El elevado coste y la volatilidad de los precios de las materias primas para alimentación animal obligan a desarrollar nuevas estrategias para reducir su impacto negativo en la cuenta de gastos de las explotaciones. Además, la insuficiente producción nacional (de cereales y proteaginosas, principalmente), exige importar una parte notable de las necesidades del sector, quedando éste a merced de los operadores internacionales. Todo ello empuja a buscar alternativas sólidas y rentables al clásico esquema de pienso y paja, mayoritario en los cebaderos de terneros en nuestro país.
Estrategias alternativas para la alimentación de terneros
La situación del mercado global de materias primas exige la elaboración de nuevos protocolos de alimentación del ganado, en este caso, del vacuno de cebo. Así, por una parte, se requiere un cambio importante en su concepción, como la utilización de subproductos/coproductos y forrajes, preferentemente de origen local (entre otras razones, por una reducción del impacto medioambiental del transporte) y a ser posible producidos en el soporte agrícola de la propia explotación ganadera. De la misma manera, los nuevos esquemas deben tener una base econó- mica sólida y clara, que no lastre la rentabilidad final de las producciones. Finalmente, una mejora en la calidad del producto final, es decir, de la carne, justificaría sobradamente su puesta en marcha
F. Moro
Veterinario