidente de la Asociación Mundial de Veterinarios (WVA, Dr. Johnson Chiang, y por los miembros de la Junta Ejecutiva del Consejo General de Colegios Veterinarios de España. En el curso de la misma, se puso de manifiesto la importancia de la celebración del congreso en nuestro país y el papel relevante que desempeña la profesión veterinaria en el mundo actual.
La WVA representa a más de 500.000 veterinarios de todo el mundo a través de 95 asociaciones veterinarias de todos los continentes. Esta asociación tiene como misión asegurar y promover la salud y el bienestar animal, y la salud pública a nivel mundial, a través del desarrollo y avance de la medicina veterinaria y los servicios veterinarios públicos y privados, y respalda el trabajo de los veterinarios en diversas áreas de la medicina animal, la investigación veterinaria, la práctica profesional y la divulgación.
La WVA se ha fijado como guía el nuevo concepto One Health, que reconoce que los seres humanos y los animales comparten el mismo entorno natural y que los problemas de la salud y el bienestar animal están estrechamente relacionas con los humanos. Esta asociación entiende que la colaboración entre la profesión veterinaria y otras profesiones puede garantizar que los humanos, los animales y el medioambiente prosperen juntos.
El lema de este 34º Congreso Mundial de Veterinaria es “Cuidando a los animales se cuida al planeta” y como se indica en el mensaje de bienvenida a los asistentes, éste ofrece una oportunidad para que veterinarios de todo el mundo y de todos los ámbitos de la profesión veterinaria se reúnan para debatir los desafíos que supone el mantenimiento y la mejora de la salud y el bienestar animal, tratando de encontrar soluciones posibles y demostrar el valor de la profesión veterinaria para el bien público en un mundo aceleradamente cambiante.
El programa del congreso ha incluido tres áreas principales que giran en torno a la investigación y la medicina clínica en las diversas especies domésticas, la salud pública veterinaria, incluyendo la seguridad alimentaria, y los aspectos académicos y de formación veterinaria en su más amplio sentido.
En el congreso, han participado como ponentes destacados expertos de todo el mundo para debatir sobre los temas que preocupan en la actualidad y explorar nuevos horizontes en el tratamiento, prevención, control y erradicación de las enfermedades animales que suponen un azote para la cabaña ganadera del mundo, con graves repercusiones económicas y sociales, de manera particular en algunos países.
Asimismo, se ha abordado con particular interés el desafío que suponen las enfermedades emergentes y reemergentes para la ganadería mundial y muy en particular las de carácter zoonótico, en el marco de un mundo globalizado, en el que los cambios del clima y los movimientos de animales, personas y mercancías son cada vez más acelerados, y por consiguiente de los agentes patógenos, por lo que será necesario reflexionar sobre las estrategias de lucha a aplicar en cada caso, que están condicionadas por las idiosincrasias y capacidades de los distintos países.