Condiciones climáticas externas mantienen a las colmenas al límite, lo que obliga a jugar a la baraja de modificar las rutas de trashumancia, pero los apicultores encuentran dificultades por parte de los municipios. Las organizaciones agrarias (OPAS) y Cooperativas Agro-alimentarias apuestan por la adopción de una guía de buenas prácticas agrícolas y apícolas para luchar contra las causas multifactoriales del despoblamiento de las colmenas. Insisten también en la mejora del manejo sanitario de los apiarios ante la alta prevalencia de Varroa. Los apicultores también exigen a la Administración que se identifique con precisión el país de origen de la miel.
Retos que sobrevuelan las colmenas
CÉSAR MARCOS. Redacción
“La floración del almendro se ha perdido totalmente, lo que ha sido un revés para la alimentación de las abejas melíferas y la producción de miel”, comenta Ángel Díaz, responsable del sector apícola de COAG. Las condiciones climáticas son cada vez más extremas. “Después de una sequía, llegaron intensas lluvias e incluso nevadas en mitad de la floración. Estamos alimentando las colmenas a casi final de abril y las abejas no son capaces de salir”, añade Díaz.
Las inclemencias meteorológicas están modificando las rutas tradicionales de trashumancia. “Muchos municipios están estableciendo dentro del ámbito de su competencia normativas a nivel local que están dificultando o incluso impidiendo que se puedan asentar colmenas trashumantes en su territorio”, indica Antonio Prieto, portavoz de UPA-UCE Extremadura.
Liberarse del escollo municipal
Se trata de requisitos administrativos, pago de tasas o distancias con otros colmenares. Es un problema de fondo y se piden medidas legales que eviten que los ayuntamientos sigan estableciendo normativas que perjudican a los apicultores trashumantes. “Proponemos que las organizaciones trabajen en la redacción de un contenido específico sobre trashumancia para que sea incorpore en el real decreto de ordenación de explotaciones apícolas”, afirma Victorio Manuel Collado, técnico de Ganadería de Cooperativas Agro-alimentarias. Entre los puntos a debate, se incluyen que no se consideren a los asentamientos trashumantes como una instalación ganadera, establecer un número mínimo de colmenas sobre el que tengan que guardarse las distancias que se fijen y unas distancias máximas para proteger la trashumancia como un bien económico y medioambiental, entre otros.
La necesidad de más estudios sobre el despoblamiento
“La mortandad de las abejas es, año tras año, más aguda. Se pierden entre el 25-35% de cabaña ganadera. Los apicultores pedimos más estudios científicos para saber cuáles son las causas del despoblamiento de las colmenas”, explica Ángel López Herencia, responsable de Apicultura de ASAJA Nacional. El cocktail del origen está servido, eso sí, cada organización inclina la balanza más a unas causas que a otras, pero sí están de acuerdo que el problema es multifactorial: la prevalencia de Nosema y Varroa, las pocas herramientas sanitarias de las que dispone el apicultor, la exposición a plaguicidas y otros contaminantes agrícolas y su uso incorrecto, residuos de acaricidas en las colmenas, los efectos del cambio climático, etc.
El compañero de viaje del agricultor es el apicultor. El sector propone trabajar conjuntamente en una guía de buenas prácticas agrícolas y apícolas, tomando como referencia el documento francés al respecto, así como crear contenidos para los cursos de formación de apicultores en cada uno de los grados de profesionalización.
En el manejo sanitario de las colmenas, se han probado con éxito nuevas pautas de trabajo con ácido oxálico y fórmico cuando hay cero crías o pocas crías, esto es, un tratamiento con poca agresividad y que deja apenas residuos. Además, el sector productor y la industria han estado trabajando en la caracterización de las mieles monoflorales.
El problema encerrado en la etiqueta
Todo el sector a una: a que se identifique con precisión el país de origen de la miel. OPAS y Cooperativas también están de acuerdo en materia de etiquetado de la miel. “Exigimos así al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) que cambie la actual legislación, pues atenta contra lo establecido en la normativa comunitaria en materia de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios, ya que las leyendas admitidas inducen a confusión a los consumidores”, sostiene Ángel Díaz.
A su juicio, permite a los operadores etiquetar mieles con menos del 1% de miel de la UE como “mezcla de mieles UE-no UE” sin indicar los países en los que las mieles se han recolectado. Por otro lado, hace posible etiquetar como “mezcla de mieles no UE” sin indicar si la miel comercializada proviene de China, Ucrania o Argentina, por citar sólo algunos ejemplos. “Países comunitarios como Italia, Polonia y Grecia, ya identifican el país de su origen en la etiqueta”, apunta Victorio Manuel Collado.
Los apicultores consideran que la modificación de la norma es básica para permitirles diferenciar sus producciones frente a las de otros países. “Los consumidores también saldrían beneficiados, ya que podrían reconocer aquellas mieles que se producen al amparo del modelo de producción más exigente del mundo, el nuestro: el de la Unión Europea (UE).
“En la última década, el aumento de las importaciones de miel a España ha sido exponencial”, recuerda Ángel López Herencia. Eran unas 15.000 toneladas en 2009. Los datos oficiales del último años refuerzan su crecimiento, un 14% más de las 31.870 toneladas anteriores. El 55% de la miel se importa de países no pertenecientes a la UE – 17.511 toneladas-, principalmente de China. Además, a ese volumen de miel no comunitaria habría que sumarle la que se introduce a través de otros Estados miembros de la UE.
La apicultura en España
- Se censan unos 2,45 millones de colmenas (Mapama, 2016). El sector es líder en la UE. Representan más del 15% del total de las colmenas comunitarias.
- La producción de miel se mueve en torno a las 30.000 – 32.000 toneladas de miel.
- El número de explotaciones apícolas crece. Se han sobrepasado las 30.000. Los apicultores profesionales están en la horquilla de 5.000-5.500 en los últimos diez años.
- Lo comido por lo servido. Se exportan por encima de las 30.000 toneladas de miel y se importa la misma cantidad.