La cetosis es una enfermedad común del vacuno adulto. Por lo general se presenta en vacas lecheras al comienzo de la lactación, y se caracteriza por la presencia de anorexia parcial y depresión.
Monitorización de vacas lecheras de alta producción (IV): Diagnóstico de la cetosis a nivel de explotación
V. Alves-Nores1 y Á. Abuelo, Departamento de Patología Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad de Santiago de Compostela, España.
A. Abuelo, School of Animal and Veterinary Sciences. Charles Sturt University, Australia.
Sin embargo, en muchos casos los animales sufren cetosis subclínica, que no muestra de signos clínicos, pero ocasiona grandes pérdidas económicas. En este artículo describiremos cómo los principios generales de los diagnósticos a nivel de explotación se pueden aplicar al diagnóstico de la cetosis subclínica.
Las vacas con cetosis subclínica suelen tener bajas tasas de concepción, intervalos entre partos más largos, así como una menor producción láctea. Estos animales corren el riesgo de desarrollar no sólo cetosis clínica, sino también otras patologías perjudiciales y costosas: vacas con cetosis subclínica presentan un mayor riesgo de padecer desplazamientos de abomaso, retención de placenta, metritis y quistes ováricos; y en consecuencia se enfrentan a un mayor riesgo de ser eliminadas de la explotación tanto durante los primeros sesenta días postparto como al final de la lactación.
A mayores, el sistema inmune de las vacas que sufren cetosis subclínica se ve comprometido, motivo por el cual estos animales son más susceptibles a padecer enfermedades infecciosas. Un estudio reciente ha concluido que el coste por caso de cetosis subclínica es de 289$, siendo las pérdidas casi un 50% superiores en vacas primíparas en comparación con multíparas (McArt et al. 2015).
Como la cetosis es tan común y variable, la monitorización a nivel del rebaño es un área que ha recibido mucha atención en los últimos años. La monitorización de la cetosis, al igual que cualquier otro sistema de registro, es útil únicamente si tiene algún impacto en la toma de decisiones de cómo se alimenta y maneja a las vacas; y debe ser simple de muestrear, registrar e interpretar.